Como protesta por las obras que realiza el gobierno del estado en el Centro Cívico 5 de Mayo y que daña la historia de Puebla, desde el punto de vista de trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), estos realizaron una clausura simbólica de estas acciones.
Un grupo de trabajadores de las secciones 3, 15 y 24 del Sindicato Nacional del INAH de esta forma protestaron por lo que llamaron un atentado contra la zona monumental de los Fuertes de Loreto y Guadalupe. Este grupo de manifestantes se congregó fuera de la entrada principal al Fuerte de Loreto, donde colocaron algunos pegotes y cartulinas en rechazo a las obras de más de 200 millones de pesos que gastó la administración de Rafael Moreno Valle.
En este lugar donde se gestó la batalla del 5 de Mayo, los académicos que conforman este frente culparon a Rafael Moreno Valle; al director nacional del INAH, Alfonso de María y Campos Castelló, así como al delegado Víctor Hugo Valencia, de la destrucción irremediable de este lugar. Aseguraron que las obras que ejecutadas en la zona donde hace 150 años se registró la batalla de Puebla fueron dañadas a tal grado que de la historia del lugar no quedó nada.
“Estas obras poco tienen que ver con lo que sucedió hace 150 años en Puebla y lo único que demuestran es que aquí hubo mucho dinero, alguien se embolsó mucho dinero y engañó a los poblanos.”
Los inconformes aseguraron que el propio INAH no entregó la información de obras estatales, por eso será todavía más difícil evaluar los daños a esta zona monumental donde murieron cientos de mexicanos defendiendo la patria hace 150 años. Indignados, los académicos reiteraron que “la historia no es patrimonio de un gobernador en turno”, por lo que la forma en que el gobierno del estado obtuvo los permisos para realizar fueron solapados por el instituto con órdenes directas del gobierno federal. Los más de cien manifestantes criticaron la falta de sensibilidad política de las autoridades estatales para escuchar las alternativas que había para mejorar los trabajos sin dañar la imagen histórica del lugar.
“Ellos (las autoridades estatales) prefirieron imponer su voluntad y como resultado sólo lograron obtener un parque de diversiones más que un escenario donde se conjuguen la historia, el arte y la cultura de los poblanos.”
Por eso, los protestantes sentenciaron que analizan interponer una denuncia penal ante la Procuraduría General de la República (PGR) por daños al patrimonio de los mexicanos, que estará firmada por todos los integrantes del Sindicato Nacional del INAH.