El profesor investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), Alejandro Chávez Palma, destacó que al mismo tiempo que aumentó la deuda local la inversión pública disminuyó, en proporción al gasto neto total en el primer año de gobierno de Rafael Moreno Valle; esto, señala Chávez Palma, evidencia la solicitud de nuevos empréstitos a largo plazo, lo que marca el desempeño del primer año fiscal de la administración pública estatal 2011-2017.

Chávez fue contundente con la situación de las finanzas públicas estatales: “El estado se endeuda con nuestros impuestos y la proporción del gasto público de inversión va a la baja.

”No hay un manejo adecuado de las finanzas estatales que permita una redistribución del ingreso y que cierre las brechas regionales y las brechas de pobreza”, criticó Alejandro Chávez sobre el ejercicio fiscal del gobierno estatal.

El economista de la UAP dijo que a pesar de la aprobación de la cuenta pública realizada el pasado 19 de julio por el Congreso local, los legisladores realizaron un ejercicio de análisis incompleto, ya que no revisaron el equilibrio del gasto corriente estatal frente a los gastos de inversión, tampoco revisaron la relación entre la deuda que adquiere el estado y la proporción del gasto de inversión en el primer año del gobierno.

“Lo que aprobaron los diputados es la dependencia, el centralismo hacendario y la falta de productividad.

”La Cámara de Diputados local carece de capacidad de análisis para exponer los estados de origen y de destino de los fondos públicos; en horas previas no se puede elaborar una auditoría, y el Congreso lo mismo que la Secretaría de Finanzas no tienen una metodología de análisis integral de la hacienda pública estatal.”

Chávez Palma consideró que la muestra que analizó la Comisión Inspectora de 42 por ciento de los ingresos y 37 por ciento de los egresos es una “muestra raquítica”.

En una análisis de la cuenta pública 2011 aprobada por el Congreso Local la semana pasada, Chávez Palma expone que el gobierno estatal gasta en el rubro de servicios personales y de nómina, cinco veces lo que gasta en desarrollo e infraestructura de la inversión pública. En palabras coloquiales: la burocracia estatal se “come” el presupuesto de los poblanos. A la hora de las cifras, planteó que en el rubro de obra de inversión pública y acciones de fomento estatales en 2011 erogaron únicamente 3 mil 580.6 millones de pesos de los 56 mil 998.1 de los egresos del gobierno de Puebla.

Porcentualmente, esto significa que gastaron en obra de inversión pública y acciones de fomento estatales apenas 6.3 por ciento de los egresos del gobierno estatal. Este porcentaje, de manera histórica con otras administraciones estatales, es menor a lo gastado en obra de inversión pública. Para poner un ejemplo, en el último año de gobierno de la administración pública de Mario Marín Torres —en el año 2010— gastaron 6 mil 733 millones 444.5 pesos, lo que representa 12 por ciento de los egresos.

La tendencia de la proporción de gastos de inversión, gastos de capital y acciones de fomento al desarrollo ha venido disminuyendo de modo drástico desde 2007. Mientras la deuda pública avanza, la proporción de los gastos de inversión disminuye, refirió el economista. Chávez Palma señaló que el gasto corriente, que incluye servicios personales, entre el gobierno de Mario Marín Torres y el primer año del ejercicio fiscal de Rafael Moreno Valle se mantiene estable. A su juicio, el gobierno de Rafael Moreno Valle apuesta por buscar nuevas maneras de financiamiento debido a que hay incapacidad para aumentar los ingresos propios; la estructura fiscal apunta al centralismo hacendario, ya que hay una enorme dependencia de la administración pública estatal de los recursos federales.

“En la última década hay que darnos cuenta que las transferencias y las participaciones federales se duplicaron. Y a esto hay que tomar en cuenta el crecimiento de los pasivos, que han venido aumentado, mientras que la inversión dirigida a infraestructura en inversión pública, educación y desarrollo social, y cobertura en materia de salud, no tiene avances significativos. No se ve que la contratación de un mayor pasivo que solicita el Poder Ejecutivo, (es decir) más deuda, la destine a estos rubros.”

Para el economista de la UAP es notorio que ahora pasaron los tiempos en que las líneas de crédito y los endeudamientos se aprobaban sin cuestionamientos de manera automática, por lo que cualquier nueva forma de endeudamiento debe ser analizada con lupa y esbozó que siguiendo las nuevas normas en transparencia y para una sana rendición de cuentas, el gobierno del estado debe proporcionar información clara y a tiempo a los ciudadanos, para que conozcan en qué invertirán el dinero que solicita y cómo pretenden pagarlo, algo que no ha estado presente en los debates sobre los mecanismos de endeudamiento que ha aprobado el gobierno del estado.