Para el analista político Paulino Arellanes Jiménez, el debate que se llevará a cabo hoy no dejará de ser un encuentro acartonado entre los tres aspirantes a la presidencia municipal por la ciudad de Puebla, porque el formato marca tiempos determinados, además no es abierto para que los aspirantes a la alcaldía puedan profundizar en algunos elementos que le interesen a la ciudadanía.

Sin embargo, para el politólogo, el debate será una variable que sí va a apoyar la intención del voto a favor de alguno de los candidatos, pero a estas alturas de las campañas gran parte de la población ya tiene definida su posición electoral y no la cambiarán aunque les regalen juguetes, bolsas, paraguas y hasta despensas.

Desde su perspectiva, la mayoría de los ciudadanos de la capital del estado de Puebla conoce a los aspirantes a la presidencia municipal de la ciudad, a excepción de la población de las regiones periféricas y del campo, quienes no los conocen pero reciben ciertas prebendas para sus colonias, que se traducen solamente en apoyos triviales.

Para el investigador, en los debates siempre se habla de ganadores y perdedores, un concepto que debe desaparecer de la cultura política mexicana y particularmente de la poblana, “porque depende de si va bien vestido, si la cámara los enfoca bien, si pronunció bien las palabras, si se equivocó, si le contestó bien al cuestionamiento del contrincante”.

En ese contexto, afirmó que la sociedad actual todavía está metida en cuestiones triviales de los debates, cuando la población tiene que enfocarse en la profundidad de las políticas públicas que impulsarán, porque son las que en forma concreta resolverán la problemática que se vive en la vida cotidiana, por eso reiteró que el debate será solamente un elemento y una variable que puede apoyar ya sea a favor o en contra de algún candidato, sobre todo de los principales contendientes que encabezan los proyecto de las dos alianzas de partido, aunque aclaró que no se debe desdeñar al candidato del Partido del Trabajo.

Discursos de demagogia
Para el investigador resulta lamentable que los candidatos que actualmente están en la contienda electoral utilicen reiteradamente discursos demagógicos, porque hablan de democracia y no son nada democráticos, sus antecedentes así lo demuestran, “ese es un pequeño ejemplo de lo que se llama demagogia y seguramente escucharemos un lenguaje demagógico en el debate de este martes”.

Discursos vacíos
Las propuestas que se presentan en la publicidad y en el debate hablan de discursos vacíos y demagógicos que no corresponden a la realidad, “los candidatos van con más discursos que verdaderas propuestas integrales de los elementos que necesita un municipio y no están tocando para nada”, señaló Paulino Arellanes.