Al asegurar que la ley electoral tiene que obligar a los partidos políticos a tener un plan viable y estratégico de reciclado, el catedrático investigador de la Escuela de Ingeniería Ambiental de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Raciel Flores Quijano, afirmó que no existe una normatividad que los obligue a retirar el material publicitario una vez que terminen las campañas y menos hay disponibilidad de los institutos políticos y candidatos para retirar y reciclar la basura electoral.
El investigador de esa universidad católica del estado afirmó que en la actualidad existen propuestas para utilizar material reciclable en los procesos electorales, sin embargo, dijo que muy pocos candidatos recurren a ellos porque resultan más costosos, “pero es una excelente oportunidad para los partidos políticos utilizar material biodegradable”, pero no lo hacen porque su estrategia es mostrar lo más que se pueda.
En rueda de prensa, el ambientalista afirmó que al finalizar las campañas políticas queda un fuerte reto ambiental que se debe superar en el corto tiempo porque los partidos políticos colocan su propaganda pero no la retiran y es cuando intervienen los gobiernos municipales, “el problema es que el material electoral no es tan fácil de manipular”, por eso agregó que es utilizado hasta 20 por ciento por los pepenadores.
El catedrático de la UPAEP recordó que, según las estimaciones, en esta campaña política se generarán cerca de 400 toneladas de basura electoral, pero el problema es que la Ley Electoral del Estado de Puebla no obliga a los partidos políticos existentes a retirar el material propagandístico de las calles y reciclarlo, “cuando la propaganda electoral es cien por ciento reciclable”.
Flores Quijano aseguró que si desde el Instituto Estatal Electoral (IEE) de Puebla se generara una ley que obligue a los candidatos y a sus respectivos institutos políticos a retirar su publicidad electoral, ese material se puede reincorporar a los procesos productivos, “en la universidad creemos que no es complicado reciclar, pero como el organismo electoral no los obliga no existen planes de manejo de la basura electoral”.
Para el especialista en temas ambientales resulta más barato y fácil presentar un plan de manejo de los residuos de las campañas políticas, pero a la par se tiene que identificar, ubicar y acordar con las empresas que requieren la materia prima, por eso puntualizó que la recomendación inicial es que los partidos políticos retiren su propaganda y la lleven a los centros de acopio de ese material porque hay muchas empresas que los reutilizan y los aplican dentro de los procesos productivos.