En el zócalo, la “galimanía” se desató. La lluvia no frenó la concentración de los seguidores de Tony Gali Fayad. El festejo improvisado del triunfo del candidato de la coalición multipartidista.
A un costado de la catedral, los seguidores del candidato ganador de la alcaldía corearon porras a favor de Gali Fayad: “Los jóvenes con Tony, los jóvenes con Tony”.
Cada vez que mencionaba el porcentaje de avance del PREP, confirmando lo que las encuestas habían anunciado desde las 20 horas, los seguidores de Gali gritaban y ondeaban sus banderas del PAN y del PRD.
Ante la intensa llovizna, aparecieron las sombrillas de la coalición. Los coches bajaban hacia el centro de la ciudad.
En la avenida Juárez, los seguidores de Gali tocaban sus claxones y sacaban por las ventanas de sus coches las banderas de los partidos de la coalición.
En el primer cuadro de la ciudad la vigilancia de elementos de seguridad municipal era visible.
La gente llegaba en familia con sus sombrillas y camisas del candidato ganador de la contienda.
Tony Gali agradeció a quienes lo apoyaron en la campaña, como a su coordinador, Fernando Manzanilla Prieto, a Javier Lozano Alarcón y a la exlideresa del PAN, Ana Teresa Aranda, entre otros.
La gente le pidió al candidato ganador que cantara.
“¡Sí, cantamos también en el zócalo, nos vamos a echar una ranchera!”, prometió el candidato, quien se colocó un sombrero de charro.
Gali Fayad se dijo un amante de Puebla: “Gracias, porque esto es el significado de México, y antes que todo también somos mexicanos, amamos México, amamos Puebla. Va a ser la mejor Puebla de nunca porque están ustedes conmigo y yo con ustedes”. El candidato a la alcaldía ondeó una bandera nacional.
El mensaje del candidato ganador
El candidato de la coalición Puebla Unida aseguró que trabajará de manera coordinada con el gobierno estatal y el federal. Gali Fayad insistió en que su casa de campaña será la casa de transición para realizar los proyectos indispensables para obtener recursos: “Estos compromisos vamos a seguirlos trabajando. A partir del martes o miércoles vamos a estar en la casa de campaña, que va a ser la casa de transición”.
Gali prometió un gobierno de la mano con los ciudadanos. “Así vamos a trabajar juntos, este gobierno lo va a encabezar y lo van a hacer ustedes. A donde no pudimos ir, vamos a tener esa oportunidad”, señaló Gali Fayad disponiéndose a los largos siete meses de la transición.
“¡Tony, Tony, Tony, Tony!”, lo interrumpían sus seguidores. “Me da gusto tener a un senador de la República como Javier Lozano entre el público; un hombre sencillo.”
Gali Fayad definió a la coalición Puebla Unida: “Así somos, somos buenos de corazón, de palabra, de pensamiento, somos los mejores, y vamos a seguir siendo los mejores”.
El candidato de la mega coalición se comprometió al trabajo coordinado con los tres niveles de gobierno: “Vamos a trabajar con el gobierno del estado y el gobierno federal para seguir creciendo. Gracias a las autoridades electorales por un gran trabajo”.
El candidato de la coalición Puebla Unida reconoció el respaldo de los partidos que integraron la coalición: “Gracias al trabajo que también hicieron otros partidos. Hoy estoy en el zócalo de nuestra gran capital puebla. Puebla Unida, hoy ganamos”.
“Puebla Unida, jamás será vencida; Puebla Unida, jamás será vencida”, se escuchó otra porra.
El candidato de la coalición Puebla Unida convocó a los demás partidos a la reconciliación, mensaje “cicatriz” luego de una campaña de polarización:
“Hoy les digo a todas las fuerzas políticas que terminó la contienda, donde gana el mejor equipo. Además, son invitados. En Tony Gali no caben los rencores, en ustedes no caben los odios, ni las venganzas”.
Gali Fayad se despidió: “Que Dios bendiga a Puebla, que dios los bendiga a todos, y sí, nos echamos un palomazo”.
“¿Cuál cantamos?”, preguntó Gali Fayad desde el templete.
Gali no innovó su repertorio. Seguía lloviendo. La gente no se movía de sus lugares, bajo sus sombrillas, echando porras, comentando los pormenores de sus casillas, añorando una elección más competida que no fue.
Fluido cantó “Al Final”, y luego “Mentiras”.
Más eufórico que afónico, Gali Fayad prometió mejorar su repertorio para el 2014 y regresar a las fiestas populares.
La gente se entregaba al candidato. Desde la burocracia partidista hasta los amigos y familiares del candidato. También seguidores provenientes de juntas auxiliares, unidades habitacionales y colonias de la ciudad.
La “galimanía” había borrado del mapa a los priistas, a los que Gali, con una sentencia mercadológica, denominó como los de la vuelta en “U”, aquella que perdió la elección.
La gente no quería retirarse del primer cuadro de la ciudad. Las porras proliferaron, las banderas se ondearon, la oleada del voto a favor de Gali le había dado un nuevo rostro al paisaje electoral poblano. A un par de cuadras, en el edificio del PRI, aún con las luces prendidas, el edificio lucía desolado. Un par de personas conversaban con el portón del expartidazo, semiabierto, mientras los coches con las banderas del PAN, tocando los claxones, repletos de personas, pasaban frente al PRI municipal.