Tras asegurar que en una reunión con la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional se informó que el relevo de Pablo Fernández del Campo Espinosa será el próximo mes de septiembre, el dirigente estatal del Movimiento Territorial, Alberto Sánchez Barranco, “levantó la mano” para ocupar el cargo, e indicó que el instituto político necesita una renovación.

Quien fuera candidato a diputado local por el distrito 11 con cabecera en la capital y perdiera frente al panista Pablo Montiel Solana por más de 16 mil votos —lo cual representó un porcentaje cercano a los 20 puntos— aseguró que cuenta con el respaldo del Organismo de Mujeres priistas (Ompri) y del Frente Juvenil Revolucionario, para encabezar al partido, además de los habitantes de las colonias populares y juntas auxiliares que son leales al tricolor.

En conferencia de prensa en la que entregó reconocimientos a quienes estuvieron en su campaña, Sánchez Barranco insistió en que está listo para ver la convocatoria que emita el partido y participar abiertamente.

El representante del Movimiento Territorial manifestó que, a diferencia de otros que aspiran o que son liderazgos dentro del Revolucionario Institucional, él no tiene ni padrinos ni amigos incómodos como los que aparecieron en la campaña y generaron el descontento de los ciudadanos, situación que se vio reflejada en las urnas. Además, sostuvo que en el PRI urge un nuevo rostro que ayude a enfrentar los nuevos retos, tras los resultados del pasado 7 de julio, donde se perdieron 23 diputaciones locales y 217 de los 219 ayuntamientos, siendo la peor derrota en la historia del tricolor en Puebla.

Durante el encuentro con los medios de comunicación, el excandidato a la diputación por el distrito 11 de la capital por la coalición 5 de Mayo consideró que el cambio ayudaría a ganar de nueva cuenta la confianza de los poblanos, a fin de recuperar los espacios que se han perdido en comicios anteriores. También, afirmó que será el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Revolucionario Institucional el que decida el momento para hacer el cambio en la dirigencia estatal del partido, por lo tanto estará atento cuando salga la convocatoria respectiva.

Así mismo, dijo que quien aspire a la posición partidista debe pensar en un proyecto a corto, mediano y largo plazo, a fin de llegar unidos a las elecciones futuras. “Para ser más específicos —dijo—, el proyecto a mediano plazo debe traducirse en la renovación de las presidencias en las juntas auxiliares en abril de 2014, la elección de 2015, donde se disputarán los 16 distritos electorales a nivel federal, y para el 2016 se elegirá a un gobernador por un año ocho meses; sin embargo, es momento para poder demostrar que el PRI está vivo y puede recuperar la gubernatura que perdió en el 2010.

”Tenemos que construir un proyecto entre todos, necesitamos de un cambio de rostro del partido ante la sociedad y militancia para así enfrentar los futuros retos, como será la elección de 2015.”

Sánchez Barranco demandó que se abran los espacios para los priistas, que se dé la unidad real, y sostuvo que en su caso lleva buena relación con los diferentes liderazgos que hay al interior del partido, pero sobre todo con un amplio sector de la militancia. El dirigente señaló que el Movimiento Territorial ha mostrado lealtad al partido, sus integrantes —que habitan la periferia y juntas auxiliares— cerraron filas y son parte de ese voto duro que mantiene vivo al PRI.

Sánchez Barranco indicó que se espera que la convocatoria esté abierta para todos los priistas que participen en la transformación y renovación del partido, al sostener que las derrotas no son eternas.

Entre quienes aspiran a la dirigencia estatal del PRI se encuentran la senadora Blanca Alcalá Ruiz, la líder del partido en la ciudad, Claudia Hernández Medina, y ahora el dirigente del Movimiento Territorial, Alberto Sánchez Barranco, además de que se ha mencionado al excandidato a la presidencia municipal por la capital.