En el marco del foro “Reforma Energética”, el analista político del campus Puebla de la Universidad Iberoamericana (UIA), Juan Luis Hernández Avendaño, aseguró que la experiencia mexicana sobre privatizaciones resulta siempre nefasta y, en ese contexto, lamentó que el debate que ahora mismo se presenta sobre la Refirma Energética “se está dando en un entorno autoritario y no democrático, en el que los ciudadanos fueran parte de la toma de decisiones”.
El académico de esa universidad jesuita dijo que en México la experiencia con las privatizaciones resulta poco favorable para el bienestar nacional, por eso lamentó que en la propuesta de reforma que envió el titular del Poder Ejecutivo Federal al Congreso de la Unión para su aprobación no se toque en ningún rubro el problema de la corrupción y la falta de transparencia en la administración de Petróleos Mexicanos (Pemex), así como de su sindicato, lo que genera mayores suspicacias sobre el comportamiento que tendrán las concesionarias transnacionales con el recurso natural, de presentarse la apertura a su participación en el sector.
Para el politólogo de esa casa de estudios poblana, lo que está en juego con la reforma es la autonomía energética de México, ante la ambición de empresas poderosas que buscan apoderarse de los recursos naturales del mundo, en un contexto político en México, en el que la clase política ha caído en la “caquistocracia”, es decir, en el que la clase gobernante es movida por la ambición de poder y la riqueza.
Para el analista político de la UIA Puebla, resulta lamentable que entre las dos visiones para la apertura del sector, la que impulsa la derecha mexicana y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y la promovida por la izquierda, no exista un debate en el que tenga aportación la opinión y la voluntad de la sociedad nacional, por eso destacó que debe ser importante considerar las figuras del referéndum y del plebiscito.
Para Juan Luis Hernández Avendaño, el único contrapeso a cualquier imposición legislativa son los ciudadanos: “Ciudadanos, que hoy no tenemos posibilidad de pedir un referéndum o un plebiscito, que sería lo más deseable en una discusión como ésta, y no lo podemos hacer porque la Constitución hoy no permite hacerlo; está en la agenda, sólo que la Reforma Política viene después de la Energética”.
Desde la perspectiva del investigador de la Ibero Puebla, resulta extraño que el PRI haya decidido poner todos los “fierros” al fuego en el mes de septiembre, porque con ello generó una fuerte volatilidad en las calles de la ciudad de México y del resto del país, en las que, además del impacto de la reducción de la expectativa del crecimiento del Producto Interno Bruto, hay reclamos por el Primer Informe de Gobierno del presidente de la República y por la aprobación en lo general y en lo particular de la ley de servicio docente, parte sustancial de la Reforma Educativa.
El bono político para AMLO
El ambiente de inestabilidad puede ser aprovechado por el excandidato presidencial y líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, por lo que consideró será interesante para la política nacional observar lo que suceda en los próximos días, cuando el tabasqueño realice movilizaciones en contra de las reformas Energética y Educativa, programadas para el fin de semana.