Aunque las autoridades educativas del Estado de Puebla, se niegan a reconocer la existencia de aviadores dentro del sistema escolar poblano, lo cierto es que existen y se habla de varios cientos que se encuentran en esas condiciones; sin embargo, desde la perspectiva del vocero del Consejo Democrático Magisterial Poblano (CDMP), Miguel Guerra Castillo, ni el censo escolar que lleva a cabo el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) acabará con ese problema, que es cultural en el sistema educativo poblano y nacional.

Para el representante del magisterio disidente de la entidad poblana no basta con detectarlos y reubicarlos en algún centro de trabajo escolar, mas bien es recomendable seguir el rastro de la entrega de esas plazas, porque los beneficiarios no se mandan solos, siempre hay un dirigente sindical o un funcionario detrás de ellos, pero además es importante seguirles un procedimiento legal porque se embolsan el dinero de los ciudadanos.

En ese contexto, el vocero del CDMP aseguró que prevalece la corrupción en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE): “Al delincuente Juan Díaz de la Torre se le han hecho cuentas y hoy aparece que la cifra de ‘aviadores’ de las secciones 23 y 51 deja muchas dudas acerca de la operación del sindicato de Elba Esther Gordillo Morales”.

Desde la perspectiva del líder magisterial poblano, las anomalías que prevalecen desde hace muchos años en el magisterio nacional obligan a que se investigue a sus dirigentes, porque son quienes se aprovechan del cargo para lucrar con la necesidad de las personas que buscan una plaza dentro del sistema escolar poblano.

Y aunque aseguró que no puede dar nombre de escuelas y dependencias públicas en la que están incrustados los aviadores, Miguel Guerra Castillo afirmó que solamente se puede investigar a algunos integrantes de los comités directivos seccionales como Patricio Morán, Américo Guerrero, Avelino Aguilar y a los líderes de las secciones poblanas, “quienes llevan muchos años medrando como parásitos en el sindicato”.

Un tema controvertido
Para algunos integrantes del magisterio poblano que solicitaron la gracia del anonimato para evitar represalias en su contra, sin duda, el problema de los “aviadores” en la burocracia poblana y nacional es un tema tan comentado y conocido como controvertido, “ya que aunque todos sabemos de casos concretos de conocidos, amigos o hasta familiares de muchos dirigentes y funcionarios, cuando la autoridad correspondiente es cuestionada porque en sus nóminas existen evidencias de los famosos ‘aviadores’, solamente evaden el tema y piden pruebas documentales y ahí es donde se pierde la ciudadanía denunciante”.

Según afirman los profesores del sistema escolar poblano, los “aviadores” o comisionados, como se les disfraza actualmente, nunca van a facilitar sus talones de cheque o la tarjeta de nómina en las que se les deposita el pago de una función no realizada, porque en la mayoría de los casos comparten esos beneficios, en diferente porcentaje con quien les otorga la prebenda.

La historia reciente 
Es importante recordar que el problema de los “aviadores” en el estado de Puebla no es de la actualida, porque habrá que remontarse al año de 1978, cuando se crean la delegaciones federales de la Secretaría de Educación Pública en los estados y se inicia la integración de mandos administrativos y presupuestal en una sola oficina de los diferentes niveles y servicio federales educativos, desde preescolar hasta educación secundaria en todas sus modalidades, y ahí se empiezan a detectar la existencia de aviadores con la tolerancia de los directores o jefes de departamento.

En aquel momento, la orden del titular nacional de la SEP, Fernando Solana Morales, fue abatir la existencia de los famosos aviadores, sin embargo, se encontró con la resistencias de los grupos de poder político sindical que protegieron a sus comisionados en tareas electorales y de partido, como en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido Popular Socialista (PPS) o Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM), así como en puestos de representación popular o en los niveles de gobierno en ese momento, y todavía en la actualidad, había docentes con doble plaza federal y doble plaza estatal, lo que violentaba la compatibilidad normativa, pero además desempeñaban puestos públicos y sindicales.

En esas circunstancias se llegó a los años 90 y fue cuando trascendió, aproximadamente en marzo de 1991, que después que el área de recursos humanos de la delegación de la SEP federal aplicara una minuciosa revisión, se encontró con un gran número de cheques que no tenían dueño y, por tanto, se supuso era un regimiento de “aviadores”, lo anterior naturalmente fue ocultado y el personal fue trasladado a otra área ajena a recursos humanos y emisión de pagos.
Esas nóminas detectadas se reportaron sin aparentes beneficiarios, “nunca se conocieron los titulares y solamente quedó como un imaginativo en la conciencia social, pero hubo un funcionario proveniente del Estado de México que fue removido y aparentemente sancionado del cargo en esa área, pero después vino el cambio de régimen estatal y en 1993 se crea la Secretaría de la Contraloría y sus delegados en cada secretaría, pero seguramente el funcionario asignado a la SEP detectó estas nóminas fantasmas, pero no pasó nada, sólo en mayo de 1994 se remueve al titular de la SEP poblana, mientras tanto las secciones 23 y 51 se llenan de comisionados, que a la fecha, aunque se niegue son varios cientos, ya que también se comisiona a exfuncionarios y sus familiares”. 

La mafia del gobierno
A decir del vocero del CDMP, muchos de los dirigentes de las dos secciones sindicales del estado de Puebla cobran dobles salarios, como el diputado Guillermo Aréchiga Santamaría, que también tiene a muchos familiares en el sistema educativo poblano y son nombres que se tienen que investigar, “pero con esos basta, aunque son personas que han usurpado la representación de los auténticos trabajadores”.

El problema de los “aviadores”, agregó el líder sindical, es complicado de resolver, porque son parte de una “mafia” que gobierna: “Los gobiernos de Felipe Calderón y el actual auspician esa ‘mafia’ y siguen sosteniendo al esquirol Juan Díaz de la Torre, a los líderes poblanos; ellos son parte de un sistema corrupto, por eso no es fácil y por eso está la lucha democrática del magisterio, para despojar a esos individuos de los cargos que ostentan de forma espuria”.

Lo primero que hay que hacer con ellos, aseguró Guerra Castillo, es denunciarlos, por eso reveló que desde el magisterio democrático llevarán a cabo una investigación y la complementarán con la información que se conoce, “porque ya aparecieron nombres de diputados que han traicionado al pueblo, Hugo Alejo Domínguez es uno de los traidores que vendieron al pueblo al firmar la reforma sobre la privatización del agua”, por eso dijo que los tiempos actuales, son para recuperar el SNTE para los trabajadores del país.


Falta de transparencia
Para el presidente de la organización civil Suma por la Educación, Francisco Landero Gutiérrez, la corrupción y la falta de transparencia en el sistema educativo propician la existencia de “aviadores” y comisionados políticos, situación que se puede abatir con cambios profundos en las estructuras educativas del país y del estado de Puebla.

En el marco de su conferencia “Perspectivas de la sociedad civil sobre la reforma educativa”, impartida en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), el directivo de esa asociación ciudadana se refirió a las declaraciones del delegado de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en el estado de Puebla, quien refirió que se detectaron 40 “aviadores” en una institución educativa pública poblana a través del censo escolar: “La proliferación de los aviadores se debe en gran parte a que el gobierno ha sido complaciente, por lo que debe aplicarse todo el peso de la ley”.

Desde la perspectiva del presidente de la organización civil Suma por la Educación, lo que las autoridades gubernamentales y las encargadas del rubro educativo tienen que hacer es poner a trabajar a esos profesores detectados como comisionados o como “aviadores” o, en todo caso, que los den de baja del sistema educativo nacional, porque representan importantes recursos para la ciudadanía, que no se ven reflejados en la realidad escolar nacional.