Para Juan Carlos Espina von Roehrich, regidor electo, el desafío de su partido sigue siendo desde el poder actuar conforme a una norma ética.

Para Espina no hay un manual para el panismo poblano pero la única ruta para que su partido conserve su identidad es que cada panista actúe cotejando sus acciones con el “deber ser” que muestra el ideario del panismo, porque, señala el exdiputado local, “en Acción Nacional sí estamos convencidos de que la política es un ejercicio ético, es un principio fundamental en Acción Nacional.”

El regidor electo descarta que el ejercicio del poder “desdibuje” a su partido y señala que en un escenario pluripartidista cada decisión es inédita: “No hay a donde recurrir. No hay un recetario para decir cómo actuamos”.

Aunque todavía falta la renovación para la dirigencia nacional del PAN, con varios aspirantes mencionados entre los grupos panistas, estos grupos buscan posicionarse en el imaginario del panismo.

En los medios de comunicación y en los corrillos panistas, se mencionan algunos grupos, El actual dirigente nacional del PAN Gustavo Madero, el senador Ernesto Cordero, la excandidata presidencial Josefina Vázquez Mota, el exgobernador de Guanajuato Juan Manuel Oliva, el senador Juan Carlos Romero Hicks, el senador Héctor Larios y la exsenadora Gabriela Ruiz son quienes están por ahora en la lista, previo a que el organismo político lance su convocatoria.

Luego de mencionar a los aspirantes a dirigir a su partido a nivel nacional, el regidor electo y exdiputado local plantea que en la próxima elección a dirigente nacional: “Hay una buena batería de donde escoger”, tema con la que se abre esta entrevista con uno de los pocos diputados locales del PAN que en su pasado reciente como legislador se atrevió a desafiar la cultura vertical que priva en el Poder Legislativo de Puebla.

—¿Qué se juega en esta elección?

—En sí mismo, el proceso es una prueba para la institucionalidad del partido. Tenemos que dar los panistas muestra de que podemos llevar a cabo una elección universal como otros para elegir a nuestras autoridades. Tenemos retos que nos orillan a buscar a ser diferentes, en el ejercicio de poder. El riesgo es muy alto. El demostrar que podemos tener un ejercicio de ciudadanía al interior del partido.

—¿Cómo verías la cercanía de los gobernadores panistas con un gobierno priista? ¿Qué línea debe tener?

—Yo creo que la relación federal, en este caso, emanado de otro partido, debe estar esta relación conducida por los principios que marcó Carlos Castillo; él fue un promotor del diálogo, la búsqueda de consensos, pero a partir de una identidad propia, a partir de una agenda propia, ni una actitud de entreguismo, de sumisión ni de una actitud irracional de oposición sin construir y sin proponer nada; la verdad es que tomar en cuenta la actitud que tomó Carlos Castillo como dirigente del partido es un buen rumbo, es un buen derrotero a seguir, Carlos Castillo iba a Los Pinos a negociar con Salinas de Gortari las reformas más importantes que hubo en el sexenio de Salinas sin ningún rubor y sin ningún remordimiento de conciencia. Y él decía ‘estoy negociando con Salinas de Gortari las reformas importantes a partir de dónde, a partir de nuestras propias convicciones’.

—¿Pero lo hacía desde el panismo?

—Lo hacía desde las convicciones.

—Veíamos un discurso de Jorge Ocejo, en un aniversario sobre el panismo, discurso que abordó la crisis que vive el panismo. ¿Qué le llamó la atención de ese discurso que citó en sus colaboraciones periodísticas?

—Yo creo que es un discurso que se aplica para todos los panistas de todo el país. Yo creo que no tiene un destinatario específico, esa es una visión reduccionista. Es un discurso que es una invitación permanente para todos los panistas a cotejar nuestras acciones con el deber ser que muestra nuestro ideario, en Acción Nacional sí estamos convencidos de que la política es un ejercicio ético, es un principio fundamental en Acción Nacional. Entonces, todos los panistas, todos, debemos estar permanentemente cotejando nuestras acciones con el deber ser.

“La disyuntiva del PAN, al parecer, en algunos estados de la República, como en Puebla, pareciera que es la de un partido que tiene capacidad de triunfo con personajes que no parecen identificados con el panismo, como Rafael Moreno Valle y otros actores; y de panistas que son identificables por estos valores éticos, pero que —por lo mismo— no hacen trampa para llegar al poder. En esta disyuntiva, ¿cuál es el camino que consideras seguir?

”Yo, la verdad, considero que este análisis que haces es parcial. La realidad no se limita a estas dos opciones que tú presentas. Yo creo que la realidad es mucho más compleja. No hay dos alternativas. Yo creo que es una múltiple gama de colores que se entrelazan. A mí me parece que sí tiene el PAN hacia adelante el reto permanente de actuar de acuerdo a su propia identidad”.

—¿En qué momento veríamos un PAN más identitario?

—Es una decisión que debe tomar cada panista en lo concreto. El PAN no existe. Lo que existen son ciudadanos, hombres y mujeres, que conformamos el PAN. El PAN no es un ente. El PAN lo hacemos los panistas. Cuando en cada momento los panistas decidimos y actuamos de una manera es cómo vamos a ir haciendo que el PAN actúe de determinada manera. Yo creo que los panistas tenemos el reto permanentemente de actuar cada vez más de acuerdo a nuestra propia identidad.

—Y este PAN poblano, ¿cómo lo vislumbras sin los escenarios reduccionistas?

—Pues en un escenario muy complejo. Hay una maldición china que dice que ojalá te toque vivir tiempos interesantes, ¿no? Y estos son tiempos interesantes. Tiempos con retos nuevos. No hay a dónde recurrir. No hay un recetario para decir cómo actuamos, consulta la página 38, cada decisión es inédita y hay que tomar decisiones. No hay más. Y eso es lo interesante.

—Y en este escenario interesante, el PAN es blanquiazul o pluricolor…

—No, el escenario es desde hace muchos años en México es pluricolor, hay muchas alternativas, el PAN debe estar abierto a buscar alianzas, a buscar acuerdos, partiendo de su propia identidad.

—¿El riesgo de llegar al poder del PAN no implica su desdibujamiento con los valores que proclamaron los demócratas de abolengo del PAN?

—Si tú planteas la llegada al poder como un riesgo, yo creo que partimos de un punto equivocado. Porque lo que busca el partido es el poder. Y no puedes buscar el poder para luego decir que el poder es algo que te desdibuja. Más bien, en el ejercicio del poder hay retos nuevos y hay desafíos nuevos.

—¿Cuál sería uno de ellos?

—El actuar conforme a una identidad.