Como resultado del análisis, los dos grupos políticos dentro del Partido Acción Nacional (PAN) que salieron de la contienda electoral del domingo pasado, dijo el investigador de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) Manuel Díaz Cid, no lograron poner en juego las categorías de la política, que es de: “Yo no tengo enemigos, yo tengo adversarios, contrincantes, pero cuando se convierte en mi enemigo, automáticamente cualquier acercamiento, cualquier buen trato, desaparece, porque es mi enemigo; entonces, a mí me parece que al interior del PAN han cometido los dos, el gravísimo error de verse como enemigos y no como contrincantes”.

Desde su perspectiva, en todo esquema democrático siempre hay dos o más competidores y la sociedad debe acostumbrarse a un juego de ideas en el que se tienen que llegar a entendimientos entre los diferentes modos de pensar para que todos estén convencidos que lo mejor es sacar adelante al partido, al municipio, al estado y al país: “Pues entonces si todos coinciden en los puntos de cercanía es cuando vendrán los acuerdos que hacen crecer la democracia”.

Para el politólogo de la UPAEP ése es el gran desafío en el PAN, por eso dijo que desde las campañas y hasta el día de las votaciones, el pasado 18 de mayo: “Vimos unas elecciones acaloradas o disputadas, vimos un enfrentamiento entre enemigos en que los dos iban a tratar de cortarse la yugular en vez de sumar votos para ganar, al final de cuentas a veces se les olvida que la democracia no se gana con lodo, se gana con votos”.

Para el investigador universitario, el exhorto a los panistas es para que entiendan de lo que se trata un proceso electoral, es decir, que la suma de los votos a favor de un candidato es lo que le da el triunfo a uno de los dos, que no son enemigos sino contrincantes y que el triunfo de uno no significa la defenestración de uno y el triunfo de otro: “Sino que significa que ahora le tocó perder, de tal manera que en el futuro le puede tocar ganar, así es la democracia, yo les diría que en el futuro aprendan a jugar con los valores y los principios de la democracia y verán que todo es más fácil”.

Manejar todo con mano dura
En entrevista para Intolerancia Diario, el investigador de la UPAEP afirmó que la figura del gobernador poblano Rafael Moreno Valle es una figura muy fuerte: “Es una figura que impacta mucho, es un hombre que tiene una gran habilidad y una gran inteligencia para empeñarla en las luchas políticas y, en ese sentido, me parece que ha sido claro que el que ha llevado el timón en todas las instituciones y de todos los proyectos es él”.

Pero, agregó Díaz Cid, esa actitud es captada hacia afuera como un intento del gobernador de controlar todo y ahí surge el término de “morenovallismo”, porque una figura muy fuerte maneja con mano muy fuerte, a veces con mano “muy dura” el proyecto que todo mundo ya imagina: “De estar pensando en el futuro, pero el futuro lo está tratando de afianzar ahora, entonces ese es otro elemento que tiene que sumarse a todos los procesos a los que está inmerso el PAN en este momento”.

—¿Es válido que actúe de esa manera?

—A mí me parece que hay muchas cosas que no son válidas pero que son prácticas y que, a veces, como tenemos una sociedad que no tiene dientes y no tiene mecanismos para evaluar a los funcionarios y evaluar, premiarlos y castigarlos, simplemente somos espectadores y en esa medida lo que ocurre es que como ciudadanos dejamos que las cosas pasen y después las padecemos, ése es nuestro gran problema.

Las luchas del pasado
En relación a la pugna que se presentó en los años 70 entre el bloque liberal universitario y el Frente Universitario Anticomunista, Manuel Díaz Cid afirmó que: “Lo primero que diría es que al terminar la modernidad y comenzar la postmodernidad, estamos hablando de finales del siglo XX, conceptos que se acuñaron en el periodo de la modernidad comenzaron a presentar graves signos de no representar lo que habían representado en el pasado”.

Ante eso, apuntó que la ideología es la construcción de la realidad a partir de una idea, entonces eso quiere decir que cualquier persona con un poco de inteligencia puede crear toda una infraestructura intelectual, independientemente de la realidad: “La broma que se corre dentro de las ideologías es que el ideólogo dice que: si entre mis ideologías y la realidad hay diferencias, peor para la realidad, es una expresión de cómo a los que se ideologizan no les importa la realidad”.

Pero reveló que a partir del año 2000 el concepto de las ideologías comenzó a irse para atrás porque, en primer lugar, las concepciones ideológicas de lo que era la izquierda y la derecha cambian de forma radical a partir de la caída del muro de Berlín y los planteamientos que se hacían desde las izquierdas comienzan a verse desde la caída del bloque soviético: “Y al mismo tiempo, como dice Emanuele Severino, politólogo italiano, la caída del muro de Berlín no significó para nosotros la victoria, para nosotros también se derrumbó un muro y no sabemos por dónde caminar”.

En ese contexto, Manuel Díaz Cid aseguró que: “A mí me parece que los acontecimientos de finales de siglo y de milenio cierran las expectativas de los esquemas ideológicos, lo que no quiere decir que las personas ideologizadas hayan desaparecido porque les puedes poner todos los argumentos enfrente y no los aceptan”.

Ideologías se cierran a la luz
Desde la perspectiva del investigador de la UPAEP, se dice que las ideologías son como la pupila del ojo, entre más luz les acercan más se cierran, entonces querer hablar de ideologías con las personas ideologizadas no te lleva a ninguna parte, entonces en los dos campos han quedado remanentes de aquellas ideologías que son los que apuntan determinado tipo de comentarios: “Los que perciben la realidad de manera diferente a lo que percibimos los demás, no quiere decir que nosotros estamos percibiendo las cosas de maravilla, yo creo que todos nos damos cuenta de las cosas que vivimos, pero los ideólogos le dan otro enfoque y otra tonalidad y eso acaba poniéndolos alejados de la sociedad y eso me parece que es el gran problema de los partidos en este momento, su alejamiento de la sociedad, no están alejados de ellos mismos y de sus militantes porque todavía se conservan en estos estratos personas que se encuentran en la ideología y se apuntan en esa misma”, concluyó.