Las cirugías de trasplante de médula ósea y de células madre que debieron realizarse en el mes de mayo en el Hospital para el Niño Poblano fueron suspendidas; asimismo, se cancelaron las sesiones de quimioterapia para los niños que tienen cáncer, advirtieron trabajadores rescindidos del hospital.

A dos meses y medio de que se anunció la desaparición del Hospital para el Niño Poblano, la secretaria general del Sindicato Único de Trabajadores del Hospital para el Niño Poblano, Mónica Valencia Serrano, reiteró el llamado al gobierno del estado para que tome en cuenta la situación que se está presentando, ya que se suspendieron servicios de los que depende la vida de los niños.

Dijo que de acuerdo con la información del personal que aún sigue trabajando en el hospital, los papás están inconformes porque ya no se da el servicio como debe de ser, se suspendieron las cirugías de trasplante de médula ósea, se había conseguido el cordón umbilical con las células madre.

Recordó que el hospital ha formado especialistas en esta área y médicos y enfermeras capacitadas realizan estas operaciones que salvan la vida a los menores, pero al suspenderse dichas cirugías ahora se condenaría a muerte a los niños que requieran de esa atención.

Anunció que entre los servicios que se suspendieron se encuentra el de la quimioterapia, ahora se les envía a otros hospitales que se encuentran saturados.

Mónica Valencia recordó que en el hospital para el niño poblano se atienden a los niños de cero a 18 años con enfermedades crónico degenerativas, con cirugías a corazón abierto, corrección de malformaciones, labio-paladar hendido, trasplante cloqueal, de médula osea, renal, y era un ejemplo a nivel nacional.

Advirtió que sigue la descalificando: “Dicen que no estamos capacitadas, muchas de nosotras tenemos la licenciatura, especialidad, y 22 años de experiencia, era un hospital modelo, y ahora engañan al pueblo asegurando que el hospital para el niño poblano va a seguir funcionando de la misma forma en el hospital del norte o en el hospital del sur, pero el servicio que se otorga, sin medicamentos, sin equipo, sin personal, sobre cupo, sobre todo cuando fomentaron la afiliación masiva al Seguro Popular, y no hay condiciones”.
Fin al terrorismo

La secretaria general del Sindicato Único de Trabajadores del Hospital para el Niño Poblano, Mónica Valencia Serrano, reiteró el llamado al gobierno del estado para terminar con el “terrorismo” laboral a raíz de la reforma que puso fin a un organismo público descentralizado, y pidió una mesa de diálogo donde se garantice el respeto a la autonomía sindical y al contrato colectivo de trabajo.

Precisó: “Seguimos en lucha, no sólo somos seis. Algunos tienen de incapacidad larga y no han firmado, incluso algunos que siguen de incapacidad y tampoco firmaron, obviamente ellos tienen miedo de salir a la luz pública y hablar, por la intimidación y acoso laboral que está dentro del hospital.

”Nuestro único interés es llevar el sustento a nuestras familias y que sea justo el trato hacia el trabajador, además de que cuentan con título y cédula profesional, además de 22 años trabajando en un hospital que presta un servicio regional, ya que llegan pacientes de otros estados del país, por la calidad del servicio que se presta, y esto se comprueba, ya que no hay denuncias de una mala atención”.

La secretaria general del Sindicato Único de Trabajadores Poblano, Mónica Valencia Serrano, demandó audiencias con los representantes ciudadanos, que son los legisladores, pues de 41, sólo tres diputados, de extracción priista, los han recibido. 

La dirigente sindical, quien fue despedida, comentó que sostendrán reuniones con diputados del PRI para explicarles la problemática que viven ante la extinción del organismo descentralizado HNP. 

Valencia Serrano insistió en que los diputados del PAN, en específico Pablo Rodríguez Regordosa, prometieron reunirse con ellos, sin embargo, hasta la fecha no les ha dado la audiencia, por lo que de ser necesario recurrirán a otras instancias. 

Explicó que la inconformidad de los trabajadores es que no se les está respetando sus derechos laborales, pues dijo que el contrato colectivo que ofrece la Secretaría de Salud no garantiza el puesto de base que tenían en el nosocomio los 641 cuando era organismo descentralizado (con autonomía administrativa). 

Acotó que en el HNP, al formar parte del sistema de salud del estado, los trabajadores y sindicalizados han perdido su derecho a prestaciones y conquistas sindicales, dejándolos desprotegidos. 

Las presiones

Insistió en que la primera acción que se llevó a cabo al extinguir el hospital fue el enviar a los “granaderos”, a José Luis Peñaloza y a la jefa de Recursos Humanos, María Yaneth Vidal Alonso, de la Secretaría de Salud, para iniciar el despido masivo de trabajadores, obligándolos a firmar su renuncia, como si se tratara de delincuentes.

Recordó que el día en que se aprobó el decreto, el 14 de enero, los diputados locales se comprometieron a que se respetarían los derechos laborales y el propio Jorge Aguilar Chedraui aseguró que no habría despidos, sino una verdadera modernización de la institución.