En países que no respetan los derechos humanos como Bahréin, Egipto, Libia, Siria, Túnez y Yemen se ocupa el mismo tipo de armamento que utilizó la semana pasada la policía estatal de Puebla para reprimir a grupo sociales pacíficos.

Amnistía Internacional reporta que el uso de balas de goma, aunque en apariencia más benigna que el de municiones convencionales en realidad ocuparlas, resulta letal, de acuerdo con la experiencia de corporaciones y policías en todo el mundo al reprimir protestas. La organización internacional también señala que la utilización de gas lacrimógeno para reprimir protestas puede causar lesiones y se desestima su potencial dañino.

En el documento “Armas para la seguridad interna ¿Van a ser objeto de una tratado comercial de armas?”, la organización externa su preocupación por el comercio de estas armas y el uso de las mismas. “Muchas de las armas, municiones y equipo utilizado por las graves violaciones de humano derechos, como homicidios arbitrarios y de lesiones graves, son los desplegados o diseñados para el uso de la fuerza en operaciones de seguridad interna o en el curso de la aplicación de la ley. Trágico ejemplos del mal uso de estos equipos se ha demostrado recientemente en Bahréin, Egipto, Libia, Siria, Túnez y Yemen”, refiere el reporte, publicado en 2011 por la organización internacional de derechos humanos.

Amnistía Internacional ha exigido que se regule la importación que países como Estados Unidos han hecho de las balas de goma. De acuerdo con reportes de Amnistía Internacional, el uso de balas de goma ha producido muertes en lugares como Manama, capital de Bahréin, en febrero del 2011, cuando fuerzas policiacas de la ciudad más grande del reino de Manama ocuparon dicho armamento fabricado por Defense Technology.

En una nota del diario The New York Times, del 16 de febrero del 2011, se señala: “Sin previo aviso, cientos de policías antidisturbios fuertemente armados irrumpieron en la plaza de la perla aquí la madrugada del jueves, disparando gases lacrimógenos y granadas de concusión a los miles de manifestantes que dormían allí como parte de una protesta en contra de la ampliación de la monarquía absoluta de la nación.

”Estas son armas potencialmente letales que también tienen la capacidad de infligir tratos crueles y sufrimiento inhumano. Amnistía Internacional ve con preocupación que los informes creíbles de diferentes partes del mundo señalan las fuerzas de seguridad que utilizan balas, comúnmente conocida como balas de goma, como las armas de primer recurso”.

Amnistía Internacional identificó algunas de las municiones incluyendo estos “goma maciza rondas porras” que se muestran arriba, que fueron recogidos por la gente en las secuelas de un letal incursión por la policía antidisturbios temprano el 17 de febrero de 2011 en Manama, Bahréin. La organización encuentra evidencia condenatoria del uso excesivo de la fuerza por la policía antidisturbios y soldados contra la pacífica manifestación y médicos durante la violenta represión.

El reporte señala que el uso de gas lacrimógeno o irritante, entre otros, el gas CS, ocupado por los elementos policiacos en el desalojo de los habitantes de San Bernardino Chalchihuapan también es peligroso:

“El gas lacrimógeno es el nombre genérico para un número de irritantes químicos diseñados para temporalmente incapacitar a una persona. El gas lacrimógeno ha sido ampliamente utilizado por las fuerzas de seguridad contra manifestantes en el Medio Oriente y el Norte de África en los últimos meses. Su potencial dañino y los efectos letales de gas lacrimógeno se subestiman. Amnistía Internacional ha planteado la preocupación por muchos años acerca de la frecuencia de utilización de gases lacrimógenos para reprimir los derechos de los manifestantes pacíficos. Puede causar lesiones a largo plazo en las personas y algunas personas tienen murió como consecuencia de los gases lacrimógenos de manera abusiva, especialmente en espacios confinados”.

Amnistía Internacional señala que se debe regular el comercio de armas como los gases lacrimógenos en un tratado comercial de armas: “El gas lacrimógeno y otros irritantes químicos son promovidos como alternativas al uso de la fuerza letal por parte de funcionarios encargados de hacer cumplir la ley. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos han documentado casos de la utilización de gases lacrimógenos, en relación con las armas de fuego como un multiplicador de fuerza, lo que hace fuerza letal más mortal.

”El uso de agentes de represión de disturbios como método de guerra, está expresamente prohibida por la Convención sobre Armas Químicas, aunque ha habido presuntos usos de gases lacrimógenos en conflicto militar en los últimos 10 años. El control de disturbios y agentes incapacitantes - los "ingredientes" de gases lacrimógenos y material antidisturbios municiones - deben también cubiertos en una categoría específica en el TCA, que incluirá químicos y agentes biológicos tóxicos”.

En el violento desalojo realizado el miércoles pasado en el kilómetro 16 de la autopista Puebla-Atlixco se ocupó todo un arsenal que incluyó balas de goma, gases irritantes CS, CN y saf smoke para dispersar multitudes en exteriores y hasta gases para interiores. También, se ocuparon rifles lanzadores de balas de goma. Entre las granadas que se ocuparon se encuentran la T-16 0C, la cual debe ser ocupada únicamente para operaciones policiacas en espacios cerrados.

La empresa Defense Technology señala que las granadas T-16-OC sólo pueden ser ocupadas en espacios interiores. También la granada triple Chaser, la cual consta de tres recipientes separados. Cuando se despliega, los botes se separan y aterrizan aproximadamente unos 6 metros de distancia, permitiendo una mayor área de cobertura en un corto período de tiempo.

En el operativo se ocupó la granada Han-Ball, granada de uso en exterior que expulsa su carga útil en aproximadamente 15 a 20 segundos. Esta granada tiene aproximadamente 1,6 onzas de agente activo que es expulsado a través de tres puertos alrededor del ecuador de la pelota.