Sobre las investigaciones que lleva a cabo el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Raúl Plascencia Villanueva, sobre las agresiones en contra de habitantes de Chalchihuapan, el investigador de la UAP Paulino Arellanes Jiménez afirmó que desde la conformación de esa instancia de defensa social, las comisiones dependen de las fuerzas políticas en el poder y de los gobernantes en turno, por lo que esos puestos están “amarrados” a los ordenamientos de los grupos del poder ligados al gobierno.

Es por eso que no se prevé que los resultados de los estudios realizados por peritos de la CNDH y por el propio presidente de la misma tengan resultados favorables para los habitantes de Chalchihuapan, agredidos por la policía estatal: “Los vemos atados de manos, por eso no es posible una investigación adecuada y es posible que los resultados vayan en contra de lo observado por la opinión pública, en términos de la violación de los derechos humanos de los afectados”.

Desde la perspectiva del analista político de la UAP, el presidente de la CNDH hace un mal papel, porque no habla de los ilícitos y de las violaciones constantes a los derechos humanos de los habitantes de la comunidad, que sufrieron agresiones reiteradas de la policía estatal: “Por eso el presidente de la comisión, Raúl Plascencia Villanueva, llega a la investigación amarrado de las manos y trae línea de los gobiernos estatal y federal”.

Y en pleno proceso de reelección de Plascencia Villanueva al frente de la CNDH, Arellanes Jiménez afirmó que todo indica que su reelección al frente de la comisión será un premio de las autoridades gubernamentales, pero no porque actúe bien, tenga méritos o realice un papel adecuado, aunque queda la opción, que si la sociedad y los grupos que están en contra, se oponen, pueden evitar que se quede por un periodo más en el cargo.

Desde la perspectiva del investigador del Instituto de Investigaciones Políticas de la UAP, en su primer periodo Raúl Plascencia Villanueva, al frente de la comisión, no desempeña un papel adecuado, por lo que, desde su perspectiva, lo más conveniente es que deje el cargo en el momento en que le correspondan los cambios: “No le hemos visto un papel adecuado como comisionado presidente de la CNDH”.

De tal forma que Plascencia Villanueva no pone en riesgo su elección con el caso Chalchihuapan, pero dijo que los intereses políticos que se manejan en la vida pública del país no permitirán los avances democráticos: “Porque la Comisión Nacional de Derechos Humanos debe ser totalmente independiente y coadyuvar con las demandas ciudadanas, para eso se crearon las comisiones en el país”.

La observación 
Para Paulino Arellanes la CNDH pierde independencia y el carácter social para la que fue creada, porque responde a los intereses de los grupos políticos del momento, pero debiera responder primero a la sociedad, “porque se supone que es un órgano ciudadano, esa es su función y su facultad, para eso fue creada”.