Un revival priista se vivió en el Complejo Cultura del UAP.
El dirigente nacional del PRI, César Camacho Quiroz, alentó a las huestes priistas a comportarse como un partido opositor.
La toma de protesta de la cúpula tricolor reiventó a su partido que de “oposición responsable” —eufemismo con el que los priistas locales navegaron en su cercanía con casa Puebla— se mimetizó, por órdenes del mexiquense Camacho, en una “oposición aguerrida”.
La retórica del tricolor —salvo por las citas que Pepe Chedraui hizo del pacifista sabio oriental Gibran Jalil— fue como un “grito de guerra” para los priistas.
En las primeras filas los exgobernador del tricolor sorteaban, unos demudados y otros carisonrientes, el tomahawk discursivo de Camacho.
El salinista Guillermo Jiménez Morales, el oriundo de la región de ciudad Serdán Melquiades Morales Flores y un revitalizado Mario Marín Torres seguían las palabras del priista Camacho.
El líder nacional del PRI, César Camacho Quiroz, advirtió que no negociará las diputaciones y que las candidaturas del tricolor sólo serán entregadas a la militancia.
“Que se oiga claro donde se debe oír, el PRI no va a negociar las diputaciones que son de los priistas”.
Tras reiterar que el PRI ganará las 16 curules en las próximas elecciones, Camacho Quiroz cuestionó que el gobierno actual de Rafael Moreno Valle sea una administración que se sirva de los poblanos, que se preocupe solamente por su imagen y que no escatime en gastos para su imagen.
Los priistas, congregados en el auditorio del Complejo Cultural Universitario, aplaudieron la postura de Camacho Quiroz, en especial cuando se refirió al nuevo papel que jugará su partido como un partido “opositor” en el estado de Puebla.
Sin mencionar a Rafael Moreno Valle, gobernador de Puebla, Camacho Quiroz resaltó con calificativos el papel opositor de su partido calificando al gobierno de Puebla como un gobierno “intransigente, insensible”.
El dirigente nacional del expartidazo convocó a los priistas a la unidad, porque dijo que es la manera de evitar los “atropellos” del gobierno estatal.
La filípica tricolor encendió los ánimos.
Si ya Allende Cano, en su discurso, había criticado al gobierno estatal diciendo “no toleraremos más abusos de gobernantes que le han dado la espalda a la gente”, Camacho Quiroz remató con su retórica semiincendiaria.
Pero quien se mostró tibio y casi pusilánime en sus críticas fue el dirigente municipal del tricolor, Pepe Chedraui, quien alcanzó a decir: “Como oposición debemos ser esa voz que señale los excesos y que impida un gobierno municipal falto de un proyecto municipal, que vive sin servicios públicos de calidad”.
Ante los militantes de su partido, Camacho Quiroz insistió en que los diputados locales contarán con el respaldo del CEN del tricolor para que asuman posiciones de contrapeso en el poder legislativo.
Pero el mensaje del dirigente tricolor no se dirigió únicamente a que los priistas abandonen su actitud sumisa en las representaciones legislativas locales
Camacho Quiroz llamó a la nueva dirigencia a incluir a todos las corrientes y liderazgos priistas, y a privilegiar el diálogo con sectores y organizaciones de su partido, y a que la dirigencia se comporte con apertura.
El presidente nacional del tricolor agradeció públicamente el trabajo realizado en condiciones de “resistencia” a los dirigentes salientes, Pablo Fernández del Campo y Silvia Elena del Valle.
Los priistas se engallaron con las palabras del jerarca del expartidazo, quien acudió a la toma de protesta de la dupla al PRI estatal encabezada por Ana Isabel Allende Cano y Víctor Gabriel Chedraui.
La nueva dirigente estatal del tricolor, Ana Isabel Allende Cano, resumió el espíritu opositor de su partido criticando a los gobiernos emanados del PAN.
“Hoy la forma de gobernar en el estado de Puebla es unipersonal y no con la visión colectiva de la sociedad que demanda transformaciones para mejorar la seguridad, la educación, el campo y la protección a los derechos humanos”, sentenció Ana Isabel Allende.
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César Camacho Quiroz tundió al gobierno estatal pero evitó mencionar por su nombre al gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle.
La secretaria general del PRI, Ivonne Ortega, se fue por el “rollo” de la unidad. La exgobernadora yucateca recicló por enésima vez su discurso sobre el porqué de ser priista con matices sobre el origen de su priismo.
Ortega le preguntó a los priistas: “¿Por qué son priistas”.
Y las respuestas fueron vagas y variadas. Entre la de “porque somos revolucionarios” y el “porque el PRI sí ayuda a la gente”, suerte de elogio del clientelismo, la exgobernadora de Yucatán se mostró entusiasta pero distante de lo que sucede en Puebla.
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El dirigente nacional del tricolor, último orador del acto tricolor, subrayó la distancia entre el priismo nacional y Casa Puebla.
En primer lugar, Camacho señaló la institucionalidad del relevo en el tricolor: “Nuestro partido afecto a las instituciones y sabedor que periódicamente tenemos que renovar nuestros cuadros y nuestra dirigencia asiste puntual a una renovación remozada, cuidadosa, sensible y eficaz por mantener nuestra actitud de reconocimiento a quienes hicieron bien las cosas, a Pablo Fernández y a Silvia Elena del Valle, les expreso reconocimiento y gratitud”.
Camacho le dio su voto de confianza a Ana Isabel Allende Cano y a Víctor Gabriel Chedraui, de quienes dijo: “Cuya historia de vida está caracterizada por la fidelidad al partido, por el trabajo modesto y por hacer suyas las demandas de los poblanos. Veo con enorme simpatía y una gran esperanza la llegada de Ana Isabel y de Víctor Gabriel a la dirigencia estatal. Ellos tienen la encomienda de abrir de par en par las puertas de la dirigencias, sectores y organizaciones, expresiones territoriales y las diversas corrientes que deben ser reconocidas e incorporadas expresaron en una actitud su respaldo a la dirigencia.
Exgobernadores, senadores, diputados, locales y federales solo en una relación de horizontalidad se pudo concretar una nueva dirigencia que más le vale mantener una actitud ciertamente aguerrida pero también de responsabilidad.
Pero el momento en que los priistas aplaudieron fue cuando Camacho se lanzó en contra de la administración estatal: “No se vale un gobierno soberbio e intransigente; seremos oposición leal y edificante líder. Vamos por la dignificación de Puebla”.
En el tema de la dirigencia estatal del tricolor, Camacho insistió en que la nueva dirigencia es el resultado del consenso: “Sólo en una relación de horizontalidad se pudo concretar una nueva dirigencia. Este gran partido lo será mucho más en la medida en que no nos preguntemos qué puede hacer por nosotros sino qué podemos hacer por él. El partido ha sido generoso con nosotros es el tiempo de devolver lo que nos ha sido dado y si quieren tener opción de futuro y todos tienen derecho a tenerlo pues a jalar parejo, a cerrar filas.
“Unidos, unidos nadie nos gana”, dijo en lugar común.
Camacho señaló que en su partido se combinan generaciones: “Vamos a lograr que resurja un priismo en donde ha sido vital en todos sus capítulos el entreveramiento generacional. A partir de la experiencia no se jubila todos quienes han tenido una responsabilidad no sólo son respetados sino bienvenidos.
”Quienes la quieren la merecen, pero hay que trabajar por ella”.
En su arenga, Camacho lanzó críticas contra el gobierno estatal: “El más importante de nuestros mensajes será el de la unidad del PRI.
”Una unidad viva que la unidad que se construye con voluntad y compromiso con ejercicio de responsabilidad.
”Y más nos vale estar unidos porque esa será la única manera de evitar los excesos, los atropellos de un gobierno que no sirve a los poblanos y que sólo se sirve de los poblanos”.
Los aplausos encendieron el ánimo del político mexiquense: “Un gobierno insensible, un gobierno que no escucha, un gobierno intransigente, soberbio e intolerante. No se vale ensimismarse y suponer que la razón es la propia, hay otros, habremos otros que asumiendo el papel de oposición estaremos ahí respaldando cuantas iniciativas que se pongan a discusión en el Congreso local, de los ayuntamientos, incluso podrán contar con el respaldo de la dirigencia nacional siempre y cuando sea bueno para Puebla y los poblanos”.
El líder del expartidazo señaló que su partido será “oposición leal que no se va a dejar que la atropellen y menos que atenten contra los poblanos.
”Hemos resistido mucho y lo vamos a seguir haciendo. Queremos seguir airososos”.
”Que se oiga claro donde se debe oír, el PRI no va a negociar las diputaciones que son de los priistas”, lo que le ganó nuevamente aplausos.
Sobre las elecciones del próximo año, Camacho Quiroz confió en el repunte de su partido: “Es una legítima pretensión ganar las 16 diputaciones federales. Se puede se ha podido, se va a poder y lo vamos a hacer si escuchamos y si hacemos caso a la sensibilidad a Puebla y a los poblanos. Ocho candidaturas serán para mujeres, se las merecen, las van a tener y las van a ganar”.
El líder priista insistió en que su partido está listo para recuperar espacios de poder en Puebla: “El Comité Ejecutivo Nacional hoy refrenda su compromiso con el aguantando cualquier embate defiéndanos con la ley y con el factor de la unidad
”El priismo poblano no sólo es fuerte con su dirigencia, lo es por sus senadores, diputados, diputadas federales y por su fracción en el Congreso local y por muchos servidores públicos que trabajan cerca de Enrique Peña Nieto.
”Nosotros no vivimos con nostalgia de lo que hemos podido hacer en otros tiempos. Recordamos con la certeza para ir al futuro”.