Ante los hechos ocurridos el pasado 26 y 27 de septiembre del presente año, nosotros, los estudiantes de la Escuela Libre de Derecho de Puebla expresamos nuestra inconformidad e indignación por la violación a los Derechos Humanos por parte de las autoridades del Municipio de Iguala, Guerrero. Exigimos la investigación de los actos delictivos ocurridos,  la búsqueda exhaustiva de los culpables de la desaparición de los 43 normalistas y presentar ante la justicia a los responsables sin dar lugar a la impunidad, así como la rendición de cuentas a todo el pueblo mexicano sobre estos atroces sucesos. 

Exigimos que el gobierno nos garantice seguridad, pues al ser testigos de los actos cometidos surge la pregunta de hasta donde estas acciones pueden seguir violentando  la esfera jurídica de los gobernados, cuántas veces más puede suceder esto, pero sobre todo hasta donde podemos continuar siendo afectados. 

Nos preocupa profundamente pensar que la nación mexicana ha estado sumida en la fosa de la indiferencia que ha sido profundizada por la escasa atención y prioridad con que el Estado ha atendido los asuntos de  violaciones a los derechos humanos. 

Pero hoy es tiempo de rellenar esa fosa,  pues el insomnio del país persiste en un sueño de ayer y hoy como una población consciente y preocupada por el respeto   de los Derechos Humanos,  y es menester de nosotros como  jóvenes comprometernos con los conflictos que tiene el país hoy en día. 

Amnistía Internacional México ha hecho un análisis de todos los actos arbitrarios de autoridad, refiriendo que  la nación mexicana se encuentra en el peor momento en materia de derechos humanos desde el 68 y estas desapariciones no son sino consecuencia de la poca atención por parte del  Gobierno al respeto del Estado Social Democrático de Derecho,  en el cual,  además del respeto irrestricto a nuestros derechos fundamentales se pretende la concurrencia de todos los sectores sociales.

La obra pública y la publicidad de los actos de gobierno, han sido prioridad por encima de mejorar  e implementar nuevos sistemas de mejora de la seguridad pública, sin embargo esto no tendrá su fin solo, pues el pueblo mexicano no solo pide, si no exige y aclama a gritos un cambio. 

Es por eso, que hoy los estudiantes decidimos unir nuestras voces, decidimos que es momento de actuar y de sacar al país de esa profunda fosa, decidimos que todos somos estudiantes, activistas, pero sobre todo mexicanos, y que no hay que esperar a salir de los salones de clase para empezar a involucrarse de manera activa con los problemas sociales que tienen a la nación presa del miedo e incertidumbre.  Las voces de las redes sociales deben salir a las calles, deben plasmarse en la realidad mostrando empatía ante las  deficiencias del sistema mexicano que actualmente se presentan.

Hoy decidimos redoblar los esfuerzos al exigir al Gobierno en sus distintos ámbitos de competencia cumpla con las funciones que les hemos encomendado, cumpla con los compromisos y responsabilidades que asumió al recibir nuestro voto, pues es tanto un derecho como una obligación de los ciudadanos el hacer valer nuestras voces.