La Secretaría de Transportes com enzó a retirar unidades de las rutas Galgos del Sur y Mayorazgo, ante la proximidad de la inauguración de la línea 2 del Metrobús o Red Articulada de Transporte Articulado (RUTA).
Mientras tanto, una unidad articulada y otra sencilla iniciaron recorridos de prueba en los carriles confinados de la 11 Norte-Sur, los que —cabe decir— provocaron más congestionamientos viales.
En tanto, transportistas sostuvieron un encuentro con autoridades de la ST, luego de que señalaron a Intolerancia Diario que las unidades están siendo retiradas de la circulación por autoridades de dicha dependencia con cualquier pretexto, sobre todo como medida de presión.
En dicha reunión, de más de cinco horas, los concesionarios salieron insatisfechos sin ninguna fecha fatal para que sigan circulando sus unidades en este derrotero, aunque piensan que en unos nueve días ya no lo harán.
En tanto, las autoridades de ST no doblaron las manos, y les indicaron que los vehículos decomisados no pueden salir por estar irregulares, y hay multas de hasta 7 mil pesos por infracción, por lo que —piensan— que son medidas dilatorias para irlos desapareciendo.
Indicaron que los decomisos repitieron en los últimos días, y obviamente va encauzada a sacarlos de la circulación de la avenida 11 Norte-Sur, ante la llegada de la RUTA.
Comentaron que este mismo día iniciarán pláticas con las autoridades, sobre todo porque no han sido informados del futuro de sus unidades ante la llegada del metrobús.
Los concesionarios inclusive tienen temor de que los vayan a aprehender, y ser metidos a la cárcel con cualquier pretexto, luego de amenazas que les han hecho algunas autoridades de la ST.
Mientras tanto, camiones con algún vidrio roto, llantas lisas, publicidad sin permiso o algún faro descompuesto están siendo encerrados en distintos corralones.
Algunas de las unidades tienen calcomanías que alertan a los pasajeros en contra de la RUTA, señalando que dicho transporte les afectará en sus bolsillos al ser más caro, además de que los dejará más lejos de sus destinos.
Esta situación, afirman, molestó a las autoridades poblanas, por lo que se iniciaron los operativos de retiro de unidades.
Hermetismo y amparos
Solo 20 por ciento de los concesionarios con rutas que abarcan el tramo de la 11 Norte-Sur ha aceptado unirse a un fideicomiso para la línea 2 de la RUTA.
Sin embargo, las cifras son extraoficiales, debido a la opacidad en que ha incurrido la ST, a cargo de Bernardo Huerta Couttolenc. Ni siquiera el enlace de comunicación de la dependencia, Pedro Quiroz, toma las llamadas de este medio de comunicación, luego de que se le pidió información sobre el futuro de las rutas; simplemente colgó para no volver a contestar.
En tanto, fuentes de transportistas, quienes insisten en el anonimato por temor a represalias, señalaron que la única propuesta que han tenido fue hace más de seis meses, para conformar un fideicomiso como el que se hizo para la línea 1 de la RUTA.
Sin embargo, en aquella ocasión nadie aceptó la propuesta al desconfiar de las autoridades, ya que en una carta primero deberían de entregar su concesión a la ST.
Pero con el paso del tiempo, al menos 20 por ciento de más de 350 concesionarios ya ha aceptado, en su mayoría argumentando temor a más represalias si llegan a inconformarse contra las autoridades, sobre todo al ver la aprehensión de decenas de presos políticos.
Pero el resto de los concesionarios han recurrido a centenares de juicios de amparo, los cuales están procediendo poco a poco.
Por el momento, como Intolerancia Diario lo ha informado, al menos 40 transportistas se han protegido para que no les apliquen las reformas a la Ley de Transporte, y sus unidades puedan seguir circulando.
Lo anterior implica que el gobierno de Puebla no les puede retirar la concesión, solamente hacer los cambios de ruta o derrotero necesarios ante la llegada del metrobús en la zona de la 11 Norte-Sur.
Todos estos meses la dependencia estatal ha mantenido silencio sobre la situación, haciendo que la incertidumbre crezca no sólo en los concesionarios, sino también en los empleados que viven de estas rutas de transporte público.
Señalaron que este hermetismo es el que provocó que acudieran a la justicia federal para protegerse ante la llegada del metrobús y sobre todo ante la experiencia ganada por el ejemplo de la línea 1 de la RUTA.
Fue en los primeros días de noviembre cuando el juez de distrito resolvió a favor de los concesionarios, al otorgar la suspensión definitiva de los alcances de la legislación que pudieran perjudicarlos.
Sin embargo, la ST no se quedó de brazos cruzados y metió un recurso de revisión para que sea un cuerpo colegiado conformado, por magistrados de la justicia federal, el que revise el amparo que perdieron, que sería su última opción.
Se espera que sea a principios de 2015 cuando los magistrados federales del Poder de la Judicatura Federal resuelvan el asunto, justo unos días antes de la inauguración de la línea 2 de la RUTA.
Todavía quedan pendientes más de 300 juicios amparos que están buscando protegerse para evitar que desaparezcan más de 30 rutas ante la inminente llegada del metrobús.
Los transportistas son de las principales rutas o derroteros que cruzan la avenida 11 Norte-Sur, al tiempo de acusar que la Secretaría de Transportes no les ha emitido ninguna información.
El ejemplo
En la primera línea de este nuevo sistema de transporte fueron retiradas alrededor de cien concesiones, con la promesa de que los transportistas serían parte de un fideicomiso en el cual recibirían alrededor de 6 mil pesos mensuales.
Sin embargo, al paso del tiempo, el dinero no les fue pagado por la empresa Servicios Articulados de Puebla (SAPI), mientras que el gobierno estatal inicio una recuperación de la administración de la RUTA ante supuesto fraude; pero los concesionarios se quedaron fuera.
Hace unos meses, el gobierno del estado retomó la administración de la línea 1 de la RUTA, la cual es ahora manejada por la dependencia estatal Carreteras de Cuota, luego de que apenas un día antes se reformó la Ley del Transporte en el Estado, donde se le facultó.
Fueron 152 concesionarios que circulaban sus unidades por el derrotero actual del metrobús, participaban en RUTA como accionistas, al cobrar 6 mil pesos mensuales, los cuales dejaron de pagarles hace medio año, y ahora ya no cuentan con nada.
“Ese fue un engaño que les hicieron a los concesionarios, primero les doraron la píldora al decir que recibirían su dinero sin trabajar, con el supuesto fideicomiso, pero les metieron una empresa que lo iba a administrar.
”Ellos entregaron inocentemente sus concesiones sin luchar, firmando todo, por lo que para el gobierno ya le fue fácil deshacer ese fideicomiso y dejar fuera de la jugada a cientos de familias, ellos mismos entregaron su patrimonio”, indicaron.
Por lo tanto, subrayaron, buscaron el amparo contra las modificaciones a la Ley de Transporte, para que no puedan retirarles las concesiones, por las que están dispuestos a pelear hasta las últimas consecuencias.
Aún se desconoce el futuro de los conductores de las unidades, pues se calcula que cada uno de los 300 camiones generan cinco empleos directos, por lo que cerca de mil 500 familias serían afectadas. “Los transportistas no saben nada de nada”, dijeron.
Hace más de un año se presentó oficialmente la nueva línea del metrobús, que tendrá un costo de más de 2 mil millones de pesos, por lo que desde entonces se negocia con transportistas sobre su papel en este proyecto.
Para el proyecto de la línea 1 del metrobús Chachapa-Tlaxcalalcingo, desaparecieron las rutas 32, 32 A y 36, entre otras, con sus respectivas unidades, las que se convirtieron en alimentadoras.
En algunos casos, como las rutas 32 y 32 A, ni siquiera fue cambiado su derrotero ante presiones de usuarios, por lo que hasta la fecha siguen haciendo el mismo camino de las desaparecidas.
Tras un recurso de revisión en la Comisión de Acceso a la Información Pública (CAIP), la dependencia entregara un alcance de respuesta bajo el oficio UAAI.ST.176/2013., donde aseguró que no habrá desapariciones de rutas de transporte público.
“Como puede apreciarse las rutas se reestructuraran, lo que implica que ninguna ruta saldrá de circulación”, señala el documento de respuesta a grandes rasgos.
Posteriormente, señala la respuesta firmada por María Alejandra Martínez Rubí, titular de la Unidad Administrativa de Acceso a la Información, de la ST: “Las rutas de incidencia directa son aquellas donde la mayoría de sus usuarios efectúan ascensos o descensos dentro de la Cuenca”.