Descargar la responsabilidad en contra de los habitantes de Chalchihuapan, por el enfrentamiento del 9 de julio, que terminó con la muerte de un menor de edad; fue un intento desesperado del gobernador Rafael Moreno Valle para exculparse, afirmó el regidor Iván Galindo Castillejos.
Lo que no termina de entender el mandatario estatal, agregó, es que la sociedad poblana ya sacó conclusiones, que fueron respaldadas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, “que por cierto, no ha cumplido en su totalidad”.
El cuarto informe de actividades, presentado el jueves pasado, aseguró el coordinador de la fracción priista de los regidores capitalinos, fue solamente una exhibición a modo de Rafael Moreno Valle, y no una rendición de cuentas.
Galindo Castillejos aseguró que el mandatario poblano hizo alarde de una parafernalia bien planeada y de una pasarela política, pero otra cosa es el criterio ciudadano de lo que sucedió.
Recordó que la CNDH concluyó, en sus investigaciones, que hubo violaciones graves a los derechos humanos de los habitantes de Chalchihuapan, y precisamente por eso mandó las 11 recomendaciones que hasta hoy no han sido cumplidas.
El regidor del partido tricolor recordó que el que mandó a los policías a frenar la manifestación en la autopista Puebla-Atlixco fue el secretario de Seguridad Pública, Facundo Rosas Rosas, que a su vez fue enviado por el gobernador del estado, por lo que ambos son los responsables del daño social.
Por eso afirmó que culpar a los habitantes de San Bernardino Chalchihuapan demuestra la arrogancia y la soberbia del mandatario poblano. “El único responsable de la masacre del 9 de julio fue el gobierno del estado”.
Afirmó que la gente de esa junta auxiliar solamente salió a las calles a exigir respeto a los usos y costumbres de su pueblo, porque les arrebataron derechos históricos, “y hasta al propio presidente auxiliar tienen encarcelado”.
En su intento de exculparse, aseguró el integrante del Cabildo poblano, el mandatario poblano mandó un mensaje directo a los movimientos sociales, que todo aquel que se exprese en su contra corre el riesgo de terminar igual que los habitantes de Chalchihuapan.
El mensaje de Rafael Moreno Valle es claro, dijo el regidor del PRI, que en Puebla el que levante la voz es proclive a la cárcel y a ser perseguido, es decir, “salir a la calle a manifestarse te convierte en víctima de la represión”.
Llama la atención, aseguró Galindo Castillejos, que el tema de Chalchihuapan lo dejó hasta el final y no le dedicó mucho tiempo, “fueron poco más de 30 segundo del mensaje, para hablar de un problema social tan importante”.
Lo que dijo el gobernador, agregó, es que el poblano que legítimamente salga a las calles para manifestarse será reprimido, por eso la sociedad sabe que vivimos en un estado represor que coarta la libertad de expresión y vulnera los derechos humanos de las personas.
El tema de los derechos humanos, aseguró Iván Galindo Castillejos, es uno de los grandes pendientes del gobernador del estado de Puebla, Rafael Moreno Valle.
Los derechos humanos son totalmente vulnerables ante un gobierno que no acepta la crítica y la protesta, por eso dijo que la sociedad debe retomar la protesta social, porque es un derecho ciudadano respaldado por la Constitución mexicana.
El regidor priista ratificó que el tema de los derechos humanos se encuentra totalmente vulnerado por el gobierno del estado, y prueba de ello es que la Comisión Estatal de Derechos Humanos da pena y es una caricatura del gobernador poblano.
El titular de la comisión, Adolfo López Badillo, agregó el regidor del partido tricolor, es un patiño del morenovallismo, y es una verdadera lástima lo que hace porque no defiende a los ciudadanos y guarda un silencio cómplice a favor del gobernador.
Puebla, dijo Galindo Castillejos, es de los estados en que menos se respeta la ley, y se persigue a los opositores del régimen, pero también existe una abierta complicidad entre la autoridad y la CEDH.
Por eso reiteró que el cuarto informe del jueves pasado no fue una rendición de cuentas, fue más bien una perorata, un monólogo, una puesta en escena con cifras alegres y totalmente maquilladas.