Los viejos estadios con historia y tradición se quedan con los mismos nombres mientras que estadios más recientes cambian de nombres por razones mercadológicas y de acuerdo a la oferta en el mercado y su potencial como equipos.
Mientras en los Estados Unidos, la tendencia es que los estadios de futbol americano, beisbol, hockey y basquetbol tomen los nombres de las empresas patrocinadoras, poco a poco en los países sudamericanos, donde los estadios han sido construidos con recursos públicos, esta tendencia toma realce.
Pero las ciudades con equipos que son una tradición han evitado cambios de nombre o estadios patrocinados por empresas. Ni el Yankee Stadium ha cambiado su nombre. Tampoco el Nou Camp de Barcelona ni el estadio Azteca en la ciudad de México. A este último, en 1997 Televisa lo nombró Estadio Roberto Cañedo pero la gente lo siguió llamando estadio Azteca.
El gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, explicó este domingo las razones del cambio de nombre al estadio Cuauhtémoc: “Tuvo que haber existido algún contrato, y por eso el estadio recibía ese nombre, sin embargo hace muchos años que el gobierno no recibe ni un peso por mantener el nombre del estadio”.
Además, Moreno Valle externó que “como el inmueble es público y no se está obteniendo algún beneficio pues se está buscando generar ingresos”.
Es la segunda ocasión que el gobierno estatal renueva un inmueble del extinto arquitecto mexicano, Pedro Ramírez Vázquez.
Ramírez Vázquez construyó el Auditorio Siglo XXI. Pero el auditorio fue remozado, alterando su fachada original y su nombre se cambió al de Auditorio Metropolitano.
Sin embargo, la gente lo sigue conociendo y llamado Auditorio Siglo XXI. Aún las páginas de venta de boletos para los espectáculos como Ticketmaster lo siguen llamando Auditorio Siglo XXI.
La fachada de talavera del inmueble, modificado durante el gobierno morevallista, se cambió por una fachada de cristal templado y acero.
En nuestro país, está tendencia ha aumentado.
Es el caso del estadio BBVA Bancomer de los Rayados de Monterrey.
El estadio fue construido por grupo Femsa y el club de fútbol Monterrey. Se inauguró en agosto del 2015.
El estadio del club Monterrey fue diseñado por la firma de arquitectos Populous y costó 200 millones de dólares. El nuevo estadio cuenta con 4 mil 500 asientos de club y 324 suites; también incluye los asientos más cómodos de cualquier estadio de fútbol profesional. El diseño del estadio es de forma orgánica.
Otro estadio con nombre de una firma es el estadio Omnilife de las Chivas de Guadalajara.
El proyecto es de Jean Marie Massaud & Daniel Pouzet, de Studio Massaud Pouzet, firma francesa. El diseño del estadio semeja un volcán que se rodea de vegetación natural y que se fusiona con el paisaje.
El estadio costó 2 mil millones de pesos
El inmueble es la casa del rebaño sagrado. De acuerdo a su propia página web: “El Estadio Omnilife cuenta con dos pantallas gigantes que miden 11.50 x 6.70 metros cada una, con resolución pitch de 10 mm, únicas dos pantallas existentes en un estadio de América Latina con formato HD. El terreno del Estadio Omnilife es de 132,000 m2, además tiene 70,000 m2 de áreas verdes.”
Además, el estadio cuenta con un sistema que aprovecha el agua de lluvias, una planta de planta de tratamiento de aguas residuales para reutilización en servicios y cuenta con un sistema de ventilación cruzada que evita la necesidad de tener aire acondicionado. Cuenta con mingitorios de tipo seco. Y su iluminación es controlada de manera inteligente.
Otro estadio que también fue modernizado es el estadio Corona del Santos de Torreón. Este estadio forma parte del complejo deportivo Territorio Santos Modelo. El estadio cuenta con 30 mil lugares, 112 suites y 2 palcos especiales. Además de una zona lounge.
El estadio Banorte de los Dorados de Culiacán se construyó en el 2003 en un tiempo record de 3 meses para alcanzar las características requeridas para un estadio de primera división. Su aforo original era de 16 mil personas pero ahora alcanza las 25 mil personas. Cabe señalar que el estadio se construyó con recursos públicos
El estadio se concesionó por 15 años, con el aval del Congreso del Estado a la empresa Estadios de Sinaloa, S.A. de C.V. La empresa paga $120 mil pesos anuales al patronato impulsor del deporte sinaloense A.C.
En el caso del beisbol en Tijuana existe el estadio Gasmart, casa de los Toros de Tijuana, el cual es propiedad del gobierno de Baja California, pero el nombre del inmueble se vendió primero a las tiendas de autoservicio Calimax y luego a la cadena de gasolineras Gasmart.
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En Alemania, destaca el estadio del Bayern Munich, Allianz Arena.
La impresionante y modernista fachada del Allianz Arena se ha vuelto emblemática de la arquitectura deportiva en Europa y ejemplo en el resto del planeta. El aforo del estadio es de 70 mil aficionados. Por las noches el estadio adquiere una tonalidad rojiza muy atractiva para los visitantes y su acústica permite que los equipos visitantes se aterren ante el apoyo local.
El inmueble fue diseñado por los arquitectos Jacques Herzog y Pierre de Meuron. En menos de una década, el estadio ha alcanzado renombre y reconocimiento en Alemania.
Además, cuenta con tecnología de comunicaciones, de iluminación proporcionado por la firma Philipps y cuenta con 130 lugares de estacionamiento para personas con capacidades diferentes.
El éxito del estadio fue tal que el equipo logró pagar de manera adelantada los 346 millones de euros que pidió prestados para la construcción estadio.
Al sur del continente, la firma Allianz extiende su influencia. La Casa del Palmeiras es el Allianz Parque en Sao Paulo. El cual sirve lo mismo para partidos de futbol que para los conciertos de Maroon Five o de David Gilmour.