Lino Romero Posadas rindió protesta como presidente municipal sustituto de Tlanepantla, quien indicó que privilegiará el diálogo y rechazó solicitar seguridad especial, luego de que el 12 de abril asesinaran al edil Efraín García García.

Entrevistado tras rendir protesta ante el pleno del Congreso del Estado, a cuya sesión solo asistieron 25 de los 41 legisladores, Romero Posadas indicó que lleva ocho meses trabajando como delegado de la Secretaría General de Gobierno y se desempeñó como juez del registro civil.

Comentó que a pesar de las versiones que se manejan, el municipio de diez mil habitantes se mantiene en calma desde hace algunos meses y los regidores del Ayuntamiento han trabajado de común acuerdo.

Al preguntarle sobre la seguridad con que cuenta el municipio, señaló que la Secretaría de Seguridad Pública envió seis elementos para patrullar la región, pero no se encuentran de fijo en la zona.

Advirtió que, hasta el momento, se cuenta con solo dos policías municipales para atender la población, por lo que será necesario contratar más elementos para poder atender a los ciudadanos.

Romero Posadas dijo que aceptó el cargo ya que la gente del lugar ha aceptado su mediación y recordó que el suplente de Efraín García, Ciro Peláez Hernández, rechazó asumir el cargo por motivos personales.

Los servicios del municipio, dijo, operan de manera normal, tanto tesorería como registro civil y ahora se trabajará en los temas de seguridad.

Municipio en conflicto

El 20 de octubre de 2015, en Tlalnepantla, los pobladores soldaron la puerta de la Presidencia Municipal para exigir la destitución del alcalde José Efraín García, a quien acusaban de incumplir con sus obligaciones

Durante más de un mes, los pobladores esperaron la respuesta de las autoridades estatales o representantes legislativos, pero nadie dio contestación a su demanda.

Cuando la policía intentó recuperar la Presidencia Municipal, habitantes que se encontraban en misa salieron de inmediato y se enfrentaron con elementos de la Estatal, junto con otros que fueron llamados por los inconformes.

Los cohetones utilizados para la fiesta patronal fueron dirigidos a los uniformados, además de envases con gasolina, aunque ninguno de estos dañó a los policías.

Mientras, en abril de 2017 habitantes tomaron nuevamente las instalaciones de la Presidencia Municipal, tras acusar a José Efraín García García, por un presunto desvío de recursos de más de 3 millones de pesos, adjudicación de obras sin licitación, entre otras anomalías.

Los inconformes, quienes cerraron el inmueble de manera pacífica, exigieron a las autoridades aplicar el peso de la ley en contra del edil: “Esta vez no nos vamos a dejar engañar y vamos a llegar hasta las últimas instancias”.

Agregaron también que en los tres años que llevaba la  administración no ejecutó las obras que prometió durante su campaña: “Por el contrario, lejos de servir al pueblo, vino a servirse del pueblo. Queremos su destitución y que se le aplique la ley”, insistieron los vecinos molestos.

El alejamiento de Efraín García

El día del crimen del presidente municipal, el comisionado nacional del Partido del Trabajo, Zeferino Martínez Rodríguez señaló que García García era militante del partido pero en los últimos años se había alejado luego de que le tomaran la presidencia municipal los habitantes del lugar, pero aclaró que no había  división con él.

Martínez Rodríguez dijo que además de condenar el asesinato de su compañero y exigir el esclarecimiento, una situación que preocupa es el clima de inseguridad y violencia que se está presentando en diferentes puntos del estado con el asesinato de presidentes municipales y candidatos.