Al inaugurar las nuevas instalaciones de Casa Puebla, que fuese residencia oficial de los mandatarios estatales, el gobernador Miguel Barbosa señaló que se le regresó a sus propietarios y se dijo privilegiado de poder inaugurar el recinto para los poblanos, pues este era usado como ostentación y para demostrar quién mandaba.

“Solo así entendemos el ejercicio del poder. Que feo hubiera sido vivir así, para empezar me hubieran espantado. Lo encontramos lleno de santería, horrores”, reveló.

Señaló que la reconversión de Casa Puebla, para que se vuelva un centro de recreación, distracción y para que las familias poblanas se reúnan y deje de ser lo que fue, es un hecho importante y de enorme significado.

“La reconciliación del poder frente a la sociedad, eso es, es reconciliar”, dijo.

Barbosa Huerta señaló que el poder público se sostiene de una sociedad con símbolos y protocolos que son válidos, siempre y cuando no representen opulencia, exceso, derroche, fantochería y corrupción.

“Mucho de eso aquí ocurrió en la llamada Casa Puebla, desafortunadamente en México, mucho de esto ha ocurrido y sigue ocurriendo, la Casa Tabasco, Veracruz, que no ocupan ya, la Guerrero, ¿qué es eso?”, dijo.

Aseveró que era una forma de mantener frente a la gente una impresión de poder y decir “aquí están los que mandan, aquí viven los que mandan”, añadió

“Aquí se desatrampan los que mandan, en eso convirtieron este lugar. Ningún gobernante debe tener un lugar de privilegio para vivir y debe pagarse sus tres comidas, así de simple”, insistió.

“La dignidad empieza hoy, lo anterior fue vergüenza, por eso estoy contento, porque podemos dar un mensaje de lo que significa la nueva sociedad”, sostuvo.

La transformación e inversión pública es para hacer lo que es un lugar de enorme dignidad al servicio de la gente, dijo al invitar a la ciudadanía a acudir con sus familias

“Hoy si es Casa Puebla, la casa de los poblanos, antes era la casa de los que vivían acá. Todos hicieron fiestas acá, que bueno que yo no vine a ninguna. Todos hicieron destrampe acá, con helipuerto donde bajaban las libélulas gigantes se puso una concha y es un auditorio al aire libre”, explicó.

De este modo retó al que venga a ser el relevo de gobernador o gobernadora, que vuelva a hacer su casa para vivir y desconvierta esto que ya es de los poblanos.

“Se entrega esta casa Puebla a sus legítimos propietarios, a los poblanas y poblanos, el poder y los poderosos la usurpaban, hoy vuelve a ser de la gente”, sostuvo.

 

La fiesta

Una fiesta se convirtió la inauguración de Casa Puebla, con el marco del Día del Niño, en la que la crema y nata de la política poblana se hizo presente en las antes infranqueables puertas de la que era la residencia oficial del gobernador en turno.

El gabinete completo y los líderes de los poderes legislativo y judicial se dieron cita la residencia ubicada en la zona de los Fuertes de Loreto y Guadalupe.

La diferencia es que ahora no fue para una de esas reuniones gubernamentales a puerta cerrada, sino para abrir ese espacio que pagaban los poblanos por décadas.

Desde el gobernador Carlos Betancourt en los años 40 del siglo pasado, los mandatarios estatales la ocuparon como su casa rodeada por un pequeño bosque, por seis años, algunos menos

Nadie sabía que pasaba adentro, ya que literalmente era un bunker, lleno de guardias, como un centro de exclusión en el estado, donde pocos podían entrar.

Muchas historias o leyendas crecieron en lo que pasaba al interior, desde partidos de futbol, hasta un gobernador que correteó a un empleado para golpearlo.

Ahora, desde este 30 de abril, la residencia con más fama en Puebla, dejó de serlo, para un espacio más de esparcimiento para los poblanos.

 

El rescate

Tras una restructuración y un último saqueo, las más de siete hectáreas de lujo y opulencia en Puebla, ya está al servicio de los ciudadanos, quienes podrán entrar a disfrutar distintas áreas.

En las instalaciones se montaron una clínica veterinaria, área de talleres, como alfarería, danza, tejido, bordados, entre otros,

Asimismo una galería de inclusión sensorial, donde por medio de recorridos se comprenderá la importancia de los sentidos, así como un auditorio al aire libre, el que será destinado para artistas, con capacidad para mil 50 personas con vista a la ciudad de Puebla y los volcanes.

Asimismo hay un bosque con pista de un kilómetro, además con palapas, área de venados y rehabilitación de equinoterapia.

También se habilitaron canchas de basquetbol futbol, infantil y semiprofesional, gimnasio con ring, cafetería, salón de usos múltiples y área de servicio.