El calendario marca viernes 12 de agosto. A medio día el gobernador Miguel Barbosa nos abre las puertas de Casa Aguayo para platicar sobre los primeros tres años de su gobierno.

Hay temas que, por más que ya hayan sido platicados, son obligados: Salud, Educación, Seguridad, y por supuesto el mapa político local, de cara al 2024. Junto a doña Rosario, su esposa, quien acompaña la charla a unos metros de distancia, el mandatario se dice “tranquilo” sobre el rumbo que ha tomado su proyecto, aunque –aclara –aún queda mucho trabajo por delante. Comenzamos.       

Tres años de gobierno y a dos años de que concluya tu gestión, ¿qué es lo más importante y lo que hay que destacar de tu administración?

Bueno, yo quisiera que la gente compartiera conmigo una reflexión, que es a tres años de que iniciamos el gobierno de Puebla. 

En Puebla, los poderes públicos funcionan; están ejerciendo sus atribuciones en términos de la ley, de la Constitución. Los órganos del Estado, funcionan. Los gobiernos municipales, funcionan. Es decir, hay una estabilidad en todo el territorio poblano, desde el papel que juegan los poderes públicos. No hay ninguna zona del estado que esté bajo control criminal. Sí hay muchos fenómenos de violencia, en algunas zonas más que en otras, pero el Estado está sobre cualquier grupo violento criminal que transgrede la ley. Ese es el resumen de tres años. No tenemos un estado levantado, en cuestiones de relaciones entre sociedad o de sociedad con el poder público. Yo puedo estar en cualquier zona del estado y la gente me conoce, me acepta y tengo relación con todos ellos, y sus autoridades están trabajando. Esa es la reflexión de tres años de gobierno.

Son diferentes áreas, pero hemos visto, por obvias razones, prioridad en tres de ellas: salud, seguridad y de la infraestructura que se requiere. ¿Cómo vamos en el avance del proyecto completo de cinco años?

Primero, el gobierno que encabezo tiene una precisión y que creo que debe ser la orientación de todo gobierno en nuestro país, que es la lucha contra la desigualdad. Somos un país con una sociedad de enormes desigualdades. Y por tanto, todos los gobiernos deben estar encaminados a disminuir o eliminar la desigualdad. La desigualdad no es que todos tengamos los mismo o que todos compartamos el mismo nivel de vida, esa no es la igualdad que podemos encontrar y alcanzar. La lucha de la desigualdad es que toda la gente tenga el acceso a satisfacer sus requerimientos en muchas áreas de su vida: educación; salud; seguridad pública; infraestructura; procuración de justicia; administración de justicia; combate a la corrupción; apoyo al campo; seguridad social, para quienes tienen un sistema de asistencia social como trabajadores de particulares o del gobierno. Todo un conjunto de cosas constituyen los elementos que se requieren para vivir en sociedad y para que tengamos una sociedad que funcione. Ese es el propósito de todo.

Empecemos por la educación.

Puebla es un estado muy fuerte. Los estados más poblados invierten más en educación. En Puebla se invierten hasta 33 mil millones de pesos anuales, en todo el sistema educativo poblano. ¿Origen del fondeo de ello? Federación y Estado. Pero es la mezcla de recursos más grande en un área determinada, desde educación inicial, preescolar, básica, media superior y superior. Todos los niveles educativos y mantener un funcionamiento de, al menos, 15 mil escuelas; de tener 115 mil maestros y de provocar todo un funcionamiento complejísimo en toda nuestra entidad; pero estamos al corriente. No tenemos los reclamos de los maestros a los que se les deben salarios, prestaciones laborales, y sí tenemos que estar resolviendo situaciones de infraestructura educativa. Nosotros arreglamos hasta 500 escuelas anuales: reparamos aulas, damos mantenimiento, paredes, techados; todo lo que implica el funcionamiento de una escuela. La gente, hoy, como hemos abierto los temas de atención ciudadana, se acerca y nos pide desde la pintura de la escuela, el mantenimiento, el abastecimiento de agua y energía eléctrica; damos uniformes y zapatos y no bajo los criterios de zapatos de plástico, de hule y uniformes enormes de una calidad despreciable. Entonces, hoy damos zapatos cómodos, de calidad adecuada, y uniformes de calidad adecuada.

Tú eres fruto del subsistema de los centros escolares, del que los poblanos nos hemos sentido orgullosos, pero con el tiempo se fue perdiendo esa calidad educativa.

Sí.

¿Cómo estamos en este momento? Porque sé que tienes un particular interés en los centros escolares.

Bueno, yo he visto que la educación masiva, la que hoy se tiene que otorgar a esa enorme cantidad de alumnos, puede tener el riesgo de disminuir su calidad, y estamos revisando todo ello; estamos aplicando medidas, haciendo cambios. Sí creo que ha bajado el nivel educativo en muchas escuelas, en muchos subsistemas, y eso es muy preocupante. Porque no solamente es que estén en la escuela nuestras niñas, niños, jóvenes, adolescentes, hombres y mujeres, personas con educación superior, sino que también tiene que haber el nivel académico para que, cuando salgan de las escuelas, tengan capacidad para ser útiles en la sociedad, en el trabajo, en una vida profesional. Sí, existe eso y hay que reconocerlo.

En el sector Salud, el balance ya enfrentada la pandemia y, esperemos, de salida.

Nuestro sistema de salud es muy fuerte. Creo que puede ser de los más fuertes del país. Tenemos 56 hospitales, tenemos los CESSA (Centros de Salud Ampliados) con mayores atenciones que un centro de salud normal, tenemos centros de salud y más de 700 unidades médicas. Se hace una inversión pública muy fuerte, que no regateamos. Después de la inversión en educación, la que sigue es la inversión en salud, para mantener a los hospitales rehabilitados, con medicamentos, con tecnología y corrigiendo todos los vicios de atención a las personas que requieren satisfacer su derecho a la salud.

Pero con ese avance que tenemos en materia de salud, ¿te vas a mantener firme y no entrar al proyecto del IMSS Bienestar?

Sí, esta propuesta no es aquella que pueda generar, desde mi opinión, beneficios para el estado de Puebla y su población. El IMSS en Puebla tiene características, pero con mucho respeto, diría yo, funcionamos mejor que el IMSS. Y esa estrategia de llevar a los sistemas de salud estatales bajo el IMSS Bienestar, del presidente de la República, dijo que era voluntario. Así lo asumo yo.

Sobre el tema de Seguridad. ¿Estamos mejor que como estábamos cuando llegas al gobierno?

Yo encontré a fuerzas del orden, del Estado, vinculadas a la delincuencia. Así las encontré. El crecimiento de grupos delictivos en todo el estado era producto de esa vinculación. Nos ha costado mucho trabajo, nos cuesta mucho trabajo; es una situación compleja. Todo el tiempo hay que revisarla, todo el tiempo hay que renovarla, todo el tiempo. No tiene forma de que funcione de otra manera. La condición humana en los temas de seguridad pública, desde las policías, es de estar permanentemente tomando decisiones. Hay muchas formas de que se involucren conductas ilegales, y lo hemos mantenido así, y lo tenemos que seguir manteniendo. Y así lo tienen que seguir haciendo todos los que vengan a gobernar. Por eso, a los presidentes municipales, les he dicho que investiguen todo lo que se dice de sus policías, porque, quien no lo hace, a pesar que le llega toda la información, se empieza a vincular, permitiendo que funcionen las cosas como no deben de funcionar. Es muy complejo los temas de investigación delictiva; los temas de aplicación de la ley desde juzgados y tribunales en materia penal; la coordinación que debe existir entre órganos policiales dentro de un estado y con otros estados, con las fuerzas del orden de otros estados, y entre órdenes de gobierno; federación, estados, municipios, dentro de cada zona, dentro de cada estado y dentro los vínculos con entidades federativas. Muy complejo.

Hace unos días hablabas de la lucha que han tenido con el tema del huachicol. Lo que nosotros observamos en el día a día, por ejemplo, en zonas federales, recorre uno la autopista a México y se encuentra una y otra y otra base de gente invitándolo a estacionarse para que le suministre huachicol, y se encuentran patrullas de la Guardia Nacional, a uno o dos kilómetros, infraccionando camiones. ¿Cómo lograr que el esfuerzo que hacen los estados y los municipios puedan tener frutos si estamos viendo una GN que nos hace sospechar muchas cosas?

Los temas de tomas clandestinas relacionadas con robo de combustible, los resuelven la Secretaría de la Defensa (Sedena) y la Guardia Nacional, y no nos comparten ninguna información, ni de dónde está la toma clandestina ni de si hubo detenidos ni nada de eso. Es un asunto muy exclusivo de ellos.

Federal, cien por ciento.

Siempre. El tema de las bandas, ese sí lo asumimos nosotros. Porque la única manera de combatir el huachicol es la disolución de bandas criminales. Las bandas criminales que se dedican al huachicol también secuestran, también asesinan, también cobran ‘derechos de piso’. Pero aquí viene una condición: en cada región de nuestro estado, es más fuerte la ley que la delincuencia. Somos en el estado, más fuertes que cualquier grupo delincuencial. Eso es fundamental, si no empezaríamos a entregar territorio: municipios, distritos, zonas. Empezar a dejar que ellos controlen la vida social, económica, cultural. Eso es algo por lo que siempre pasa y se pelea.

Cuando tú, como gobierno, ves que hay dos bandas que se están peleando un territorio y una delite comete delitos contra otra, que la hace ver como más fuerte, tienes que ir y disolver a esa banda que asumió esa posición de supremacía; si no lo haces, automáticamente asumes que ya hay una banda que ya controla la delincuencia en esa zona. Así de grave. 

Nosotros hemos disuelto bandas de huachicoleros, bandas de zonas que secuestran. Para mí, hay cinco tipos de delitos: las bandas de crimen organizado; el robo a combustible; el robo a transporte público; feminicidios; delitos ordinarios, que son robos, carteristas, que en la calle presiona, obliga, manipula hechos para sacar beneficios; y el último, los delitos derivados del combate a la corrupción. Así puedo ver el panorama delictivo. Y tenemos que estar permanente accionando en cada una de esas áreas. Y además de desarrollar fortalecimiento institucional, de acciones de prevención, tenemos que desarrollar acciones legales para quienes ya infringieron la ley. Que no se haga excepcional la lucha del combate a la corrupción; que se haga normal. Lo que llamo la ‘normalización’ del combate a la corrupción. Pero también la ‘normalización’ del combate al feminicidio; la ‘normalización’ del combate al robo a combustible, a transporte público, a delitos ordinarios. Toda esta materia delictiva tiene que tener presente la sociedad que la estamos desarrollando. Es una actividad de siempre y de todo el tiempo.

Lo que se pierde en un poco tiempo, tarda uno mucho en recuperarlo.

A ver, no tiene mucho que descubrimos la infiltración del crimen en la policía estatal, desde el área de Inteligencia. Y tuvimos que asumir decisiones fuertes, pero descubres cosas que están ocurriendo desde tiempos anteriores, desde antes que las operes. Descubres eso y aplicas la ley. Y la ley es el procedimiento penal. Hay que meterlos a la cárcel. Respetando sus derechos humanos, respetando todo el debido proceso, pero hay que meterlos a la cárcel.

¿Ha entrado mucha gente a la cárcel?

Mucha. 9 mil (personas).

¿Por temas de corrupción?

En temas de corrupción, no sé cuántos, pero muchos. Pero en este gobierno se han detenido a 9 mil personas.

Con esas acciones, ¿no pasa por tu mente un temor futuro cuando ya no seas gobernador, de rencillas, de venganzas?

No lo sé. Te juro que no lo sé. Ese es el momento que me tocó vivir. Así me tocó gobernar. Yo no fui electo para ser cobarde. No sé serlo. Pero yo tomo las decisiones en función del momento que estoy viviendo. Nunca me pondré en esa condición de no asumir decisiones por temor al futuro, para nada.

¿Podemos hablar de política?

Vámonos.

¿Te preocupa tu sucesión?

Todo político debe participar en su relevo. No hacerlo también es un error. Pero no debe jugar en su relevo, su futuro. Ni su presente ni su futuro. Hay gobernadores, alcaldes, presidentes de la República que en su relevo se juegan todo. A ti ya ‘te tocó ser’; entonces, propicia que la decisión de quien sea tu relevo, hombre o mujer, sea una decisión tomada con el mayor equilibrio social. Eso es lo que tienes que pensar. Yo no voy a hacer política una vez que termine mi gobierno.

Con el ‘colmillo’ tan largo que tienes en política, sabías perfectamente cómo se iba a alborotar la ‘gallera’, una vez que dieras ‘luz verde’ a quienes tuvieran intenciones de buscar un cargo, y aparecieron las ‘corcholatas’ de inmediato. Y se destaparon algunas, me imagino, solitas y a lo mejor algunas con alguna ‘bendición’. Podemos hablar de cada uno de ellos, empezando por los que están cercanos a ti, como Sergio Salomón, Olivia Salomón, Melitón Lozano, el doctor (José Antonio) Martínez, Héctor Sánchez. ¿Tú ves en algunos de ellos perfiles idóneos para ser gobernadores?

Claro que sí. Yo celebro que se hayan expresado ellos, en su legítima aspiración de gobernar este estado, pero no seré yo quien determine que lo sean. Yo celebro que aspiren y les veo perfil para que ellos participen. Sólo eso.

¿Les ves mejor perfil que a Ignacio Mier y Alejandro Armenta?

Mira, no me toca a mí opinar sobre eso, pero sí te quiero decir que ellos tienen el mismo derecho que cualquiera, entre ellos, Armenta e Ignacio Mier; el mismo derecho. Y bueno, a ver, desde los cargos de legislador, no necesariamente se gana una candidatura; desde los cargos de diputado local, no necesariamente se gana; desde los cargos de miembros de un gobierno, no necesariamente se gana; desde los cargos de los poderes públicos estatales, no necesariamente se gana una candidatura. Que nadie dé por hecho que está descartado o que la tiene asegurada. Desde las amistades que se presumen como si fueran compadrazgos, tampoco se definen las candidaturas. Que todos respeten a la sociedad.

En encuestas recientes, en columnas, se vislumbra un nombre que no necesariamente es uno de los que ya hemos citado, y que por su natural cercanía con el presidente, la convierte en un personaje que va a dar de qué hablar, seguramente: Beatriz Gutiérrez Müller. ¿Qué piensas de ella?

Para mí, la señora es una poblana respetable, que ha guardado una posición muy cuidadosa como esposa del presidente de la República, y que no ha tenido ninguna expresión en el sentido de buscar ser candidata a gobernadora de Puebla; eso es lo que te puedo decir. No ha dicho nada sobre este asunto. Entonces, esperaremos que surjan más hechos políticos para tener opiniones más específicas.

Dicen que una de las reglas no escritas en la política, pero que es una realidad, es que un gobernador, si no tiene la facultad total para poner candidato, sí tiene derecho de veto. ¿En Morena aplicará eso?

Bueno, eso no sé dónde lo leíste (risas). Pero por ejemplo, Tony Gali no me pudo poner derecho de veto, ¿verdad? Estás hablando de candidato a competir por un partido, no al que va a ser gobernador.

No, claro.

Yo me sé otra: “gobernador no pone gobernador”. Esa la escuché aquí en Puebla. Y parece que se ha cumplido irrestrictamente: Pacheco Pulido no puso gobernador; Tony Gali no puso gobernador; Rafael Moreno Valle, bueno, sí puso gobernador, pero no pudo poner a quien quería que fuera gobernador, que era proyecto de él; Mario Marín no puso gobernador. Y ‘jálate’ más atrás.

Melquiades tampoco pudo.

Bartlett, tampoco; Piña Olaya, tampoco; Guillermo Jiménez Morales, tampoco. Y la demás es la prehistoria.

¿Serás el primero?

No, no, no, no, créeme que no. A ver, entiéndeme a mí como un político que tiene un poquito de madurez y de experiencia. Si yo quiero jugar el papel de definidor de la política poblana, me anulo para siempre de la política poblana. Yo sé que mi papel tiene que ser la discreción, el silencio; una forma respetuosa frente a los poderes públicos que se ejerzan en Puebla. Yo entiendo mi tiempo. Para mí, el privilegio de ser gobernador se termina el 14 de diciembre de 2024.

Pero el que analiza de política, pues tiene que entender qué tipo de gobernador tenemos. Y de repente, ¿no será que nos engañas con la verdad?

(Risas). Alguien me dijo que el problema no es que mienta, es que se lo creamos. Dicen que Arjona lo cantó en una canción… No, mira, la verdad es que ustedes pueden asumir en esta coyuntura, es que yo esté controlando el escenario político, y no es así. Y más en el partido donde estoy. No es así. ¿Sí? No en este partido donde las decisiones son unipersonales y de un solo origen. Para mí, la definición de la candidatura por la gubernatura se toma desde Palacio Nacional con la opinión de quien sea el candidato o candidata a la Presidencia de la República y, espero, que con la opinión del gobernador. Y de ahí, todos los procedimientos legales internos del partido Morena. Todos. 

Yo soy un político, de verdad, que luego me pregunto, ¿por qué chingao es así?, que provoco todo tipo de reacciones en la gente. Soy controvertido. Y a veces no me gusta querer serlo, eh, te lo juro. Pero no soy de los que pone la otra mejilla. Y en este tema, va a haber mucho que apuntar por este asunto, mucho, mucho, mucho. Están empezando a llegar los diablos aquí, a contaminar el proceso. Tan bien que íbamos (risas)…

Muchos piensan que eres un personaje, no sólo mal encarado, sino mal geniudo.

Sí lo soy (risas).

Con humor ácido que a veces no entendemos, pero que es humor. ¿Cómo te defines?

A ver, sí soy un hombre difícil de carácter; sí. Suelo increpar, pero pido disculpas. Pero nunca he actuado de mala fe. Nunca he tratado de dañar a alguien. Nunca. Y nunca las acciones de gobierno que han estado bajo mi definición han tenido ese propósito, jamás, jamás. Sí, soy irónico. Dios me dio esa, no sé si fortaleza o debilidad. Soy muy agudo. Perdón que me esté alabando. Soy muy agudo en cosas de la vida. Hago reír a la gente. Y mantengo una relación con la gente que está conmigo de suma cercanía para eficientar las cosas. pero nunca daño. A ver, me enoja, me molesta la ineficiencia. El pasotismo. Me declaro adversario del pasotismo, como el octavo pecado capital. ¿Sabes lo que es el pasotismo? La indiferencia, la irresponsabilidad, la apatía, la holgazanería. Me molesta.

No quieres pasar de noche como gobernador.

No, no. A ver, me van a recordar como quieran recordarme, pero nunca dirán que fui un huevón, no podrán decirlo. Nunca, eh.

¿Eres rencoroso?

Puede ser que por un rato, sí. Pero luego, luego se me olvida y tengo el ‘corazón de pollo’ más amable que te puedas imaginar, de veras que sí. Las molestias y los enojes no me duran ni cinco minutos. Luego, luego lo asimilo y lo resuelvo. No necesito odiar para decidir ya no tratar con ciertas personas. Pero una vez tomada la decisión de no tratar con alguien, ya no trato.

Tienes un círculo cercano muy cerrado, de personas muy cercanas que identificamos en el día a día, pero, ¿qué tanto consultas con doña Rosario (Orozco Caballero) las decisiones del gobierno?

Ninguna. Nadie votó por ella (risas). Fíjate que platico mucho con ella. Ya nos quedamos solos. Mis hijos ya no están con nosotros. Sí platico mucho con ella, pero ubica su papel. Como esposa, es mi compañera de vida. Como madre, la mujer que admiro. Y como persona cercana conmigo, mucho tiene que ver con mi discapacidad. Nadie mejor que te atienda que tu esposa.Y tú no puedes vivir en silencio. Vives siempre hablando. Yo soy de los que me arrepiento todos los días de lo que digo. Siempre hablo de más. El derecho a no hablar nunca lo he ejercido. He sido muy malo para guardar silencio.

No tienes filtros.

No, me refiero a no hablar y no comentar las cosas. Yo estoy aquí y empiezo a hablar, a hablar y hablar. Y los temas los empiezo a rebotar. Te vas a reír de lo que te voy a decir. Yo tomo muchas decisiones en mis sueños. Y le digo a cualquier hora: “ya tengo la decisión tomada sobre esto, ya sé qué hacer”. He hecho hasta discursos soñando. Porque desafortunadamente para mí, yo no descanso. Ni en mis sueños.

Noto una mezcla entre machista y mandilón.

(Risas) Sí. ¿Qué pasa siempre en las relaciones de pareja? Acabas siendo obediente ante la vida, y la relación de obediencia se da frente a tu mujer. Yo he sido privilegiado, y ahí está mi ‘gorda’ bien sana, siempre dispuesta a todo. Y así todos los días.

Has dicho que terminando tu sexenio te vas a tu casa. Están en pareja, porque los vemos juntos siempre. Porque hay quien le ve tamaños a doña Rosario para cargos políticos…

No, no, olvídate. Ni por acá, ni por acá. Ni siquiera lo hemos discutido porque no existe, pues. No es que ya lo tenemos resuelto, no. No existe para nosotros esa circunstancia. Tenemos los pies bien puestos en la Tierra.

¿No vas a extrañar el poder en dos años que te vayas?

Sí, claro que sí, porque lo he disfrutado mucho. Pero sabré actuar ya sin cargo, bajo esa regla tan bonita que dice: “Hay que prepararse para ser, prepararse para no ser y prepararse para dejar de ser”. Y sí lo extrañas, claro que sí. ¿Y cómo lo vas a extrañar? Si estás tranquilo. Yo estoy tranquilo, por eso lo voy a extrañar. 

Alguna vez, un presidente municipal de un municipio de la sierra, que nos costó un trabajo que ese municipio se ganara, San Miguel Eloxochitlán. Y a los, no sé, a los tres meses, ya era un animal el hijo de la chingada, ya hablaba como déspota, como corrupto. Eso fue hace muchos años. Y le decía yo: “los cargos se disfrutan cuando se termina, no cuando se ejercen”. Así. Cuando se termina, no cuando se ejercen. ¿Y sabes cómo terminó el señor? Muriéndose.

En el caso de los partidos políticos: ¿qué sientes de ver en lo que ha acabado el PRD, después de tantos años? Un partido por el que te esforzaste y trabajaste. Y la otra (pregunta) es: ¿ves al Morena de hoy mejorando al Morena que ganó la elección?

Primero, quien ganó la elección fue el movimiento de Andrés Manuel López Obrador, no Morena. Aunque el fundador del partido es Andrés Manuel, son dos cosas distintas. Al Morena posterior al 2018, de él se apoderaron grupos de política nacionales de izquierda que no asumen el papel que juegan. No, no, no. Para mí, Morena tiene que institucionalizarse y debió hacerlo en 2018, después de la elección, para ser un verdadero partido político en el poder. Y la única manera de tener un partido político en el poder es ser un partido político de la sociedad. 

Y del PRD, me da una enorme tristeza. Sueño con perredistas, porque fueron amigos míos, ¿cuántos años? Del 2008… más de una década, quince o dieciséis años. Tengo muchos afectos ahí. Y al PRD, como partido político, ya no lo es. Los que se quedaron con él, nunca entendieron cuál era el papel del partido, que era ser un partido político de izquierda que buscara el poder público. Le está pasando al PRI. El PRI está dejando de ser el partido político que era, de nacionalismo revolucionario, por lo menos esa es su ideología, o la que debe ser su ideología; que busca el poder, que lo pierde, que lo puede recuperar por segunda ocasión, si es que pudiera armar… y que está en la cola de la derecha. Es brutal eso que estamos viendo. Y una derecha que no se respeta a sí misma.

¿Ves muerta a la oposición?

La veo sin rumbo, la veo sin liderazgos, y la veo sin ruta ideológica.

Los equilibrios son necesarios, pero en este momento no los hay.

Los equilibrios existen siempre, no son necesarios; existen siempre. Hoy existe un anti régimen. El régimen, hoy, somos nosotros, los partidos que emergimos de un movimiento social-nacional que encabeza López Obrador. El anti régimen es todos los que se oponen; y en ese abanico están los grupos económicos, que es la derecha. Y los partidos políticos opositores, que también son anti régimen, pero que no encuentran manera de hacer político. Y otros, que siempre son anti régimen. Ese anti régimen que existe hoy, está desarticulado. Pueden cambiar las cosas, también. Lo que hoy es una verdad, en dos años puede no serlo. Conozco ese tipo de fenómenos.

Los has vivido.

Yo recuerdo cuando iba a ser diputado federal, en el 2000. Ya era yo diputado plurinominal electo. Un domingo que fui a tomarme la fotografía para poder tener acceso al recinto y a la toma de protesta, y demás. Venía leyendo varios periódicos y teníamos, de verdad, un impacto político, y leía un artículo sobre el desgaste de los gobiernos de derecha. Se desgastan muy pronto, muy rápido. Iba a llegar el panismo de (Vicente) Fox, pero nosotros estábamos pensando en cómo teníamos que actuar frente a ese panismo. Esa es la estrategia política, esa es la visión que tienes que tener. Estaba yo muy enfocado a esa parte del análisis: ¿cómo ejerce la derecha el poder?, ¿cómo se desgasta?, y ¿cómo vuelve siempre la alternativa política-social? Hoy nos toca a nosotros hacer todo para que eso se consolide; que esta izquierda se consolide, se institucionalice y se abra a la sociedad. Ese es el papel que tiene que jugar. No para volver a ser otro PRI, no, para nada; no para volver a ser otro partido que tenga esas condiciones de visión. No, no, no. Para poder hacer cómo reaccionamos para construir. 

Este gobierno que yo tengo se siente con la capacidad para que, sin participar en las elecciones, con la evaluación de su gobierno, ayude a ganar las elecciones que siguen. Es legítimo. No voy a manipular los órganos electorales, como hicieron contra mí. No voy a usar recursos públicos a favor de candidatos de Morena o del movimiento andresmanuelista, no. Pero claro que la gente tiene que evaluar los gobiernos.

Es una evaluación la elección.

Sí, siempre es parte de eso.

Para finalizar: ha habido muchos cambios en el gabinete. ¿El gabinete actual ya es el que buscabas o seguirán dándose ajustes?

A ver, primero, los que salieron de mi gobierno, fallaron. Punto. Todos fallaron. No salieron por haber estado bien. Fallaron y ya, no voy a decir más. Y un gobierno tiene que tener capacidad de evaluarse y mejorarse siempre. Yo no tengo en puerta el cambio de ninguna cartera, me está funcionando todo bien, pero si hay necesidad de tomar una decisión, la tomo.

¿De un día para otro? Algo no te gusta y adiós.

Pues sí. Yo fui el único votado, como le digo a mi esposa. Es así. Y un gobierno que puede renovarse en áreas gubernamentales no es un gobierno en crisis; es un gobierno consolidado. Es un gobierno consolidado. Y quienes no entendieron que este era un gobierno diferente y quisieron actuar igual o parecido, pues se equivocaron, no pueden estar en el gobierno. Yo no permito cosas.

Hasta donde vamos en estos tres años de gobierno, faltan dos, ¿estás satisfecho de cómo se ha caminado?

Sí, estoy satisfecho, estoy tranquilo, porque trabajamos todos en este gobierno, y mucho. Mucho. Y vamos a seguir trabajando más, con más empeño, con más responsabilidad. Sin pasotismo (risas).