Ante los problemas de inseguridad que se presentan en mercados y carreteras del estado, los integrantes de las comisiones de Seguridad y Asuntos Municipales demandaron fortalecer la vigilancia en estos lugares sobre todo en los últimos dos meses del año cuando se incrementa la actividad comercial.
El presidente de la Comisión de Seguridad, Roberto Solís Valles, indicó que hay preocupación por los robos, y actos de violencia que se cometen en los mercados tanto de la capital como del interior del estado, y es por ello que se aprobó el exhorto, mismo que será enviado al pleno.
Señaló que en Puebla y en gran parte del país se han difundido noticias sobre la violencia existente dentro y alrededor de los mercados y/o centrales de abasto. Lo anterior, debido al importante flujo de dinero, mercancías y personas que en ellos convergen, pero, además, porque se han visto por parte de los delincuentes como guaridas o centros de comercio y distribución de los productos robados, e incluso como centros de explotación, prostitución y de venta de armas y drogas.
Expresó que tal es el caso del tianguis de San Martín Texmelucan, el centro de venta más grande de Latinoamérica y que alberga los productos de comerciantes de distintos estados de la república.
Dijo que en distintas ocasiones se ha comentado sobre los robos sufridos contra comerciantes y compradores, quienes son asechados alrededor del tianguis para ser despojados de sus productos, dinero e incluso vehículos.
Advirtió que casos similares, aunque en menor proporción, al menos por su extensión territorial, son los ocurridos en los mercados “Xonaca” e “Hidalgo”, y sus zonas aledañas. “En dichos polígonos y de manera recurrente se ha reportado la supuesta venta de droga, armamento, de productos robados, así como casos de violencia e incluso la supuesta ubicación de cadáveres y generación de balaceras, como la recientemente presentada en el Mercado Hidalgo, lo que ha dado nota en distintos medios y en las propias redes sociales.”
Señaló que tradicionalmente los mercados y tianguis, además del intercambio y consumo de productos, servían para la convivencia familiar, pero hoy en día, se han convertido en guaridas para los criminales que, como ya se mencionó, manchan la reputación de quienes se ganan la vida de manera honrada.
Precisó que en consecuencia, la autoridad debe garantizar la seguridad de sus asistentes, protegiendo no sólo su integridad sino sus recursos, patrimonio y productos.
Insistió en que lo anterior deja muestra clara de la necesidad de reforzar la seguridad en los mercados y centrales de abasto, así como en sus zonas aledañas, a través de la coordinación de las autoridades competentes, quienes de manera conjunta deberán multiplicar los rondines y, de ser necesario, optar por la instalación de videocámaras, botones de pánico o cualquier otro elemento que permita disminuir los delitos cometidos en su entorno.