El Congreso de Puebla aprobó la "Ley Ácida", legislación que aumentará las penas a quienes cometan agresiones con líquidos corrosivos con el fin de hacer un daño irreversible.

Tras aprobarse en el pleno la Ley para el Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Estado de Puebla, la activista María Elena Ríos, advirtió que aún está incompleta la reforma, ya que no se contemplan recursos para atender a las víctimas.

La saxofonista que fue agredida con ácido por órdenes de su pareja, indicó que la ley llamada “Ley Malena”, señaló que las agresiones son porque quieren borrar a la mujer con la violencia feminicida más extrema, y se tenía que tipificar como feminicidio en grado de tentativa.

“Ellos, los agresores pretenden borrar nuestra existencia, y aunque hubo legisladores que señalaron que la cara no era la parte más importante del cuerpo, la realidad es que la cara es lo que permite tener identidad, para sentirse parte de la sociedad”.

Afirmó que se les intenta quitar la vida, son muchos procesos dermatológicos, cirugía plástica, reconstructiva, lo psicológico, sin una reinserción social.

Añadió que no se ha garantizado la reparación del daño de manera integral, y ahora lo que viene es que no sea una ley muerta.

En tanto la activista poblana Carmen Sánchez, presidenta de la fundación que lleva su nombre, advirtió que después de las agresiones tienen que enfrentar la discriminación laboral quedar desfiguradas, no se les dan empleos de acuerdo a sus nuevas capacidades.

“Nosotras queremos decirles que las quemaduras no se contagian, que nosotras somos las víctimas y exigimos justicia, y reformas a la ley”.

Durante la sesión por unanimidad se aprobó reformar la Ley para el Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y al Código Penal del Estado.

El documento se conformó con las iniciativas presentadas por los diputados Aurora Sierra Rodríguez, Néstor Camarillo Medina, Tonantzin Fernández Díaz, Mónica Rodríguez Della Vecchia y Azucena Rosas Tapia.

Con esta reforma se considerará que comete tentativa de feminicidio a “quien por sí o por interpósita persona provoque una alteración en la salud o cualquier otro daño que deje huella en el cuerpo de una mujer por razón de género, usando cualquier tipo de agente físico, químico o sustancia corrosiva, además de la reparación del daño material y moral sufrido”.