El especialista en materia fiscal Miguel Ángel de la Rosa Esparza señaló que en el caso de la auditora superior, Amanda Gómez  Nava, su posición puede ser legal, pero también inmoral al no transparentar la rendición de cuentas, e indicó que la funcionaria presuntamente carece de la certificación anual que otorga el Instituto Mexicano de Contadores Públicos junto con el Ceneval a quienes están en el rubro de la auditoría.

En entrevista quien fuera vicepresidente del Colegio de Contadores Públicos del Estado de Puebla, señaló que para obtener la certificación, un contador público debe presentar la constancia de haber tomado al menos sesenta horas de cursos al año, que equivalen a al menos 14 capacitaciones.

Dijo que si alguien estuvo en la Secretaría de la Función Pública, y ahora en la Auditoria Superior del Estado (ASE) debe contar con los conocimientos necesarios para poder desempeñar su función.

“Amanda Gómez puede ser una buena persona, pero si no se ha preparado y deja todo a los subalternos, difícilmente va a poder detectar las irregularidades. Si a un médico lo nombran director de cardiología, lo mínimo es que sea cardiólogo y que conozca el tema, de lo contrario podrá ser muy buena gente, pero si no está actualizado difícilmente va a desempeñar bien su función”.

De la Rosa Esparza, sostuvo que tiene autoridad moral para hablar del tema, porque si bien lo vinculan a la política, él tiene treinta años ejerciendo como contador público y su despacho no ha perdido la certificación.

Manifestó que el caso de Amanda Gómez Nava tiene que revisarse, y ver porqué fue electa cuando ella no supo responder una pregunta básica como “qué es la cuenta pública”.

Advirtió que la funcionaria asumió una postura excluyente desde que llegó al cargo, eliminando a los auditores externos que revisaban la cuenta pública.

Precisó que si se tienen dos o tres despachos que presuntamente cometieron irregularidades que se les sancionen a ellos, pero la mayoría de los despachos contratados, sobre todo los que son de Puebla estaban manteniendo la adecuada fiscalización de las cuentas públicas.

Comentó que en estos momentos se sabe que la mayoría de las cuentas están pasando sin observaciones, situación que podría deberse a la carga de trabajo que tiene la Auditoría Superior, por lo que los documentos que entregan los sujetos obligados, carecen de un análisis.

Insistió en los requisitos que se pusieron en la convocatoria para ser auditor externo, y era no haber trabajado antes del periodo 2021, siendo una postura excluyente, cuando se debió pedir que los profesionales tuvieran la mejor preparación.