El Instituto Estatal Electoral de Puebla (IEE) solicitó a la periodista independiente Ruby Soriano eliminar una publicación en la red social X (anteriormente Twitter) y la citó a comparecer en un proceso relacionado con presunta violencia política de género.
La publicación en cuestión hacía referencia a la trayectoria política de Elvira Graciela Palomares, diputada de la LXIII Legislatura del Congreso de Puebla, destacando su afiliación a múltiples partidos y alianzas políticas.
El 19 de febrero, Soriano recibió una notificación del IEE solicitándole contextualizar su publicación. A pesar de que la periodista respondió que su comentario se centraba en las alianzas políticas de la funcionaria, el 25 de febrero el Instituto le exigió, como medida cautelar, eliminar la publicación. Además, fue citada a presentar pruebas y alegatos el 8 de marzo, en el marco de la normativa sobre violencia política de género.
La denuncia presentada por Palomares argumenta que la publicación de Soriano constituye "difamación, desprestigio, descalificación y calumnias" hacia su persona y trayectoria política.
El IEE, en su análisis inicial, determinó que la publicación de Soriano no constituía violencia de género por sí misma, al centrarse en críticas sobre la trayectoria política de la diputada, aspectos del ámbito público donde es permisible que medios digitales y la ciudadanía opinen.
Sin embargo, el Instituto resaltó diez publicaciones de terceros que reaccionaron al comentario de Soriano, considerando que podrían ser causantes de violencia política de género contra la denunciante. Por ello, aplicó la medida cautelar de eliminar la publicación original para evitar la continuación de estos actos.
La organización ARTICLE 19 expresó su preocupación por esta decisión, señalando que responsabilizar a la periodista por comentarios de terceros con los cuales no tiene vínculo alguno vulnera la libertad de expresión.
Destacó que el ejercicio de este derecho implica deberes y responsabilidades que dependen de la situación concreta en la que se ejerza, y que en este caso, la periodista no debería ser responsabilizada por las reacciones de terceros a su publicación.
