Una niña de ocho años murió la madrugada del jueves en Texas por insuficiencia pulmonar provocada por sarampión, según confirmaron autoridades sanitarias del estado. Se trata de la segunda muerte infantil asociada a un brote que comenzó en enero y que ya ha afectado a 481 personas, de acuerdo con el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).

Este deceso representa una de las primeras muertes por sarampión en Estados Unidos en la última década, junto con un caso sospechoso en un adulto en Nuevo México. Un portavoz del HHS informó a NBC News que el secretario Robert F. Kennedy Jr. asistirá al funeral de la menor este domingo.

El brote ha generado alarma entre las autoridades de salud pública por su rápida expansión y por las graves complicaciones que puede provocar esta enfermedad, especialmente en niños pequeños. Se han confirmado casos en al menos 21 estados y Washington D.C., sumando un total de 628 contagios en lo que va del año, según un recuento de NBC News.

En Texas, entre los afectados se encuentran seis bebés y niños pequeños de una guardería en Lubbock. Dos de ellos están entre las 56 personas que han requerido hospitalización desde el inicio del brote. La directora de salud pública de Lubbock, Katherine Wells, advirtió que el número real de casos podría ser mayor, debido al subregistro y a que muchas personas no se están haciendo pruebas.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) reiteraron la importancia de la vacunación infantil, recomendando dos dosis de la vacuna MMR, con una eficacia del 97 % contra el sarampión. Funcionarios de salud insisten en que la baja cobertura de vacunación está facilitando la propagación del virus.

Además de Texas, Nuevo México ha reportado 54 casos y Oklahoma 10, lo que confirma que el brote no está contenido. Las autoridades siguen investigando la causa exacta del fallecimiento en Nuevo México para confirmar si también se trata de sarampión.