Como ocurre con cualquier cambio en la privacidad, las empresas que los realizan, llámense Facebook, Apple o Google, coinciden en señalar que es una mejora para el consumidor, mientras que los vigilantes de los derechos de las personas, advierten de lo contrario. En estos casos los más activos son los de Electronic Frontier Foundation, quienes han explicado detalladamente en su página cómo es posible eliminar el históricos de los datos, tanto en Google como en YouTube.
Para eliminar el histórico personal hay que ir a Google y buscar por Web history, o ir directamente a esta página. Una vez identificada la cuenta del correo Gmail, se entra en una página en inglés y da la opción de "remove", o sea, borrar, un enlaces o varios, la actividad por días o como se prefiera. También hay un botón donde directamente se procede al borrado automático de todo el histórico. El mismo procedimiento seguirán aquellos que tengan cuenta en YouTube y quieran borrar su histórico de vídeos vistos o emitidos.
En su página en castellano, Google avisa: “Sin embargo, siguiendo la práctica habitual del sector y de acuerdo con los principios de la política de privacidad de Google, Google mantiene un sistema de registro independiente destinado a tareas de auditoría y a la mejora de la calidad de los servicios que ofrece a los usuarios”.
La nueva política de privacidad de Google es, como ha dicho la empresa, simplemente un cruce de los datos de los distintos servicios que tenía una persona. No significa que se recaben otros datos que no tenía la empresa, simplemente que va a poder juntarlos, mezclarlos y realizar minería de datos para sacarle un mayor provecho. Pese a ello, será la Unión Europea quien diga si el cambio infringe los derechos de sus ciudadanos.
Fuente: Javier Martín (El País)