En su primer viaje a China como encargado de la compañía, Tim Cook vistió una planta operada por Foxconn Technology Group, que está acusada de prácticas laborales indebidas.
 
El país asiático es el mercado de móviles más grande del mundo y ya es el segundo mayor mercado global de Apple, pero su crecimiento está opacado por problemas que van desde una disputa respecto a la marca iPad hasta el trato a los empleados.
 
Fotografías fechadas el 28 de marzo y enviados por correo electrónico a Reuters muestran a Cook sonriendo y reuniéndose con los trabajadores en el recientemente construido parque Foxconn ZhengzhouTechnology, en la provincia central de Hebei. Allí trabajan 120 mil personas.
 
La empresa china constituye una parte importante en la cadena de suministro global de Apple, ya que ensambla la mayoría de los iPhones y de las tabletas. Pero se encuentra en el centro de las críticas por una serie de suicidios de empleados, que los grupos activistas atribuyen a las duras condiciones de trabajo.
 
Cook asumió su cargo en agosto tras la muerte del visionario cofundador de la firma de la manzana, Steve Jobs.
 
Su itinerario en China incluyó conversaciones con el viceprimer ministro Li Keqiang y el alcalde de Beijing, y la visita a dos tiendas de Apple en la capital.
 
El miércoles, la prensa estatal reportó que el funcionario nacional le prometió al directivo que el país aumentaría la protección de la propiedad intelectual. "Para ser más abierto al exterior es una condición para China el transformar su desarrollo económico, expandir las demandas domesticas y realizar innovación económica", dijo.
 
Apple tiene alianzas con China Telecom y China Unicom para vender su iPhone. El tercer operador chino, China Mobile -que es el mayor del país-, también busca cerrar un trato por el popular teléfono.