Los mensajes de texto que se envían a través del teléfono celular ya no sólo sirven para transmitir saludos, líneas de cariño, invitaciones a salir o agradecimientos. Son ya la vía para poder realizar transacciones bancarias.

Especialistas ven este mecanismo como “la carretera” para potenciar la banca móvil.

En un principio, se trató de migrar al e-banking a través de abrir desde el teléfono celular la página del banco, para lo cual se necesita contar con un móvil conectado a la red. Y se encontraron con una dificultad.

A pesar de que en Mexico la base instalada de teléfonos celulares fue de 97 millones de unidades al cuarto trimestre de 2011, sólo ocho por ciento son smartphones, lo que reduce la posibilidad de ofrecer servicios de banca móvil por medio de estos dispositivos.

Penetración de SMS

Ante esta situación, para la firma de análisis tecnológico Acision, son los mensajes de texto convencionales, o SMS, “la carretera” para potenciar la utilización de la banca móvil en México.

Y es que identifica en este mecanismo dos elementos favorables: los mexicanos conocen muy bien la práctica de enviar mensajes y son baratos.

“La adopción de servicios de banca móvil en México es aún muy limitada, pero vemos que sin duda los servicios de banca a través del SMS pueden ser una carretera para los no bancarizados; esta herramienta tiene mayor alcance y es más barata”, proyecta Vancrei Oliveira, vicepresidente de Acision para América Latina.

Dado que el estudio monitor Accision de Valor Agregado Móvil  (MAVAM) 2012 revela que 57 por ciento de las ventas de servicio de valor agregado móvil en México se refiere a  aquéllas por SMS, y no a los servicios que requieren de internet para funcionar, Oliveira dijo que el sms es la oportunidad a aprovechar para que finalmente detone.

Bancarizar por teléfono

El plan de crecimiento que los bancos ven al habilitar mecanismos de telefonía celular no es sólo que los 47.5 millones de clientes hagan transacciones vía su móvil. Va más allá. La intención es lograr que un mayor número de personas se integren al sistema financiero formal.

Luis Robles, presiente ejecutivo de la Asociación de Bancos de Mexico (ABM), reconoce que muchas personas tienen como obstáculo ingresar a una sucursal.

“Lo que hemos visto es que no se animan. No sienten que sea un lugar para ellos por ser personas de bajos ingresos. Debido a esto, vemos que el teléfono celular es una herramienta para bancarizarlos, para integrarlos”, dice.

Menciona que una ventaja es que el celular es ya de uso generalizado. Es común que las personas compren tiempo aire y les llegue la notificación a través de un mensaje de texto, no tienen desconfianza de hacerlo. También envían crédito a otro móvil por el mismo mecanismo. Ello es una gran ventaja.

Además, agrega, es barato. Pone como ejemplo que una operación bancaria en sucursal tiene un costo de 15 pesos, cifra que refleja el mantenimiento de instalaciones, pago de empleados, elementos se seguridad tecnológica como las cámaras y el cuerpo de policial de resguardo, además del uso de papel y energía.

Mientras, hacer la misma transacción en un teléfono celular cuesta algunos centavos.

“Tenemos ahora un mecanismo de bajo costo que permite integrar a personas de reducidos ingresos. El teléfono celular va, entonces, más allá de sólo ser un instrumento para que quienes ya son usuarios amplíen sus opciones. Es la forma en la que la banca apuesta desde ya a la inclusión financiera"