BusinessInsider publicó las características y claves que rigen en las famosas tiendas de Apple. Los empleados están para ayudar y no para vender. La filosofía que introdujo Steve Jobs en sus inicios aún perdura en sus más de 200 locales en todo el mundo.  
 
Las pantallas de los ordenadores portátiles deben estar inclinadas con el mismo ángulo antes de que abra la tienda. Eso es en parte por razones estéticas, pero además es para conseguir que los clientes toquen las notebooks. La pantalla inclinada los invita a ajustarla a su propia altura. Los vendedores utilizan una aplicación para iPhone para lograr esa misma altura.
 
Sin límites de tiempo. Los clientes pueden jugar y probar los dispositivos dipuestos en los locales sin apuro. Los empleados tienen instrucciones de no presionar a los consumidores. Con esta estrategia, Apple quiere que los potenciales clientes experimenten una "experiencia de propiedad". 
 
Las notebooks y iPads deben estar cargados siempre con las aplicaciones más recientes y más populares. Las computadoras siempre están encendidas y provistas de una gran variedad de apps muy tentadoras. 
 
Antes de contratar a cada empleado, los gerentes se preguntan: "¿Podrían haber ido mano a mano con Steve Jobs?". Esta pregunta es para probar si un vendedor puede expresar sus ideas con confianza. Para Apple, los empleados son el corazón y el alma de las tiendas. 
 
Todo es cuestión de la palabra correcta. Apple ejerce un control estricto sobre el "idioma" de los vendedores. Se les pide que hablen de los "beneficios" de un producto y no de sus "características". 
 
Uno a uno. Los instructores del taller no pueden tocar el dispositivo de un cliente sin su permiso. El objetivo es conseguir que el cliente llegue a la solución por su cuenta.

Los empleados no ganan comisiones por ventas. Su objetivo es ayudar a los clientes a resolver problemas.
 
Si un cliente no pronuncia bien el nombre de un producto, los vendedores tienen prohibido corregirlos.
 
Los empleados deben saludar a los clientes en los primeros segundos desde que entran en la tienda. Y la bienvenida debe ser cálida.