Jake Gillum amaba su bicicleta, que fue robada en Portland, Oregon, a principios de agosto. Tras una operación de espionaja en línea, el joven la encontró en venta en Seattle, a 160 kilómetros de distancia. A través de un alias y un móvil, logró engañar al ladrón con la excusa de querer comprar su objeto robado. Gillum se encontró con el delincuente y lo atrapó frente a la cámaras. El video del rescate fue subido a YouTube.
Este caso es el ejemplo más reciente de una modalidad de la era de internet: utilizar la tecnología y las redes sociales para recuperar las posesiones.
La semana pasada, el motociclista escocés Donald Pyper, de 32 años, envió un mensaje a unos 50 amigos y utilizó Facebook y Twitter para rastrear su preciada Harley Davidson, después de que fuera robada. La operación fue exitosa. En abril pasado, el ex capitán de rugby de Inglaterra Will Carling usó la aplicación Find My iPhone para rastrear su iPad robado, que estaba en un departamento en California.
Recuperó por eBay el auto que le robaron en 1970. Robert Russell nunca se dio por vencido en la búsqueda de su Austin Healey de 1967, que le sustrajeron de su casa hace 42 años. El hombre halló su automóvil ofertado en eBay. Tras comprobar que era su coche, Russell se puso en contacto con el departamento de Policía de Los Ángeles para recuperarlo. Afirmó que "persistió en la búsqueda del vehículo no por su valor monetario, sino porque tenía un valor sentimental" para él.