Ante el crecimiento exponencial que ha mostrado la industria de los drones, México se ve en la necesidad de establecer una legislación que permita su adecuado manejo y evitar problemas que invadan la privacidad o atenten contra la seguridad, coincidieron expertos y empresarios.
Para Rogelio Bustamante Bello, profesor en Ingeniería Mecatrónica del Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México, mientras no había un sistema de miniaturización de los sistemas electrónicos, el uso de drones estuvo restringido al uso exclusivo del ejército y de la ciencia, pero con el desarrollo de equipos ligeros y sofisticados, el acceso se extendió al campo comercial.
A su vez, el director y fundador de la empresa comercializadora de drones en el país, HeliBoss Latinoamérica, Mario Aurelio González, señala que el mercado ha evolucionado y ahora no sólo se trata de un artículo de entretenimiento, sino que productores de cine o video recurren a esta herramienta para hacer sus trabajos.
Reconoció que cuando inició el proyecto HeliBoss hace cuatro años, no pensó que la empresa fuera a crecer tanto, por lo que expuso: “creo que nos encontramos en los inicios de una era en donde los drones van a utilizarse para muchísimas aplicaciones”.
De hecho, expuso, un fenómeno que se presentó en el mercado de helicópteros de juguetes fue que al momento de salir los drones, su venta cayó casi de inmediato hasta llegar a ofertarse el año pasado en sólo 3.0 por ciento de lo que se vendía en 2012.
Al respecto, Bustamante Bello advirte que existen riesgos ante el inminente crecimiento del mercado de los drones, ya que podría interferir con otras aeronaves o incluso que se invada la privacidad como ocurrió en su momento en el caso de Google Street View.
Esta serie de problemas, indicó, comienzan a vivirse en Estados Unidos, donde existe incluso un proyecto que está en discusión y que hablan sobre la posibilidad de hacer servicio de mensajería con drones para que entreguen paquetes guiados por GPS y regresen salvos.
Ello, subrayó, implicaría un ahorro, incluso de personal al no tener que recurrir a mensajeros, pero también plantea la necesidad de trazar una regulación en materia de rutas aéreas a la escala de los mismos drones, a fin de que no interfieran con rutas aéreas, e incluso que no se cometan actos de terrorismo.
El académico destacó que el desarrollo de los drones es impulsado por las limitaciones humanas para investigar en lugares de difícil acceso y se apoyan en los desarrollos tecnológicos miniaturizados.
Sin embargo, esto crea nuevos problemas que tienen que ver con la legislación, en la que tiene que haber regulaciones y “más pronto que tarde debemos abordar estos temas que tienen que ver con estos desarrollos tecnológicos que ya están acá”.
El director de HeliBoss reconoce a su vez que no pueden ignorarse las bondades del desarrollo alcanzado por los drones, pues se están convirtiendo en herramientas prácticas e indispensables que algunas dependencias empiezan a incluirlas.
Comentó que se está viendo la posibilidad de introducir al mercado mexicano equipo especializado como una cámara de visión térmica que facilitaría el trabajo de investigación y patrullaje, por ejemplo.
A ello se suma el ingreso de nuevos productos como el denominado Phantom 2 y que es el de precio más accesible así como los sistemas más avanzados que permiten una autonomía de hasta media hora de vuelo y un radio de operación de hasta un kilómetro.
Desde luego, también Aurelio González advierte que el crecimiento del mercado de drones viene acompañado de comerciantes que también tratarán de aprovechar el auge, por lo que existe el riesgo de que existan productos hechizos, como las computadoras armadas.
En ese sentido recomendó a quienes estén interesados en adquirir un dron en recurrir a empresas como HeliBoss que garantizan el uso de equipos integrales de la misma marca como DJI y que ofrezcan una garantía amplia ante fallas por uso o que permita escalar la capacidad del equipo.
La incursión con drones comenzó a principios del siglo XX, aunque su experimentación como tal se dio al término de la Segunda Guerra Mundial.
El objetivo principal era contar con un sistema confiable de adquisición de información que no involucrara vidas humanas y no cometiera errores en la toma de datos o tenga riesgos inherentes a la vigilancia.
Recientemente, una empresa cervecera en Estados Unidos difundió vía You Tube pruebas para repartir -mediante drones- cerveza a domicilio, mientras que la Guardia Nacional de California desplegó recientemente un avión no tripulado Predator en apoyo de los bomberos que estuvieron luchando contra el fuego que avanzó en el parque nacional Yosemite.
A su vez, el gobierno de Emiratos Árabes Unidos anunció un proyecto de aviones no tripulados para entregar documentos oficiales a los ciudadanos.
En México, Mauricio Bretón González, vulcanólogo integrante del Comité Científico Asesor para el Volcán de Fuego de Colima, manifestó la posibilidad de usar drones para la vigilancia volcánica, sobre todo en uno tan activo como el de Colima.