Actualmente el Massachusetts Institute of Technology (MIT) está en medio de los trabajos de construcción de un nuevo edificio, bautizado como ‘MIT Nano’, pero durante las labores de excavación y preparación del terreno se encontró un mensaje del pasado: una cápsula del tiempo enterrada en junio de 1957.
Según indicó el propio MIT, es una de ocho cápsulas de este tipo enterradas en la casa de estudios durante su historia. Aunque es particularmente llamativa por la extensión del periodo en el que tenía que permanecer enterrada. Mientras que la mayoría de las cápsulas indica que no debe ser abierta hasta 50 o 75 años más, esta indica que no se debe abrir hasta 2957, es decir, un milenio después de su creación.
La cápsula fue un proyecto de Harold ‘Doc’ Edgerton, un recordado profesor de ingeniería eléctrica de MIT y que también armó otra cápsula del tiempo. En este caso, la iniciativa buscaba celebrar la inauguración de los Karl Taylor Compton Laboratories.
Su construcción fue pensada para aguantar el paso del tiempo, eligiendo usar vidrio en vez de madera o acero para asegurar su resistencia y el buen estado de los contenidos en su interior. Pensando en esto último, también se llenó el cilindro de gas argón y se puso una cantidad menor de carbono 14 para que, en caso de que el vidrio se quebrara, los científicos del futuro pudieran determinar la fecha de origen de los objetos.
¿Qué había en su interior?
El MIT no entregó una lista completa de sus contenidos (y tampoco da indicaciones de que hayan abierto la cápsula después de su hallazgo), pero sí se asegura que se incluyó una copia del libro ‘A Scientist Speaks’ de Karl T. Compton, monedas del First National Bank de Boston, una taza conmemorativa de la generación de 1957, una botella de tónico vacía y un contenedor pequeño de penicilina.
También se incluyó una carta de James R. Killian Jr., presidente del MIT en ese momento. "En esta 'cápsula del tiempo' hemos depositado documentos y recuerdos que dicen algo del estado de la ciencia, la tecnología, la educación y, más específicamente, el estado del MIT" en junio de 1957, escribió Killian.
"No podemos adivinar qué traerá el próximo milenio al mundo o si considerarán nuestra era como una de ciencia. Pero estamos confiados de que ustedes tendrán un mayor entendimiento del Universo y que nosotros habremos hecho alguna contribución a ese entendimiento. Les deseamos éxito en la búsqueda de conocimiento", agrega el texto.