Aunque muchos de los videojuegos actuales abordan temáticas violentas, ya sea de forma explícita o implícita, esta no es una de las razones que convierten a los usuarios o usuarias en personas agresivas.
Así lo afirmaron los conductores del programa +QBits, que se transmite en la señal de televisión de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
De acuerdo con lo expresado por los estudiantes y expertos en videojuegos, la violencia es algo que se aprende en la sociedad o que se genera a partir de otros factores culturales como el bullying.
Aseguraron que un estudio de Estados Unidos, aplicado a 3 mil gamers o jugadores, dejó al descubierto que los videojuegos no aumentan las conductas violentas de las personas.
Si bien reconocieron que los 10 juegos más vendidos el año pasado tienen contenido violento, estos sirven para desahogar el frenesí de las personas, no para transformarlas en seres agresivos.
Dijeron que la agresividad es parte de la genética humana y sale a flote cuando alguien se defiende ante una amenaza.
Relataron el caso de algunos homicidas mediáticos, a quienes algunas voces les atribuyeron los videojuegos como causa de sus comportamientos, situación que desmintieron.
Indicaron que los victimarios tenían pensamientos discriminatorios o provenían de contextos llenos de marginación.
Por otra parte, apuntaron que existe la teoría de que los videojuegos generan actos de furia, sobre todo, cuando no se obtienen los resultados esperados, sin embargo, sostuvieron que ello no es así.
Detallaron que cuando los usuarios no alcanzan las metas de sus misiones, se frustran, más no se convierten en seres violentos.
En otro orden de ideas, admitieron que los videojuegos pueden generar cierta insensibilidad al ver situaciones violentas, aunque agregaron que esto también ocurre cuando la gente se la pasa observando noticias amarillistas.
En cuanto a los videojuegos centrados en deportes, expresaron que estos son dueños de violencia implícita, debido a que incitan la competencia.