Ser educado con la inteligencia artificial tiene un precio, y no es menor. Sam Altman, CEO de OpenAI, reveló que las expresiones de cortesía como “por favor” y “gracias” podrían estar costándole a la compañía decenas de millones de dólares.

Todo comenzó con un comentario en la red social X (antes Twitter), donde un usuario se preguntó cuánto dinero pierde OpenAI por los usuarios que escriben mensajes educados a los modelos de lenguaje.

Altman respondió con ironía: “Decenas de millones de dólares bien gastados. Nunca se sabe”.

Según el medio especializado Tom’s Hardware, estas expresiones no son tan inocentes como parecen.

Implican un mayor procesamiento de datos, lo que se traduce en un incremento en el consumo de energía, el uso de hardware y los costos operativos.

Esto se debe a que sistemas como ChatGPT funcionan mediante el análisis de tokens, que son fragmentos de palabras o palabras completas.

Cuantos más tokens contenga una solicitud, más esfuerzo computacional requiere el modelo, lo que se traduce en más uso de GPU, más carga sobre servidores y mayor consumo energético.

Por ejemplo, una instrucción como “Resume esto” es mucho más eficiente que una formulación extensa como “Hola, ¿podrías ayudarme a resumir esto, por favor? Gracias”.

A esto se suman los impactos ambientales. Un estudio de la Universidad de California, citado por The Washington Post, advierte que una simple respuesta de dos o tres palabras puede requerir entre 40 y 50 mililitros de agua durante su procesamiento.

Aun así, no todos los expertos ven esto como un problema. Kurtis Beavers, director del equipo de diseño de Microsoft Copilot, señaló en una entrevista con WorkLab que el uso de un tono amable ayuda a definir el tono de las respuestas. “Los modelos tienden a replicar el tono que reciben”, explicó.

En resumen, aunque la cortesía cuesta, también tiene sus ventajas. La decisión queda en manos de los usuarios: ser eficientes o ser educados… o encontrar un equilibrio entre ambos.