La llegada de la pandemia de Covid-19 modificó la forma de procesar los servicios funerarios en el país, haciendo énfasis en la demanda de cremaciones exprés para tratar de evitar que el virus se disipe entre los familiares y amigos de las víctimas mortales del coronavirus.

En la mayoría de los casos, las autoridades sanitarias entregan en los hospitales el cuerpo de las víctimas directamente a las empresas funerarias en una bolsa séptica, para que sea cremado y posteriormente las urnas entregadas a los deudos.

Sin embargo, no ha faltado quien, pese a haber perdido a un familiar y los llamados de las autoridades sanitarias, deciden mantener los rituales del luto e incluso invitar a los amigos y familiares a despedirse del muerto en espacios cerrados, entre abrazos.

Durante el programa Destrozando la Noticia (#DLN), el reportero Jorge Castillo presentó un video sobre la clandestinidad en algunos servicios terminales. El material revela que tras el funeral de una persona fallecida por Covid-19, varios de los asistentes al rito se contagiaron con el virus y posteriormente, siete fallecieron.

Algunas de las invitaciones para la asistencia a estos velorios se dan por medio de redes sociales o en las puertas de las iglesias cerradas. Al respecto Rebeca 'N', familiar de una persona fallecida por Covid-19, insistió en que pese al riesgo que representan, considera necesario que haya velorios: "Nosotros tenemos que despedirnos de nuestra gente. No pueden prohibirlo. Es una costumbre que queremos seguir. No nos importa el famoso coronavirus, por eso se siguen haciendo, nos arriesgamos, cada quien sabe su riesgo".

Al respecto, el Director de salud de Coronango, Daniel Gutiérrez, señaló que el principal problema de la comunidad recae en que la gente no acude a los hospitales para tratarse y prefieren asistir a médicos particulares o "farmacéuticos de la esquina".

Al igual que en ese municipio, también se han registrado casos en todo el estado, como en San Andrés Cholula, donde la presidenta municipal Karina Pérez Popoca lanzó una alerta para evitar que estos servicios continúen violando las medidas de salubridad.

"Hay para quienes el tema de los servicios funerarios es más que solo eso, es un ritual, incluso hay mucha gente que le importa más que su testamento, sobre todo las personas mayores, se preocupan más por la forma en que serán cremados (...) La última voluntad para nosotros es muy difícil quebrantarla, se convierte en un tema que se tiene que cumplir a costa de lo que sea", reflexionó Enrique Núñez.

De acuerdo con el Consejo Mexicano de Empresas Funerarias a nivel nacional había alrededor de tres mil pseudoagencias funerarias que ofrecían servicios incompletos y de mala calidad con un costo de hasta 50 mil pesos.

¿Podrán más las ganas de despedirse de un familiar que la responsabilidad para no contagiarse?

¡Así destrozamos la noticia esta noche en DLN!