En cuestión de días, un nuevo escándalo sacudirá a todos los altos mandos de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), de la administración pasada.
Desde el penal de San Miguel, un sicario —además de asaltante y consumado ladrón de vehículos— revelará al menos cuatro ejecuciones a las que le dice le ordenaron que cumpliera; los jefes de este hombre, considerado de alta peligrosidad, de acuerdo a la carta del mismo Juan José Olguín Trujillo, que no sólo entregó a esta columna, sino que además dio origen a una nueva investigación por parte del Ministerio Público, revelarán los nombres de funcionarios de la pasada administración, la historia completa se la tengo en las próximas entregas. Mientras, le repito la primera parte de la carta, que va a demostrar que la Procuraduría General de Justicia encubrió a una peligrosa banda y los delitos que cometieron se los adjudicaron a otros hombres que en este mismo penal purgan condenas ajenas.
Diario de un forajido arrepentido y traicionado
“Mi nombre es Juan José Olguín Trujillo, tengo 40 años de edad, nací el 21 de octubre de 1970 en la ciudad de Puebla, Puebla.
”Inicie mi carrera delictiva a los 25 años, por necesidad económica y posteriormente por el buen gusto de vivir.
”Estudie hasta el quinto semestre en la Facultad de Derecho de la UAP.
”El 25 de julio de 1996 fue mi primera detención, en la causa penal 247/96/7°, por el delito de encubrimiento, salí el 28 de julio, a las 72 horas, por falta de elementos para procesar. En esa misma causa, el juez libró orden de aprehensión en mi contra por el delito de robo de vehículo calificado, así el 12 de diciembre de 1997 fui detenido por el comandante Fabián Raygozza e internado en el Cereso.
”Obtuve mi libertad el 8 de abril de 1998, fui sentenciado a tres años seis meses de prisión y se me concedió el beneficio de la conmutación de la pena.
”Seguí mi carrera delictiva encausada al robo de vehículos. El 21 de marzo del 2000 fui detenido en mi domicilio, esto en Santa Cruz Ajajalpan, Tepeaca (Puebla), en compañía en ese entonces de mi suegra María del Carmen Ramírez Ibáñez, ambos fuimos puestos a disposición del Juzgado Tercero de lo Penal por el delito de robo de vehículo calificado, se me inició la causa penal 121/2000/3°, obtuve mi libertad el 10 de octubre de 2002, con sentencia absolutoria”.
El hombre que asaltó el TSJ
“Continúe mi carrera delictiva, sólo que con cambio de giro, me convertí en asaltante, así logre acumular frutos económicos esplendidos.
”El 15 de diciembre de 2003, a las 8:15 de la noche, asalte con una banda el Tribunal Superior de Justicia, despojando al contralor del estado de la cantidad de 6 millones 500 mil pesos.
”En un principio hubo escándalo, pero tuvieron que apaciguarse porque ‘no se podía demostrar legalmente la procedencia del dinero’.
”El 21 de enero de 2004, fui detenido por el delito de robo calificado a una tienda de conveniencia y puesto a disposición nuevamente del juzgado Tercero de lo Penal, en esta ocasión me cambie el nombre, me puse el de Alexis Ledo Rosas, se me abrió la causa penal 021/2004/3°, por el delito de robo calificado, fui sentenciado a tres años tres meses y se me volvió a conceder el beneficio de la conmutación, así cerré este proceso, pero tenía pendiente el proceso 32/2004/4° de Distrito, por el delito de portación de arma de fuego sin licencia, escuadra calibre .32, fui sentenciado a tres años de prisión y se me concedió el beneficio de la conmutación de la pena.
”Asimismo, me abrieron la causa penal 111/2004/5° de lo Penal, por el delito de robo calificado, fui sentenciado a tres años, seis meses y diez días de prisión, sin ningún beneficio, salí libre el 2 de junio de 2007, con la sentencia compurgada.
”Sigo mi carrera delictiva como asaltante y robo de transportes de carga. El 8 de mayo del 2008, por accidente de tránsito, balaceo a José Renato Guadalupe, chofer de la unidad 21 de la ruta 68, fui detenido por la Policía metropolitana, ahora ocupé el nombre de Gerardo Acosta Zavala; el 11 de mayo de 2008 salí del Cereso bajo fianza, se me instruyó la causa penal 167/2008/1°, por el delito de lesiones dolosas calificadas, asimismo, se me instruye el proceso 50/2008/7° Distrito por el delito de portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército y de la Marina, esta era una Smit & Wesson 9 milímetros con cargador de 15 cartuchos, en esta ocasión me respaldaron mi acción mis expatrones Josue Naked y el licenciado Kamel Nacipe (sic).
”En enero de 2009, el juez Séptimo Penal libró orden de reaprehensión en mi contra, porque no debería tener libertad bajo fianza, toda vez que mis antecedentes hablaban de un delincuente profesional, fui detenido por la AFI e internado en el Cereso, pero nuevamente fui ayudado por mis expatrones a las 72 horas.
”Continuo mi carrera delictiva, se me envía a amenazar a la señora Rosa Abril Sánchez Santillana, inexplicablemente ‘después de hacer mi trabajo’, al salir de su oficina, me esperaba la Policía metropolitana y la Judicial, fui puesto y entregado por todos los funcionarios del gobierno pasado.
”Actualmente enfrento procesos por los delitos de: robo calificado, fraude, robo de vehículo calificado y portación de arma de fuego, en los juzgados Noveno, Octavo y Cuarto de Distrito.
”Todo se lo escribo de puño y letra, desde el interior del Cereso de San Miguel, porque fui traicionado por el licenciado Mario Riestra Venegas, Ernesto Velázquez, entre otros.
”He tomado la decisión de aclarar cuatro homicidios, tres en los que funcionarios están implicados.”
Hasta aquí la carta.
Nos vemos cuando nos veamos.
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Un nuevo escándalo
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