No está usted para saberlo ni un servidor para contárselo pero la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSP), esta sudando “la gota gorda”, luego de que su similar del municipio al final les tomó la palabra en eso de regresarles a los elementos de la uniformada y de entrada les puso un paquete de 200 preventivos estatales para que sean reincorporados.
Y es que la desorganización que priva en la SSP, pese a tres meses y medio del nuevo gobierno, imposibilita que puedan recibir 200 elementos, cuando no saben qué hacer con los que ya tienen, además de que estamos hablando de otras 200 familias que alimentar y el presupuesto pues aún no les alcanza.
Para evitar la pena de decir que no están preparados para recibir a los uniformados, el secretario don Ardelio Vargas Fosado, se ha sacado varios pretextos, pero la verdad es que suda nada más de pensar qué va a pasar cuando la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito del Municipio, les regrese a los 960 que los tienen a “préstamo”.
La reingeniería de la SSPTM tiene como fin preparar la “bolsa de trabajo” para los nuevos elementos que ingresen y terminen su preparación en la nueva academia de Policía, se va a tratar de nuevos elementos, con mejor capacitación y sin estar tan maleados como los Policías del estado, que hasta para trabajar en un sector “se ponen sus moños.”
Malo va a ser para los Policías Preventivos del estado, que sean regresados a su base, la principal razón es que la Policía municipal de Puebla es la mejor pagada, además de los 10 millones de pesos que les van a llegar y que serán asignados a becas, gastos médicos y todo el apoyo que debe recibir la Policía municipal, por el trabajo que desempeña y en el que descansa el grueso de los poblanos.
De todos estos cambios, quien está totalmente seguro de lo que va a pasar es el secretario Amadeo Lara Terrón, que está decidido, tras regresar a policías masillados, flojos y problemáticos, de utilizar al grueso de la uniformada y quienes se van anexar —de la nueva academia— es que ahora sí van a trabajar para lo que fueron contratados, para vigilar la ciudad de Puebla y no estar siendo utilizados para motines, seguridad personal de detenidos en hospitales, actos públicos, porque todas esas actividades que corresponden al estado, les restan personal para prevenir delitos.
En eso del regreso de los policías estatales a su verdadera corporación, que en anteriores administraciones se utilizó para mantener de rehén al municipio, y que en esta administración sí se va a realizar, es pausado, primero son 200 uniformados, luego 260 y antes de que termine la administración municipal la Policía Preventiva de la ciudad de Puebla va a tener una renovación al 100 por ciento, ahora si “aquí se rompió una taza…

La Plaza se aparta con el Chilango
En las calles de Puebla, sobre todo donde “la mano negra se mece” existe el rumor de que ya hay permisos para todo, para vender drogas, robar autopartes, perpetrar asaltos y todos los delitos que se le ocurran, en otras palabras “a delinquir se ha dicho”.
El único requisito es buscar a “El Chilango” y preguntarle de a cómo están los precios para “pegarle al peligro”.
El único “Chilango” que se asemeja al que esta “concediendo permisos”, está a cargo de la Dirección de Inteligencia de la Policía del estado, se llama Ricardo Valentín Cepeda, tiene un grupo especial dedicado a la persecución del narcomenudeo y a otros delitos, es el hombre que ha atemorizado a vendedores de heroína que operan en la Junta Auxiliar de la Romero Vargas, lo extraño es que ninguna de estas detenciones se ha reportado a la Secretaría de Seguridad Pública del estado, simplemente son detenidos y en algún lugar puestos en libertad, le aseguro que no llegan al Ministerio Público Federal.
Este personaje de la Seguridad Pública, alguna vez militó en la Policía Metropolitana, actualmente es el segundo de a bordo del director de la Estatal Preventiva.
¿Sabrá este funcionario a qué se dedican sus muchachitos?
Por cierto, el viernes pasado en la 24 Sur y Periférico, fueron ubicados tres hombres armados, procedentes de Oaxaca, en una camioneta amarilla, alguien dijo que eran sicarios y sólo llegaban a hacer un “trabajito”, quienes los detuvieron de inmediato los dejaron en libertad, basto una palabra clave “de a cómo.”
 
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