Ante la proximidad de buscar candidatos idóneos para ocupar las curules que serán relevadas en el 2012, los ánimos políticos se han caldeado de manera sorprendente.
Los panistas locales juegan mediáticamente a que realmente tienen gallos con espolones. Los izquierdosos ahora se vuelven a reunir para hacer camorra —lo único que les sale bien— y tener espacio en medios para no perder la oportunidad en esta renovación electoral. Los priistas, mientras tanto, siguen sin saber para dónde jalar, especialmente luego de que se han percatado de la forma agachona y rastrera con la que se han conducido dirigentes de partido, sectores y la mayoría de sus diputados locales y federales, sin contar, por supuesto, con la conocida traición que se hizo desde el Senado para que Moreno Valle se convirtiera en gobernador del estado.
En esta marabunta de egos y envidias, los políticos de Puebla caen ante el influjo de los dimes y diretes. Los panistas ocupados en resolver si el Yunque o Moreno Valle ganan la partida en su Consejo Político Municipal y Estatal.
De igual forma, andan desesperados por limpiar la quemadísima imagen que ahora la población tiene de la extitular de la Sedeso, luego de haber recibido una orden de aprehensión por delitos electorales.
Mientras su abogado hace lo pertinente para contrarrestar los cargos formulados en su contra, la credibilidad en la honorabilidad de la señora está manchada; y más cuando trascendió que la famosa orden fue retenida inexplicablemente más de un año, lo que presumiría tráfico de influencias. Otro asunto que jurídicamente podrían aclarar, pero que mediáticamente la exhibió como una persona de dudosa honorabilidad.
Por otro lado, los izquierdosos juntaron sus “tlalitos” y se fueron a desayunar al único hotel donde van los que necesitan de publicidad gratis. Una vez ahí, se instalaron en Pinky y Cerebro —junto a una rata almizclera que les hace la tercia— so pretexto de armar barullo contra Marín, igual que como lo hicieron con Blanca Alcalá. Todo con el puro y fino afán de fregar y, por supuesto, hacerse notar para ir tras una diputación federal. Así o más obvios.
El problema de estos fulanos, es que la ciudadanía los tiene tan caladitos que sólo basta tratarlos como caniches —a punta de periodicasos— para que vuelvan a su caseta. Con la pena.
En cuanto a los tricolores, decepciona que insistan en demostrar su genuflexa disposición a cualquier indicación del Ejecutivo del Estado sin chistar. Para mayor señalamiento, el aceptar un viajecito todopagado para acudir a un acto de índole religiosa más que de intercambio parlamentario.
Las críticas despiadadas que han recibido ante este acto de superficialidad —que vulnera el Estado Laico que ellos mismos debieran resguardar como parte de una garantía constitucional— demuestra que nuestros representantes populares no resisten un cañonazo de 50 mil pesos (costo ida y vuelta) para vacacionar en España bajo el pretexto de una invitación del Senado hispano, con motivo de la beatificación y reconocimiento al estadista, filósofo y mecenas de la Puebla de los Ángeles, el obispo Juan de Palafox y Mendoza.
Ceremonia a la que nadie duda que vale la pena que asistan el gobernador Moreno Valle, el presidente municipal Eduardo Rivera y una reducida comitiva con gente realmente ligadas al tema. Lo demás —incluidos legisladores federales y senadores— es puro turismo legislativo.
Nada que beneficie a Puebla y sus ciudadanos. Nada que sirva para ilustrar y poner al tiro a nuestros ínclitos legisladores. Ergo, pago por adelantado a los servicios que presten a la corona, ¡digo!, a sus gobernantes; en los tres niveles. Y luego quieren que no se les tache de embusteros, incongruentes y rastreros. ¡Anyway!
Por supuesto que esto también ha servido como colofón en un tema que sigue causando prurito entre los priistas. Un colofón en donde un supuesto talentoso ex colaborador de Blanca Alcalá, denuncia públicamente a Javier López Zavala de ser el artífice de una campaña de desprestigio, basada en la revisión de la cuenta pública de la expresidenta por parte de los actuales regidores del ayuntamiento.
Una acusación que además de grave, denota lo que muchos sabíamos del muchacho que trabaja ahora en el gobierno de Oaxaca; que está muy tierno para ocupar responsabilidades de comunicación social. Le faltan años luz para emular a su señor padre. Con el tiempo y un ganchito lo logrará. Sin embargo, esta misiva que algunos columnistas tomaron para llenar espacio sirvió para aclarar que además de “fuego amigo” en esta acusación inmerecida para Zavala, hay un franco interés de los aliancistas que llegaron al poder en la entidad —igual que en Oaxaca— para fomentar una grillita ramplona como la que torpemente se buscó. Zavala contestó con mucha diplomacia que lamentaba la patética apreciación de quien no lo conoce más que de nombre.
Por otro lado, Zavala siempre ha demostrado respeto y admiración hacia Blanca Alcalá; sabe de su trayectoria y que en estos momentos tiene una gran presencia política en la ciudad y entre los priistas.
Quienes insisten en crear una bronca entre ambos personajes de la política priista, no saben lo que ellos hablan en corto y sin más testigos que los muebles donde se sientan a platicar.
Para más, nadie en el PRI puede negar que pese a todo el golpeteo mediático que le quieran aventar a Blanca, está lejos de mermar su posibilidad de lograr la candidatura al Senado, sino que la apuntala más, no porque haya sido la mejor presidenta municipal que hayamos tenido, pero sin lugar a dudas dejó una duda razonable en su desempeño como presidenta de la cuarta ciudad más importante del país.
Me parece que Zavala ha dejado CLARO que el está ocupado en asuntos de partido en donde el CEN del PRI lo considere necesario.
El PRI también busca su oportunidad de lograr la Senaduría, misma que peleará a sus correligionarios varones. Blanca tiene la ventaja de ser la mujer mejor posicionada del PRI. La cuota de equidad de género le da más plus que a otros priístas en pugna.
Visto lo anterior, sería bueno analizar quién mordió la zanahoria y quien ganó dando una respuesta a una denuncia estúpida y fofa.
Es evidente que hay “fuego amigo” en todos los partidos, y aun cuando se imponga el capricho de los que se creen supremos, la decisión está en el voto ciudadano. Así que… vamos viendo.