Que fue el diputado Mario Riestra Piña y la bancada del pri, los verdaderos impulsores de la iniciativa para signar un acuerdo para blindar el trabajo legislativo y separarlo de la lucha política que ya se avecina y que tiene como fecha culminante el próximo año.
Y es que ahora resulta que quien se pasó de listo y se colgó las medallas del acuerdo fue el siempre oportuno “profe”, Guillermo Aréchiga Santamaría, quien quiso hacerse pasar como el artífice de dicho acuerdo, cuando en realidad si él hubiera sido, de entrada, ni pri ni Convergencia se hubieran sumado a la convocatoria del líder del Congreso local, simple y sencillamente porque los coordinadores de estas dos bancadas ya no lo reconocen como un interlocutor válido en cualquier tipo de negociación.
Lo que hay que destacar es que fue Riestra Piña quien se encargó casi en 95 por ciento de la redacción de dicho convenio, el cual resulta un simple compromiso lleno de buenas intenciones, ya que difícilmente las diferentes fuerzas políticas respetarán.
Otra noticia que se confirmará hoy, es que será el coordinador de la bancada del Partido Verde, Elías Abaid Kuri, quien encabece el segundo periodo de sesiones de la lviii Legislatura local, correspondiente al primer año de trabajo.
La designación del presidente de la Mesa Directiva confrontó a la bancada del Verde y del Panal, ya que el presidente de la Gran Comisión, el “profe” Arechiga, quería para uno de los integrantes de su grupo parlamentario la posición. Tuvo que intervenir el líder estatal del Verde, el diputado federal Juan Carlos Natale en el asunto y amenazar con negarse a ir a la ceremonia de la firma del acuerdo para no contaminar el trabajo legislativo, sólo así cedió el partido magisterial la posición.
Otro chisme legislativo es que el miércoles arranca el segundo periodo de sesiones; el jueves el grupo de diputados que viajará a la beatificación de Juan de Palafox y Mendoza partirá rumbo a España para estar presente en la ceremonia. Se trata de los panistas Mario Riestra Piña, Rafael von Raesfeld, Ana María Jiménez y del priista, Filiberto Guevara.
Para concluir ya con los temas legislativos le debo platicar que el dirigente estatal del pri, Juan Carlos Lastiri Quirós, ya dijo que el tricolor le dará un rotundo no a la reforma electoral, en caso de que ésta intente incluir el tema del minigobernador de año y medio, el cual será nombrado por el Congreso local.
Dijo que aunque se trata de un tema que forzosamente lo deberá de abordar el cen del tricolor, la postura estatal es no permitir una reforma electoral que contemple la figura del gobernador de año y medio para Puebla.
El regreso de Morales Páez
Quien está de vuelta como subsecretario dentro del organigrama de la Secretaría de Sustentabilidad Ambiental y Ordenamiento Territorial es Juan Carlos Morales Páez, uno de los consentidos del gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, y que fuera despedido en 2009 del ayuntamiento de Puebla, por la entonces presidenta municipal Blanca Alcalá Ruiz, por haber sido el responsable del “arbolicidio” que le costó la vida a una menor de edad en el zócalo de Puebla.
Lo malo es que Morales Páez apenas llegó y ya busca ocupar la posición de su jefa, la titular de esta dependencia, Amy Camcho, que es una de las más “desencanchadas” dentro de la nueva administración.
Morales Páez, quien fuera titular de la Agencia Municipal de Protección al Ambiente, no pierde la oportunidad de “grillar” a su jefa y de asegurar que quien tiene el control de la dependencia es él y sólo él.
La fortuna de Arango
Cuentan que el doctor Alfredo Arango García hizo tanto dinero durante su paso por la administración pública, que ahora puede presumir lujosas residencias de más de un millón de dólares.
Ponen como ejemplo de su fortuna, una residencia valuada en un millón 200 mil dólares, ubicada en el fraccionamiento Puerta de Hierro, específicamente en la calle Mercaderes.
La mansión se ubica justo enfrente de la vivienda en la cual fue aprendido Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”.
Aseguran que la vivienda se levanta sobre un terreno de mil metros cuadrados y se la compró a don Adbo Brady. La construcción de dicho inmueble, que hoy es envidia de muchos, corrió a cargo del arquitecto, Mauricio Romano del Valle, quien fuera director de Obras Públicas en el sexenio de Mariano Piña Olaya y uno de los grandes beneficiarios en el trienio de Blanca Alcalá.
Dicen de verdad que la casa provoca envidia de la buena.
Ricardo Morales Sánchez