Usted amigo lector para estos momentos debe de haber leído, escuchado y en algunos casos presenciado cómo opera el crimen organizado, nada más de entrada usted sabe que se trata de hombres violentos, en muchos casos “cruzados” por el consumo de drogas y en todos armados con pistolas de grueso calibre o rifles de asalto.
Los “levantotes”, ejecuciones, asaltos y agresiones son conocidos por el uso excesivo de fuerza, sobre todo para dejar mensajes claros de su presencia, luego entonces un asalto de estos grupos deja un precedente de miedo.
Qué opinaría el lector si un servidor llega a un cine y le dice al boletero “soy del crimen organizado, te voy a matar a ti y a tu familia sino vas con todos los espectadores y les dices que estoy aquí afuera y que quiero sus valores o voy a entrar.”
Luego llega el boletero con los espectadores y les lleva el recado y cada uno le entrega reloj, celular, cartera, cadenas de oro, anillos, bolsas y otros valores y él los guarda en una bolsa y se los lleva a entregar y como “premio” secuestro al boletero, luego exijo 50 mil pesos por regresarlo y “remato” con que ese dinero deben depositarlo en una cuenta de Electra.
Primero habría que ver si el boletero no le dio “un pellizquito” al botín, a fin de cuentas el maleante no sabe con exactitud cuántas personas están en el cine y que lleva de valores cada uno,
Luego eso de que secuestró al boletero y pido 50 mil de rescate, que no sería mejor escapar con todo lo robado, a fin de cuentas fue un robo limpio.
Este tipo de robo, al parecer ya ocurrió en Puebla.
Crisis colectiva
Es claro, en las comunidades donde muchos de sus habitantes no tienen preparación los asustan con el cuento del “chupa cabras”, “la llorona” y otros más y generan “crisis colectivas”, que dejan como consecuencia una reacción desesperada y por lo mismo linchamientos.
Lo que paso en el Hotel Global Express fue eso, una crisis colectiva, pero de habitación a habitación, uno de los empleados les fue a tocar poco después de las 3:30 horas y les dijo que afuera había hombres armados, que exigían todos sus valores o amenazaban con entrar, además estos iban en taxis, ya no en vehículos lujosos.
Cada uno de los momentáneos inquilinos entrego sus valores, ¿Quién comprobó que eran todos?
¿Cómo eran los asaltantes con “chalán”?
Tras el asalto que les comentó la agencia del Ministerio Público de San Pedro Cholula comenzó a recibir reportes y denuncias, la Procuraduría General de Justicia (PGJ), a través de la DADAI (Dirección de Atención a Delitos de Alto Impacto), abrió por su cuenta las investigaciones.
Los buenos oficios del compañero periodista Juan Carlos López Rojas, exjefe de prensa de la PGJ, además de su cercanía con elementos de esta dirección, fueron el elemental desenlace para dar la primera nota, la exclusiva, sin embargo existen muchos “cabos sueltos” como para presumir que fue un asalto de la delincuencia organizada.
Primer había que pensar, meditar y luego reorganizar como ocurrió todo, si el empleado del hotel que les fue a tocar para pedirles sus pertenencias iba asustado, enojado o simplemente trataba de contener la risa.
Luego habría que seguirle la pista a los videos del Hotel Global Express, que se ubica en la autopista México-Puebla, a la altura del Parque Finsa, en estos deben estar los datos del taxi en que llegaron los maleantes, si es que existió el taxi.
Es muy peligroso hacer conjeturas que involucren al crimen organizado, sobre todo porque hasta los mismos periodistas y no digo de Puebla, “caminan en borra” para que no se sienta su presencia, antes las amenazas de estos mismos grupos delictivos.
La PGJ tiene mucho que explicar.
Que todos los lupanares estén muy atentos…
La Procuraduría General de Justicia (PGJ), afina detalles para las revisiones a “casas de cita” disfrazadas de Hoteles de tres o dos estrellas, donde la prostitución con todos los riesgos sanitarios que estos impliquen, operan con la más alta impunidad.
Qué decir de los bares o centros nocturnos de alta categoría, donde en pequeños cuartos las bailarinas cambian un momento de rango y se convierten en meretrices.
En si la prostitución, la que va desde los cien pesos hasta los 3 o 5 mil.
Prostitución que deja millonarias ganancias a todos los implicados, desde empleados hasta dueños, pasando por autoridades y uno que otro gestorcito.
El viernes pasado la revisión ocurrió en un hotel del primer cuadro de la ciudad, otras más se avecinan.
Que no se extrañe si usted tiene un negocio de prostitución y se cree totalmente impune, quien este tocando ahora a su puerta puede ser la policía.
Nos vemos cuando nos veamos
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Un caso para El Chapulín Colorado
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