Hace unas horas parecía que no había noticias más interesantes que la espectacular victoria de dos boxeadoras mexicanas, la princesa de Neza y la Guerrera Jackeline Nava. Pero al paso de las horas la información que nunca se detiene, dio pie a que se hiciera una presión enorme respecto a la detención que hicieran en nuestra entidad de la caravana que dirige el padre Solalinde so pretexto de que uno de sus escoltas estaba armado.
¡Como si no hubiera necesidad de cuidarlo!
Especialmente en una entidad como la nuestra, donde la tranquilidad y la paz que antes respirábamos se acabó hace unos meses. Inexplicablemente, pero así ha sucedido.
Pese a ello, las noticias no se quedan sólo en el marco local, pues a nivel nacional nos enteramos de que la hermana de FECAL —esta muchacha apodada Cocoa— resultó ser la elegida por los panistas para contender por el estado de Michoacán. ¿Qué novedad no?
A poco ustedes dudaban de que esto iba a pasar? Lo bueno es que entre los decentes, honorables y muy democráticos panistas, las prácticas nepotistas NO se dan. Lo de Cocoa, es una mera coincidencia debido a que es una chica muy activa —políticamente hablando— y por azares del destino, resultó ser hermana del presidente de la República. ¿Coincidencia o destino? ¡Bah!
A otro perro con ese hueso! Allá los panistas que se dejan seducir por las gratificaciones que conlleva un engaño partidista como éste.
Otra novedad en el ámbito nacional es que se acabó Convergencia como partido político. Así como lo lee. Ya no existe ese partido y ahora se convirtió en un movimiento ciudadano aparentemente a fin a los deseos electorales del “Peje” López Obrador, algo que sus propios exmilitantes no aceptan del todo pero que en su mayoría si se cargarán a Morena en próximas semanas.
El objetivo es que el cincuenta por ciento de las candidaturas derivadas de este movimiento pasen a ser estrictamente ciudadanas. La pregunta ahora es: ¿y en Puebla, qué pasará con el imberbe naranja? ¿Quién será el dueño de esa franquicia? ¿Qué foro tendrá ahora para hacer sus triquiñuelas? En fin. Que en política lo que para unos es legal y congruente, para otros es criticable y despreciable.
Con esta visión torcida de lo que entraña la política y la vida pública, hay gente que aprovecha la ignorancia supina de los ciudadanos que no se empapan del tema a fondo y sólo gustan de repercutir lo que mediáticamente resulta escandaloso.
De ahí que los malos ejemplos cundan en ámbitos hasta ayer casi ignorados por la opinión pública.
No porque sean menos importantes, sino porque no revisten la parafernalia que asuntos de carácter político entrañan. Y basta poner como ejemplo lo que ahora padecen los miembros de la Sociedad Mutualista de dependientes de Puebla, misma que es presidida por Victoria Hernández Franceschi y que ahora se encuentra en el ojo del huracán ¿Debido a qué? Pues a la voracidad y corrupción que algunos de sus integrantes han demostrado por encima del interés fundamental que implica esta agrupación.
Para contextualizar el tema, hay que mencionar que por primera vez en más de 136 años, una mujer ocupa la presidencia de esta sociedad mutualista. Cargo que ocupa desde hace dos años —tiempo de cada periodo en la mesa directiva— y durante el cual Victoria Hernández se dedicó a transformar un espacio lúgubre y olvidado en un centro de actividades propias para adultos mayores afiliados a esta sociedad.
Cabe destacar que durante este periodo, Vicky decidió que el inmueble que por años no se le había dado mantenimiento ni una restauración —propia al estilo neoclásico tan ponderado durante el porfirismo— se debía efectuar con la autorización del INHA para que la casona donde se llevan a cabo sus reuniones, recuperada el esplendor de su mejores tiempos.
De la misma forma y con apoyo de organizaciones civiles privadas Victoria Hernández consiguió cirugías para ojos y fisioterapias para la rehabilitación de sus miembros de manera gratuita.
De la misma forma, generó fuentes de autoempleo y aprovechamiento de capacidades, oficios y profesiones de sus propios agremiados para lograr optimizar los recursos que se manejan en esta sociedad mutualista.
En dos años, Victoria Hernández hizo lo que ninguno otro de los presidentes de esta sociedad habían logrado en periodos de 18 y 10 años a su cargo. Sin embargo parece que actuar con honestidad y con ánimo vanguardista resulta un riesgo para quienes no quieren dejar de lucrar hasta con los intereses de gente ya fallecida.
Con una inmoral posición que medra con la necesidad que esta gente de la tercera edad tiene, personajes que ya tuvieron su oportunidad de presidir este organismo y que en años no lograr hacer cambios significativos pero si vivieron holgadamente con recursos generados desde la misma agrupación, ahora pretenden desacreditar el trabajo que esta mujer —joven y dinámica— viene realizando en beneficio evidente de sus afiliados. Una actitud que denota bajeza y un claro oportunismo ante el inminente relevo de la mesa directiva.
Un hecho que resulta francamente inquietante porque curiosamente y pese a los obvios avances realizados con Victoria Hernández y su mesa directiva, un grupúsculo de dolosos aprovechados quieren quitar a los miembros de esta sociedad la oportunidad de seguir mejorando sus condiciones de vida en este centro de entretenimiento y apoyo para su edad.
No hay duda que la corrupción y el oportunismo no conoce fronteras ni edades.
La misoginia y el revanchismo estúpido que sienten quienes han sido rebasados con hechos por una mujer o una persona comprometida con su cargo, generan discusiones agrias y estériles.
Con golpes bajos nadie gana en este tipo de actos. Ni en la política ni en sociedades privadas. Los celos y la falta de probidad siempre crean escenarios donde los menos favorecidos salen perdiendo.
Así como los ciudadanos timados por nuestros ilustres diputadillos o por demagogos sin partidos definidos, hay ciudadanos que se desmoralizan cuando ven sus objetivos truncados por un grupo de facinerosos egoístas como pasa en la Sociedad Mutualista. Ya vemos de qué pata cojean.
De qué pata cojean
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