Ahora sí la diputada federal panista Augusta Díaz de Rivera se metió en camisa de once varas, pues salir a decir que la Reforma Electoral aprobada por el Congreso local hace unos días no beneficia a su partido, fue prácticamente declararle la guerra al gobernador Rafael Moreno Valle.
“¿Desde cuándo los patos le tiran a las escopetas?”, decía mi padre cuando se le contradecía en alguna decisión.
Por supuesto, hubo quien sin tener vela en el entierro defendió al patrón. Nunca faltan esos personajes que les encanta quedar bien con el jefe, en lugar de estar resolviendo los problemas empresariales y laborales del estado.
Pero regresando al tema. La exregidora pretende convertirse en candidata al Senado de la República; sin embargo, como no forma parte del equipo del mandatario, pues su estrategia tendrá que ser la “rebeldía”, que sin duda en el pasado daba resultados, pero se le olvida que las reglas cambiaron.
¿Acaso trabajar en la Cámara de Diputados en la ciudad de México la tiene alejada de la realidad que se vive entre los poderes en Puebla?
Pero por si no quedó suficientemente clara la declaración de guerra, Díaz de Rivera le advirtió al gobernador que aunque tenga a sus candidatos favoritos, “su partido es otra cosa y tiene sus propios órganos”. En pocas palabras, para la diputada lo que diga el mandatario es lo de menos.
Eso sí calienta, diríamos en el norte.
Por supuesto, el incondicional apoyo de la diputada federal a su compañera de curul Josefina Vázquez Mota, a sus aspiraciones de convertirse en la candidata del PAN a la presidencia de la República tiene que ver más por llevarle la contraria a Moreno Valle que por un convencimiento real, pues el mandatario solo ve con buenos ojos al secretario de Hacienda Ernesto Cordero.
Así o más clara la postura de Díaz de Rivera.
El escenario que seguramente veremos los poblanos será la suma de fuerzas políticas al interior del blanquizaul con Ana Teresa Aranda, quien evidentemente también buscará la candidatura al Senado de la República. Y aunque ambas crean que la opinión de Rafael Moreno Valle en el proceso interno de su partido no tendrá peso, la realidad es que quizá terminen haciendo berrinche y encadenándose afuera de la oficina del mandatario.
Al tiempo.
Tambores de guerra
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