Las imágenes por televisión, al menos desde aquí en Puebla, lo dicen todo, de Coahuila a Puebla hay mucha distancia no solo de kilómetros, sino en materia de seguridad.
Una de las imágenes retrata a un hombre corriendo a mitad de la cancha llevando en los brazos a su hijo de no menos de cinco años, mientras trata de cubrirlo con el cuerpo, en caso de que una bala los alcance.
Otras muchas imágenes en Puebla retratan a muchos hombres cargando a sus hijos, en busca de un mejor asiento o sombra, lo que demuestra que por fortuna nuestro estado sigue siendo una Puebla tranquila, con todo y el aumento de los secuestros, de los feminicidios y de los robos violentos —en los que se engloban los robos de vehículos, a transportes, casas habitación y anexas—.
La historia de la balacera en Torreón no enfoca solamente al estadio de futbol como el principio de un “escenario maldito”; esa balacera se extendió hasta muy entrada la noche, pues al menos familias de dos fraccionamientos tuvieron que ser desalojadas, mientras que agentes federales trataban de completar cateos; los municipales, de resguardar a la población y los militares, en su fase de “francotiradores”, disparando desde las azoteas de centros comerciales para tratar de disminuir la presencia de un enemigo, que no se dejó ver pero sí se sintió.
En Puebla la situación en materia de seguridad este fin de semana fue distinto; un incendio en varios locales del mercado La Piedad, una mujer que queriendo castigar la infidelidad de su marido envenenó a su hija y se aventó de un segundo piso, aunado a los robos cotidianos que ocurren y a los accidentes vehiculares por el regreso de los vacacionistas, marcan la agenda de las actividades en materia de seguridad publica.
Ayer mismo, la Secretaría de Seguridad Pública (SSPE) dio a conocer un pobre boletín donde no resalta nada más que un saldo de tranquilidad.
Los ecos que no fueron aclarados
Lo que si se rumoró a partir del viernes pasado fue que en Puebla fueron “levantados” tres elementos de la Policía Municipal Preventiva, que en Matamoros aparecieron los restos de un hombre destazado, y que al parecer era policía, además que en diversos puntos de la ciudad de Puebla se dejó ver un convoy de al menos tres vehículos con gente armada.
Estos tres rumores no fueron aclarados, tampoco desmentidos.
Sólo se dieron a conocer antes de que iniciara el fin de semana donde la nota más fuerte fue la balacera en Torreón, sin dejar de menospreciar lo que ocurre en diversos puntos del país y que siguen convirtiendo a Puebla en uno de los estados más tranquilos, no ajeno a la delincuencia cotidiana y al incremento de esta, pero más tranquilo.
Incremento al combate a la trata de personas
No se extrañe el lector si en esta semana se incrementan los operativos para combatir el delito de la trata de personas y tampoco se extrañe si las medidas de energía aumentan.
Me refiero ahora a que la responsabilidad para quienes sean sorprendidos en esta felonía será más enérgica o más pareja; ahora todos los implicados serán detenidos, desde quienes ofrecen a las mujeres para sexo servicio como a quienes las contratan, es decir, todos.
Si en un operativo de revisión a negocios de “giros negros”, donde se presume la practica de sexo servicio, llega a ser detectada una mujer, una menor o un menor con su cliente, el cliente también quedará detenido y tendrá que ser presentado ante una autoridad para que se determine su situación legal.
Nos vemos cuando nos veamos.
Del Santos-Morelia, al Puebla-Pumas
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