Con el maratón de obras celebrado la semana pasada en la UAP, el rector Enrique Agüera se enfocará al cien por ciento en su informe de actividades, a realizarse el próximo 4 de octubre por la tarde en el Complejo Cultural Universitario.
Se espera un informe sobrio, como los que ha caracterizado a la administración agüerista, en el que se destaquen sobre todo dos aspectos: la infraestructura y lo académico.
Para ello cada área, dependencia y unidad académica trabaja arduamente para mostrar los avances que han tenido a lo largo del año, como mantener el cien por ciento de las carreras acreditadas en calidad es uno de los grandes logros.
Lo admirable no es que llegaran a la totalidad, sino que lo han mantenido.
En este “enésimo” maratón de obras se entregaron aulas, nuevos laboratorios, equipamiento y canchas deportivas en Ciudad Universitaria, Área de la Salud y Complejo Cultural Universitario, con una inversión de 28 millones 688 mil pesos.
Entre las obras destacó el laboratorio de biodiesel de la Facultad de Ingeniería Química en CU, en el cual producirá ese bioenergético a partir de la semilla de la higuerilla.
Con ello la UAP se convierte en la primera universidad del país en poseer un sistema integral de producción del biocombustible
Además, se inauguró un nuevo edificio de laboratorios para el Instituto de Fisiología, con una superficie de 773 metros cuadrados y una inversión de 7 millones 353 mil pesos.
En las facultades de Administración y Contaduría dio el pelotazo inaugural de dos nuevas canchas plásticas. A cada una se destinó un presupuesto de 950 mil pesos.
Por último, en la Escuela de Biología cortó el listón inaugural de nuevas aulas y laboratorios, donde se rehabilitaron 791 metros cuadrados y se invirtieron 4 millones 787 mil pesos.

El último mensaje
Hace unos días el director de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Puebla, Arcadio Hernández Aguilar, rindió su tercer informe de labores.
Y hubo fiesta.
Pero la fiesta no fue para celebrarlo, sino porque ya se va.
Todo porque al funcionario o se le olvidó precisamente ser eso, un funcionario y no sentirse “Dios en el Poder”, como diría el clásico.
Por lo tanto se ganó muchas enemistades, entre ellas decenas de estudiantes que ya organizan la fiesta para cuando se retire.
Todo por ser prepotente, hasta su forma de vida cambió y ahora tendrá que regresar a su “mortalidad” y sencillez.
Hablando de su trabajo al frente de una de las unidades académicas más importantes de la UAP, se resume en dos palabras: Todo gris.

Y así de gris se espera que sea este último año, en el que ya sin poder, trabaje.
Por supuesto, se ve difícil que herede el trono a algún allegado.
Por lo mientras, los chavos ya harán la fiesta.
Desde hace tiempo huele a cloaca al interior de la Facultad de Arquitectura, en la que sus alumnos han hecho a este espacio varias denuncias.
Por ejemplo, hay que recordar que El Chat informó que Hernández Aguilar se fue de viaje a España a finales del 2009, a pesar de que la orden era mantener austeridad ante tiempos de crisis.
Pero eso no es lo peor, lo malo es el tipo de gente que se llevó a una misión supuestamente académica: Lucho Sulvaran, un tipo calificado por los estudiantes como el más nefasto, odiado y represor de toda la UAP, inclusive los catedráticos también lo repelen, ya que funge como “vicedirector“.
Otro compañero de viaje fue su secretario administrativo Elio Rojas, quien ahora se maneja como el “posible gallo” del director para sustituirlo.
De ese calibre se ha desarrollado la administración de Arcadio.