Aunque parezca mentira, en plena segunda década del tercer milenio la frase “El Estado soy yo”, atribuida a finales del siglo XVII a Luis XIV sigue vigente en Puebla.
Una muestra de la actitud protagónica del hombre que hoy gobierna nuestro estado la vivimos miles de poblanos la noche del 15 de septiembre.
Y es que por primera vez en la historia de Puebla, el gobernador decidió salir solo al balcón del palacio municipal a cumplir con la ceremonia del grito de Independencia.
Más allá de la afrenta a Eduardo Rivera quien teóricamente esa noche es el verdadero anfitrión, está el desaire a los representantes de los otros poderes y al comandante de la XXV Zona Militar, quienes tradicionalmente salían al balcón del palacio acompañando al gobernador y al presidente municipal.
Basta con observar los testimonios gráficos de anteriores sexenios para corroborar lo aquí escrito, y el contrastante protagonismo que —en la persona de Rafael Moreno Valle— hoy reina en Puebla.
Aunque pareciera un asunto menor, la realidad es que las acciones ordenadas por el gobernador primerizo, dibujan a la perfección los sentimientos con los que ejerce el poder.
Nadie discute la frase de Jesús Reyes Heroles que dicta: “la forma es fondo”. Y aplicándola a sucedido el pasado jueves, se pueden obtener dramáticas y preocupantes conclusiones.
Y es que cuando un gobernante decide anteponerse a todo y a todos para asumirse como el poder personalizado, las consecuencias suelen pagarlas los gobernados.
Ejemplos sobran en el mundo y todos con el mismo fin.
Sólo espero que esas muestras autoritarias sean solo consecuencia de la emoción natural que provoca el arranque de su gobierno, y que la sensibilidad y la prudencia terminen por asentar los actos morenovallistas.
Veremos y diremos.

Rafael Moreno Valle dando el grito; un metro atrás su esposa, Martha Erika Alonso

2003. Melquiades Morales Flores y su esposa Socorro Alfaro dan el grito junto al alcalde panista Luis Paredes y Guillermo Pacheco Pulido, presidente del TSJ.

2005. Mario Marín y su esposa Margarita García junto a Enrique Doger y los representantes de los poderes Legislativo y Judicial.

2008. Marín Torres en la ceremonia del Grito junto a la presidenta Blanca Alcalá, el líder del Congreso José Bailleres y el magistrado León Dumit.


¿Quién pagará los platos en Sicom?
Ya me imagino la que se armó en Casa Puebla cuando se enteraron que la transmisión del primer grito morenovallista a través de la televisora gubernamental no tuvo audio.
Seguramente alguien pagará los platos rotos y ese no será su director, Marcelo García Almaguer.
Pero como cuentan que ahí todo se arregla con despidos, habrá que ver quién es el chivo expiatorio.

El simulacro de hoy
Este día se pondrán a prueba la capacidad de los poblanos para reaccionar a una contingencia sísmica en la capital a través de un simulacro de un sismo de 7.9 grados.
Vale la pena tomar estos simulacros con la seriedad debida, pero apoyar a quienes puedan perder la calma por desconocer que se trata únicamente de un simulacro.
Será muy interesante conocer qué tan preparados estamos para un temblor, a 26 años de distancia de aquella amarga mañana del 19 de septiembre de 1985.

Dos duras de policías
Este día, fiel a su profesionalismo, el reportero Alfonso Ponce de León en su columna “Porque los muertos corren rápido”, nos presenta una reveladora denuncia sobre el bajo mundo. Es lectura obligada.
Y por otra parte, ayer corrió con fuerza el rumor de la renuncia del director de la Policía municipal, el mismo que fue motivo de diversas denuncias periodísticas por parte del agudo Alfonce Ponce de León. Esta mañana podría hacerse oficial su salida.