No defenderé a La Franja, pero la derrota del Puebla ante Toluca en el Nemesio Diez (4-3) refleja la mala suerte del conjunto a cago de Sergio Bueno y el pésimo momento que viven algunos de sus jugadores por carecer de calidad para jugar en Primera nacional.
Seguramente al “Mostro” Álvarez le darán como piñata en posada decembrina por recibir el cuarto gol de los Diablos, sin embargo en una de las repeticiones del tanto de Carlos Esquivel se observa cómo uno de los dos defensas del blanquiazul roza levemente el esférico para cambiarle la trayectoria. El “Mostro”, a contrapié, no pudo evitar que el balón entrara pegado al segundo poste.
Ese “supuesto” error seguramente hará que más de un conocedor del balompié nacional asegure que Puebla “se hubiera traído el empate del averno”. A simple vista, Álvarez quedó como un arquero novato pero la realidad indica que gracias a sus atajadas, Puebla no recibió más de cinco goles.
La Franja no juega mal pero hoy más que nunca cobra valor el apodo de “equipo basura” con el que los maloras periodistas de medios nacionales bautizaron al Puebla durante el draft por comprar y adquirir prestados a jugadores que solo los valientes Camoteros ficharon.
Aficionados de corazón albiazul tendrán en la jornada doble, que será vital —ante Estudiantes y Águilas— la satisfacción de ver al conjunto en la Liguilla si gana ese par de encuentros.
Si Puebla le pega a Estudiantes y América, conjuntos a la baja, tendrá amplias posibilidades de jugar la Liguilla le duela al más pintado de la aldea. La goleada de Tecos a Santos por 5 a 2 es un dato para la anécdota.

Chivas viene a la alza
La victoria de Chivas en el clásico nacional estaba sentenciada hace un par de domingos porque ese triunfo de Águilas sobre Rayados en Monterrey por 2-5 fue un espejismo por el que los americanistas transitaron alegremente.
El Rebaño Sagrado aún no puede cantar victoria porque su zaga es de papel, el 1-3 se lo debe al arquero Michel. El cancerbero bajó la cortina y no dejó pasar el viento.
Fernando Quitarte deberá poner mayor atención en su cuadro bajo para evitar que en la Liguilla sus dirigidos sean despachados en los primeros dos encuentros.
El súper clásico también sirvió para que “El Cubo” Torres sacara la presión que traía de su incursión en la malograda Copa América. El ariete del chiverío se reencontró con el gol y con Marco Fabián, con el que será la pareja explosiva de la artillería tapatía en la Liguilla.

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