Fue “atole con el dedo”, los vecinos de colonias del norponiente de la ciudad de Puebla y juntas auxiliares cercanas pedían, exigían que el negocio del “narcomenudeo” —principalmente en el rubro de la venta de heroína— se terminara por completo, pero sólo lograron fortalecer a una de las principales redes delincuentes. En otras palabras, se trató de un “reacomodo” de la delincuencia organizada que contó con el apoyo de la Policía Estatal Preventiva (PEP).
No piense, amigo lector, que un servidor tiene la idea de que nuestro secretario de Seguridad Pública, Ardelio Vargas Fosado, tenga algo que ver con la mafia de vendedores de heroína, que aunque manejan decenas de miles de pesos en traslados, ventas y pago de protecciones, aún es un “pichicato” negocio para un hombre de las ínfulas como don Ardelio.
El día que nuestro secretario se dispuso a “tirar rostro” informando de la detención de cinco “narcomenudistas”, presentando una maqueta elaborada por su personal de “Inteligencia” lo hizo de buena fe y convencido de que se había asestado un fuerte golpe a las mafias del narcotráfico poblano… y sí, acertó, pero el golpe fue dirigido a un solo sector de mafiosos para fortalecer a otro “más malo que la carne de puerco” y que “los tacos de suadero”.
Y es que mientras unos jefes se hurgaban en la nariz para hacer “bolitas con pelos” y otros tenían ambas manos en las bolsas de sus pantalones para “rascarse y hasta jugar billar”, otros más orquestaron un informe para hacer creer que toda la mafia de vendedores de heroína estaba detectada y al alcance de la mano.
No fue así, un elemento de la PEP recientemente trasladado a una base de operaciones por sospecha de estar coludido con narcotraficantes, fue el que orquestó el plan para acabar con la competencia “desleal” y dejar como única encargada de la plaza de la heroína a Paola González García, alias “La Tita”, que es su pareja sentimental.
Para tal fin también participó Fany Eliset Quintero Arroyo, quien está a la pierna… ¡perdón!, mano derecha del jefe de la Policía Estatal y quien por cierto estuvo presente en los operativos para detener a los cinco “narcomenudistas”, entre estos Pedro González García, quien pese a ser hermano de “La Tita” significaba una fuerte competencia para la “narcomenudista” y su pareja que de día se disfraza de policía y de noche opera como todo un malandro, además de que también le tira una que otra miradita y más a Eliset Quintero para que le opere como “halcona” dentro de la corporación.
Quien envió la información del nuevo reacomodo dijo también que no tarda en desatarse una batalla entre los vendedores de heroína que quedaron, donde se encuentra la misma “Tita”, aunque muchos saben que esta mujer va a ganar porque con su pareja tiene todo el apoyo policiaco de su lado.
Esta mujer es la única que no aparece en la gráfica de inteligencia de nuestro secretario, fue la única que no fue detenida.
¿Por qué será?
Por cierto, investigadores absténganse, pues quien envió el reporte y los primeros informes que llevaron a la detención de varios “narcomenudistas” teme por su vida. Por razones extrañas se encuentra cerca de estas familias y publicar su nombre sería muy grave.
Eso sí, ya no se dejen engañar: el “narcomenudeo” de la Romero Vargas y sus alrededores está más fuerte que nunca.
¿Y dónde está ‘El Chilango’?
Otro personaje ligado a la PEP que también resultó implicado en la protección a bandas que venden heroína y todo tipo de drogas fue Ricardo Valentín Zepeda, alias “El Chilango”, quien después de la detención de los cinco “narcomenudistas” decidió no presentarse a trabajar. Nadie sabe si está enfermo de diarrea y no puede salir de su casa, o ya puso “tierra de por medio”. De ser así, estaría confirmando que él y sus compañeros policías —por cierto, del grupo de “Inteligencia”— sí andaban “malandreando”.
Luego le digo más…
Nos vemos cuando nos veamos.
Limpieza de narcomenudistas… ¡la manga!
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