Usted debe saber cuáles son los requisitos para ingresar a la Policía Ministerial del Estado (PME). De entrada, deben tener terminada la preparatoria y uno o dos semestres de cualquier carrera, además de observar buena conducta y otros menesteres que son necesarios.
Luego, un policía ministerial debe de ser preparado para el seguimiento de pistas y para investigaciones de casos como los dos homicidios en la colonia La Paz y otros crímenes que se denuncian ante el Ministerio Público.
La Policía Estatal Preventiva (PEP) tiene otra función: la prevención del delito y no la investigación, eso pasa solamente en las “churronovelas televisivas”.
Un ejemplo de lo que no se debe hacer está en el caso de las dos mujeres asesinadas en forma violenta en su casa, donde elementos de la PEP, del grupo de inteligencia, “descifraron los asesinatos” al detener a uno de los “presuntos participantes”, al que llamaron “testigo de oídas”.
La detención de este hombre, disfrazada con un burdo reporte de “cohecho”, pone de manifiesto que este grupo de “inteligencia” no tiene ni la preparación ni la facultad legal para hacer este tipo de intervenciones; ellos deben estar listos para la prevención del delito en vehículos oficiales, con uniforme y “toda la cosa”.
Resulta que la detención de este “testigo de oídas”, junto con otro más que fue señalado como uno de los “autores materiales” rebotó como falso. La Procuraduría General de Justicia (PGJ), a la que la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSP) le ha dejado la tarea de “lavarle la ropa sucia”, no pudo demostrar la responsabilidad de los dos detenidos y luego arraigados, y tuvo que exonerarlos. A uno lo dejó libre por completo y a otro le formuló cargos por la portación de un arma de fuego, evitando con esto un desprestigio mayor y tener que pedir disculpas.

Zapatero a sus zapatos
Para ser honestos, “el trabajo de inteligencia” del grupo especial de la PEP no está centrado en investigaciones científicas o seguimiento de pistas, sino de “soplos” del bajo mundo.
Los policías de “inteligencia” tienen “soplones” a quienes les permiten que cometan uno que otro delito, los dotan de drogas y de otros vicios, y a cambio les piden que delaten a otros delincuentes. Así fue como sacaron el asunto del doble crimen en La Paz, trabajo que Don Ardelio Vargas Fosado presumió y adelantó a varios medios de comunicación, con el ánimo de aportar ayuda a la PGJ; al menos así lo dijo.
Estará de acuerdo, amigo lector, que para no “meter la pata” la PEP debería dedicarse a la prevención del delito, lo que le ha dejado muy buenos resultados, como la detención de bandas de asaltantes y de “narcomenudistas” y dejar las investigaciones para gente preparada.
Los “policías de inteligencia” deben de reordenar su forma de trabajar, su trajín por las calles de Puebla operando vestidos de civil, en vehículos sin placas, deja mucho que desear, sobre todo porque así también opera el crimen organizado.

El Correo de los Muertos…
Derecho de replica

“Una vez enterado del contenido de su nota de opinión Porque los muertos corren rápido: ‘Desde San Lázaro cortan las uñas a Policías Poblanos’, en la que hace referencia a mi persona por una supuesta carta y en la que piden el sigilo por temor a su vida. De fecha 26 de Octubre del año en curso.
”De entrada le digo que estas imputaciones son falsas, desconociendo por qué personas malintencionadas tratan de dañar primero a la Institución que pertenezco desde hace 29 años y segundo, mi persona y por ende mi familia, puesto que de mi trabajo dependen ellos.
”Por último, invito a las personas interesadas en dañar mi trayectoria como Policía, que si en verdad tienen pruebas que me vinculen en hechos deshonestos como los que dicen saber, lo hagan ante las instancias correspondientes.
”Agradeciendo a Usted de antemano el derecho de réplica, que me permita al sacar estas líneas en alguno de sus espacios en el diario Intolerancia.
”Su servidor, José Solís Briones.”

Hasta aquí la carta.
Nos vemos cuando nos veamos.