La caída de Víctor Manuel Hernández Quintana del OFS fue la única cabeza marinista que pudo tumbar este gobierno. Las otras, las más fuertes, las más escandalosas, si no es en tiempo de campaña no serán nunca. Y eso habrá que ver, si el gobierno actual termina simpatizando con Enrique Peña Nieto, pues de ser así seguramente no habrá más “cacería de brujas” y sólo enjuiciarán a los ratoncitos.
Muchos marinistas en cónclave trataron de sostener a Hernández Quintana. Acusaron a los diputados priistas por no protegerlo (incluso existieron amenazas), pero estos últimos simplemente vieron que la cola que arrastraba el exauditor era demasiado larga y apestaba mucho, por lo que prefirieron hacerse a un lado y que le cayera la justicia encima.
Personajes como el exsecretario de Salud, Alfredo Arango, de quien dicen se hizo tan sólo de dos ranchos en el sexenio pasado, podrá seguir viajando tranquilamente. Darío Carmona incluso se podría convertir en candidato a diputado federal y por el Panal (partido político cercano al gobernador panista).
Es decir, no pasará nada.
Por cierto, una breve anécdota para ilustrar cuánto dinero hizo Arango en el sexenio pasado: en una columna publicada en Milenio por quien esto escribe, se dijo que un funcionario estatal tenía más de siete casas en La Vista. No se mencionó a nadie y tras salir la publicación, el jefe de prensa de Salud llamó al reportero para preguntar: “¿y ora’ por qué los ataques?”.
Les puedo revelar que jamás se pensó en Arango, pero dicha llamada alimentó el morbo.
Lo que sí es un hecho, es que irán por cabezas pequeñas. Y como ya lo anunció desde la semana pasada en Mileno Alejandro Rodríguez, están en la picota personajes como Norma Sánchez Valencia, Fernando Camargo y Juan Manuel Alcántara Silva; este último hermano de Jaime Alcántara, secretario particular de Beatriz Paredes.
Otros que aparecen en lista para guillotina es un sobrino lejano de Melquiades Morales Flores, José Faustino Pérez Morales, exdirector de Administración y Finanzas de la SEP, por un presunto desvío de 720 mil pesos.
Otro personaje ya en la lupa por la Contraloría es Emilio Varhas Ramírez, exdirector de Recursos Materiales también de Educación Pública, quien no comprobó 2 millones 280 mil pesos.
Hilario Castañeda Domingo, quien fungiera como director del Instituto Estatal para la Educación de los Adultos no comprobó 2 millones de pesos, pues otorgó compensaciones con partidas indebidas.
Finalmente, tanto el exdirector de Recursos Financieros como el exdirector general de Desarrollo Educativo de la SEP, Jorge Trejo Carmona y Francisco Javier Arce Lozada, respectivamente, serán inhabilitados por tres años y por no haber comprobado debidamente la cantidad de 720 mil pesos.
Un caso más analizado en Contraloría es el de Martha Lucía Méndez Mena, quien fungió como directora de la Escuela de Ciencias y Humanidades de la SEP que cobró en su cuenta personal cuotas a los alumnos de hasta 3 millones de pesos.
Si se fijan bien, los nombres que se barajan son de perfectos desconocidos que cometieron ilícitos pero no se llevaron la vaca entera.
De este nivel y de esta calaña serán los señalamientos y las acusaciones.
No pasará nada.
Nadie saldrá herido.
Todos serán pipitilla.